Habían pasado veinticinco años desde que fueron embarcados por primera vez en un viaje de regreso a China los pequeños Tian y Zhao.
Bao la hermana menor era solo una bebe de meses cuando ocurrió este hecho fatídico.
El tiempo había pasado y ahora ella era una joven adulta que se había graduado unos meses antes como una profesional en negocios y marketing
Su padre la estaba preparando para que en un futuro no muy lejano ella maneje los negocios familiares que ahora contaban con dos grandes tiendas y varias propiedades e inversiones.
Desde que Liang, la madre había desaparecido la casa no era la misma, Bao y su padre Guo trataban de acostumbrarse a su ausencia pero no era fácil, su recuerdo estaba siempre con ellos.
Bao llevaba el manejo y la organización de la casa.
Una mañana mientras desayunaba con su padre en el comedor comentaba con éste:
Bao llevaba el manejo y la organización de la casa.
Una mañana mientras desayunaba con su padre en el comedor comentaba con éste:
- Padre, ahora que yo me estoy haciendo cargo de la casa, creo que es necesario abrir puertas y ventanas, no podemos seguir viviendo así, nuestro hogar se ha convertido en un mausoleo. Quiero hacer algunos cambios y necesito tu permiso.
-Hija, haz lo que tengas que hacer, ha pasado mucho tiempo desde que tu madre nos dejó y no podemos seguir viviendo en esta oscuridad. Estoy de acuerdo contigo.
Bao con el permiso de su padre, abrió puertas y ventanas en las habitaciones cerradas de sus abuelos y hermanos.
Los muebles fueron donados y la ropa también, solo guardó los objetos de más valor como, la colección de pequeñas figuras de jade de la abuela Xia He, estas figuras se guardaron en una de las vitrinas de la casa para su exposición. Sus joyas que eran de gran valor entre las que figuraban collares, pulseras, sortijas de piedras preciosas regalos del abuelo Huan Yue que compraba en los numerosos viajes que ambos realizaban.
Los muebles fueron donados y la ropa también, solo guardó los objetos de más valor como, la colección de pequeñas figuras de jade de la abuela Xia He, estas figuras se guardaron en una de las vitrinas de la casa para su exposición. Sus joyas que eran de gran valor entre las que figuraban collares, pulseras, sortijas de piedras preciosas regalos del abuelo Huan Yue que compraba en los numerosos viajes que ambos realizaban.
En la habitación de sus hermanos también hubo cambios, Bao guardó algunos juguetes y libros lo demás fue para ser donado
La habitación de los abuelos se convirtió en una sala de diario donde se podían jugar juegos de mesa y ver la televisión, la habitación de sus hermanos paso hacer un cuarto de huéspedes.
Fue necesario hacer esos cambios para que entre la luz del sol y no sea más una casa oscura y fúnebre.
Fue necesario hacer esos cambios para que entre la luz del sol y no sea más una casa oscura y fúnebre.
Bao también hizo cambios en la habitación de su padre, con una nueva decoración lucia más confortable e iluminada pero dejó sobre la cómoda y veladores los retratos de Tian, Zhao y de su madre ese era el deseo de su padre. Finalmente contrato una caja de seguridad en un banco para guardar las joyas.
-Padre es peligroso tener estás joyas en casa, así se guarden dentro de la caja fuerte. Son joyas de mucho valor- le mostró la colección de gemelos y pasa corbatas del abuelo con incrustaciones de piedras preciosas como diamantes y rubíes por citar algunas. Los abuelos eran exquisitos a la hora de comprar sus joyas.
Muchos cambios realizó Bao y ahora la casa lucia amplia, despejada y con nueva decoración. La familia había sufrido demasiado, era tiempo de cambiar. Bao estaba segura que su madre estaría de acuerdo con ella.
Guardó los recuerdos más importantes en cajas y las joyas familiares en el banco, era lo mejor para la tranquilidad de todos.
Desde hace algunas semanas Bao acompañaba a su padre a la tienda principal, Guo la estaba entrenando para el manejo de los negocios, ella tenía los estudios y ahora era importante tener la experiencia.
La hija escuchaba a su padre, no en vano él había llevado con éxito las tiendas y soportado los tiempos difíciles.
Mientras en la casa, de la preparación de las comidas y limpieza se encargaba la señora Delia, que junto con Bao planificaban el menú de la semana y todo lo que se necesitaba para que una casa funcione bien organizada.
Bao en ese momento estaba comprometida con Roberto amigo y compañero de estudios en la universidad. Él no pertenecía a la colonia china, ni tenía alguna relación con ella pero Bao se sentía bien a su lado y los dos se comprendían.
En esto Guo no intervino, él respetaba las decisiones de su hija, quería que ella sea feliz.
Los días transcurrían con calma, la vida en la casa de la familia también.
Esa mañana de domingo era primaveral, el sol despuntaba en el cielo y entraba por una de las ventanas de la habitación de Bao, ella todavía descansaba en su cama, desde hace algunas semanas planificaba como sería el comienzo de la promesa que le hizo a su madre antes de morir.
Esa mañana de domingo era primaveral, el sol despuntaba en el cielo y entraba por una de las ventanas de la habitación de Bao, ella todavía descansaba en su cama, desde hace algunas semanas planificaba como sería el comienzo de la promesa que le hizo a su madre antes de morir.
No se había olvidado de ello, solo esperaba el tiempo oportuno para comenzar a buscar a sus hermanos.
Por el momento no le diría nada a su padre, no deseaba preocuparlo antes de tiempo, tenía que planificar con cuidado cuales serían los pasos a seguir en la búsqueda de Tian y Zhao.
Su padre tenía buenas relaciones con la embajada de China y en ese lugar empezaría hacer las averiguaciones que necesitaba.
