Si hablamos de medioambiente, no podemos dejar de hablar de las aves. Un bosque sano se mide por la cantidad de aves que viven en él. Los bosques tropicales de la Amazonia albergan millones de aves que viven en su hábitat. Un paisajes sin aves carece de color y de alegría.
Entre los cientos de miles de aves podemos citar al Picaflor Gigante(Patagona gigas) Este es el picaflor más grande que existe en el mundo, es del tamaño de una paloma pequeña, mide 23 cm. Sus plumas de color bronce rojizo y azulado, es un ave delicada y hermosa que revolotea de flor en flor para alimentarse del néctar rico en azucares, y de insectos. Es muy territorial y agresivo persigue a otras especies de picaflores y es capaz de ahuyentar a pequeños aguiluchos a la hora de defender su territorio. Debido a su tamaño mucho mayor que al de otros picaflores su vuelo es más pausado y da la impresión que lo hiciera en cámara lenta. Como otros picaflores es capaz de quedar suspendido en el aire y en el mismo lugar. La población de esta ave por suerte no se encuentra amenazada y viven en los bosques tropicales y en gran parte de la cordillera de los Andes hasta altura de 3500 m.s.n.m Viven desde Ecuador hasta Argentina y Chile.
En cambio otra es la situación del Picaflor de Cola Horquillada (Loddigesia mirabilis) Esta ave es de tamaño mediano que se caracteriza por su espectacular y colorida cola. Los colores de su plumaje son verdosos y bronceados que le dan un aspecto frágil y delicado. Mide entre doce y trece centímetros de longitud. Estos picaflores están considerados entre las aves más raras y hermosas del mundo. De hábitos solitarios se congregan solo en la época de reproducción. Gustan tomar largos baños en los lagos de aguas cristalinas. Se alimentan de néctar e insectos. Pero esta especie se encuentra en peligro, su hábitat es extremadamente restringido, su población es reducida y se encuentra amenazada por la agricultura migratoria. Sin embargo se necesitan más estudios para saber cual es su situación real. Su población esta distribuida entre las localidades de Chachapoyas y Bongará en el departamento de Amazonas en el Perú.
La existencia de las aves se halla sometida a un sin fin de amenazas creadas por el hombre. Sería algo del todo injusto decir que solo pasan situaciones que amenazan la vida de la aves. Hoy en día hay una fuerte corriente de ayuda y protección hacia ellas, se valora cada vez más el freno a todos
los procesos originados por nuestra civilización y que atentan contra la naturaleza. Es necesario además estudios más extensos y profundos de la vida de las aves en los bosques, no solo por una cuestión moral sino para nuestro propio bien. Es necesario que el hombre vuelva a hallarse a si mismo dentro de un contexto natural. La comunión con la naturaleza es de grandes beneficios emocionales para los seres humanos. Se sabe que cada vez es mayor el turismo ecológico y de observación de aves por personas que viene de otros países a visitar la Amazonia y observar los movimientos y vida de las aves en su hábitat. Científicos de todo el mundo viene a estudiar y descubrir nuevas especies, es un trabajo de tiempo y paciencia.Las aves pueden comunicarse entre si a través de sonidos, movimientos o colores, estas señales solo se intercambian entre individuos de un mismo grupo, su espléndido plumaje colorido las hace presas de caza para utilizar sus plumas como ornamento.
En las aves como en cualquier otro animal vivo se encuentra la genética que es la antorcha de la vida que les permiten adaptarse a los grandes cambios y transmitir sus genes para permanecer como especie en el tiempo. Son los seres humanos responsables que estos cambios se convierte en una realidad.