Era importante aprovechar los nuevos vientos de cambio que soplaban en China, era otro régimen el que gobernaba y el país comenzaba abrirse al comercio exterior.
La idea de Bao, era presentarse en la embajada y pedir audiencia con el secretario de comercio para saber que requisitos se necesitaban para hacer tratos comerciales con China. Ese seria el primer paso de entrada a la embajada, su prioridad averiguar algunas direcciones y comenzar su búsqueda.
En la siguiente semana, Bao no perdió el tiempo y visitó la embajada para informarse sobre la documentación que se necesitaba.
El secretario de comercio la atendió y le explicó al detalle lo que se necesitaba para entrar en relaciones comerciales con su país.
Los requisitos eran exigentes pero hubo uno que llamó su atención y era: no se atenderán pedidos pequeños solo grandes volúmenes para exportar o importar del país. Esto quería decir que de lo que deseaba traer tenía que ser una cantidad muy grande.
En cuanto a la documentación también se exigía hasta la partida de nacimiento del importador, además de un aval solvente, en pocas palabras no sería fácil hacer tratos comerciales sino se completaban estos documentos.
Bao visitó la embajada tres veces más y con la confianza ganada, solicitó al secretario, la dirección del municipio de la provincia de donde era la familia de su padre, por suerte este dato le fue proporcionado sin problemas, ella como excusa comentó que era importante saber que se podía comercializar con dicha provincia.
Más tarde, cuando llegó a la casa Guo para almorzar, llamó a su hija que momentos antes había regresado de hacer su última visita a la embajada:
-Bao la embajada me ha llamado y me enterado que quieres hacer tratos comerciales con China y sobretodo con la provincia de donde es nuestra familia. Quieres comentarme algo al respecto.
A ella no le quedo más remedio que contarle a su padre cuál había sido el motivo de sus visitas y porque quería esa dirección y como podía comunicarse con dicho municipio.
-Hija- comentó Guo -el secretario no me ha llamado en un acto de chisme, me llamó para decirme que eran buenos tiempos para hacer negocios con China y que le dio gusto conversar contigo como mi representante comercial.
Bao un tanto fastidiada por ser descubierta en su intento, contestó -supongo padre que no me habrás desmentido y puesto en evidencia-
-En lo absoluto, jamás haría algo así, pero no debes hacer nada antes de contarme cuales son tus intenciones.
-Te prometo que no volverá a suceder, no quería preocuparte antes de tiempo pero ahora te puedo contar...he iniciado la búsqueda de mis hermanos.
Guo no comentó nada en ese momento, quería que su hija le explique que pensaba hacer al respecto y como ella iba a proceder para tener éxito, si él ya lo había intentado todo...
-Padre pienso viajar a China para buscar personalmente a mis hermanos y comenzaría en el puerto donde ellos llegaron y donde se perdió su rastro.
Guo se desespero y levantó la voz, nunca lo había hecho con su hija:
-¡No! me niego a que hagas ese viaje es peligroso, yo he perdido dos hijos y a tu madre, si te pierdo a ti moriría, no me hagas esto, te lo pido.
Bao al ver a su padre es ese estado, se acerco a él -padre calma por favor , no te pongas así, está bien no voy hacer ese viaje...te prometo, no lo haré.
El padre más tranquilo le explicó a su hija lo peligroso que podía ser llegar a China y hacer preguntas a personas que no se conocen y menos en un puerto.
-Hija es diferente viajar por las rutas de turismo que ir por ahí investigando personas. Los tiempos han cambiado pero hay situaciones que no cambian y para una mujer es aun más complicado. Tu eres lo único que tengo que haría si te sucede algo.
Bao respiró profundamente algo tenía que hacer para buscar a sus hermanos, ella había hecho una promesa y no quería fallar pero tampoco quería ver a su padre sufrir, bastante había pasado con tanta culpa y pérdidas familiares.
Con la dirección que tenia del municipio podía comenzar y además su padre conservaba algunas direcciones de sus conocidos de los tiempos cuando vivían en China...al menos tenia algo entre manos. Bao no quería olvidar su promesa y estaba consciente que no iba ser fácil conquistar al dragón chino.
CONTINUARÁ
-Padre pienso viajar a China para buscar personalmente a mis hermanos y comenzaría en el puerto donde ellos llegaron y donde se perdió su rastro.
Guo se desespero y levantó la voz, nunca lo había hecho con su hija:
-¡No! me niego a que hagas ese viaje es peligroso, yo he perdido dos hijos y a tu madre, si te pierdo a ti moriría, no me hagas esto, te lo pido.
Bao al ver a su padre es ese estado, se acerco a él -padre calma por favor , no te pongas así, está bien no voy hacer ese viaje...te prometo, no lo haré.
El padre más tranquilo le explicó a su hija lo peligroso que podía ser llegar a China y hacer preguntas a personas que no se conocen y menos en un puerto.
-Hija es diferente viajar por las rutas de turismo que ir por ahí investigando personas. Los tiempos han cambiado pero hay situaciones que no cambian y para una mujer es aun más complicado. Tu eres lo único que tengo que haría si te sucede algo.
Bao respiró profundamente algo tenía que hacer para buscar a sus hermanos, ella había hecho una promesa y no quería fallar pero tampoco quería ver a su padre sufrir, bastante había pasado con tanta culpa y pérdidas familiares.
Con la dirección que tenia del municipio podía comenzar y además su padre conservaba algunas direcciones de sus conocidos de los tiempos cuando vivían en China...al menos tenia algo entre manos. Bao no quería olvidar su promesa y estaba consciente que no iba ser fácil conquistar al dragón chino.
CONTINUARÁ