Los niños avanzaban por la gran avenida hacia la montaña en medio de la oscuridad, algunos llevaban linternas para alumbrar el camino.
Ya se comenzaba a sentir el frió pero ellos no dudaban y seguían adelante.
La montaña en el horizonte ya casi se podía ver.
La montaña en el horizonte ya casi se podía ver.
Mientras los niños avanzaban para cumplir su misión, en el cielo seguía la lucha desigual, la nube había debilitado peligrosamente al Sol. Este pensaba que ya no podía resistir pero no quería rendirse y lucharía hasta el final.
La Estrella Fugaz que se encontraba cerca al Sol, para darle ánimos repetía con energía:
-¡Resiste Sol! ¡resiste! no te rindas por favor, ya viene la ayuda, ya llegan los niños, están muy cerca.
El Sol casi sin fuerzas y exhausto contestó -No sé cuanto tiempo pueda resistir, solo espero que los niños no tarden más.
La nube que los había escuchado comentó -Los niños, ustedes creen que unos niños pueden vencerme, mi poder es invencible. Yo soy la nube más poderosa del Universo, no existe nadie con más poder.
La Estrella fugaz respondió con ira a la nube -Nunca dudes del poder de un corazón puro, nunca dudes del poder de los niños.
-¡Niños! ¡unos niños me van a vencer! ¡Ja, ja! que ilusos son- exclamó la nube riendo.
La Estrella quedó en silencio y observaba que su amigo el Sol seguía debilitándose ¡que horror! el tiempo se agotaba, si los niños no llegaban pronto su amigo se apagaría para siempre.
En el cielo continuaba la lucha y en la tierra los
pequeños habían llegado a la montaña.
Tomados de las manos y sin miedo comenzaron a escalar hacia la cumbre, el gran momento de la verdad había llegado, de probar que lo que decía Abril era cierto, sobre el encuentro con la Estrella Fugaz .
Una vez en la cumbre, los niños uno a uno levantaban los brazos daban un salto y se elevaban al cielo. Era verdad lo que la Estrella había dicho...¡Abril no mentía! La gran aventura para ellos comenzaba ya no dudaban. Ahora seguían a Jhony y Abril que viajaban felices por el espacio para salvar al Sol. Era el momento en que debían concentrar toda las fuerzas de sus corazones para preparar la gran batalla y vencer a la malvada nube.
Una vez en la cumbre, los niños uno a uno levantaban los brazos daban un salto y se elevaban al cielo. Era verdad lo que la Estrella había dicho...¡Abril no mentía! La gran aventura para ellos comenzaba ya no dudaban. Ahora seguían a Jhony y Abril que viajaban felices por el espacio para salvar al Sol. Era el momento en que debían concentrar toda las fuerzas de sus corazones para preparar la gran batalla y vencer a la malvada nube.
La Estrella Fugaz fue la primera en advertir que los niños se acercaban y dando un grito de felicidad dijo: -Sol, los niños están cerca no te rindas ¡no te rindas por favor!
El Sol, por el cansancio ya no podía hablar, los niños que estaban cerca se asustaron al verlo en ese estado. El Sol apagó completamente el calor y la luz de su cuerpo para no hacer daño a los niños.
Entonces en una rápida acción según el plan, todos juntos se acercaron al Sol pusieron sus manos sobre la nube y con todo el poder y la fuerza de sus corazones comenzaron a debilitarla.
La nube reaccionó con fuerza pero ya era tarde, estaba dominada no podía contra este desconocido poder que la estaba venciendo. Comenzaba a perder fuerza.
-¡No puede ser!- gritaba con ira la nube -¡es imposible! ¡soy demasiado fuerte¡ ¡qué sucede! ¡unos niños no pueden vencerme!
La Estrella Fugaz contestó a la nube -Yo te lo advertí y tú no quisiste oírme, el poder que encierra un corazón puro es más fuerte que tu poder oscuro.
La nube se agitaba trataba de zafarse de los niños pero ya era demasiado tarde comenzaba a partirse en pedazos.
El Sol sintió un gran alivio, la nube perdía fuerza y dejaba de asfixiarlo. Los pequeños seguían aferrados a la nube y lentamente se desprendían de ella llevando en sus manos un pedazo de su cuerpo, se dieron cuenta que ya no era un peligro y comenzaron a iniciar su viaje de regreso a la tierra flotando suavemente por el espacio, su misión había terminado. Estaban sonrientes y felices de haber ayudado al Sol que pronto volvería a brillar.
L
La Estrella Fugaz que observaba la escena sintió que el peligro había pasado, ella nunca había dudado de los niños.
La nube antes de desaparecer completamente dijo: -Unos niños me han vencido, no puede ser.
Abril flotaba suavemente en el espacio de regreso a la tierra cuando vio a la Estrella Fugaz cerca comentó: -Gracias amiga sin ti no lo hubiéramos logrado.
-No me lo Agradezcas Abril, son ustedes los niños los que destruyeron la nube y se abrieron paso en la oscuridad. Nunca dudes del poder de tu corazón
-Volveré a verte de nuevo Estrella.
-No, Abril, yo tengo que seguir mi camino recuerda, soy una Estrella Fugaz. Pero siempre voy a recordar esta gran aventura y nuestra amistad.
-Si es verdad, siempre queda el recuerdo de nuestra amistad, gracias amiga.
El Sol después de asegurarse que los niños estaban lejos encendió el calor y la luz de su cuerpo para brillar en el cielo. -La Estrella fugaz cuando paso cerca de él se despidió y le deseo largos siglos de vida y felicidad.
-Amigo regresaré en algunos años y espero verte tan hermoso y brillante como ahora.
-Gracias Estrella Fugaz, sin ti y los niños no hubiera podido contra la nube. Ahora ella nunca más podrá hacer daño en el Universo.
-No, Son los niños y sus corazones los que te han ayudado. Adiós amigo se feliz dando vida, luz y calor.
Los adultos que seguían discutiendo en el coliseo vieron por la ventana que la luz del Sol había vuelto alumbrar, salieron a la calle y veían sorprendidos que todos los niños aterrizaban suavemente felices y sin un solo rasguño en la tierra, el pedazo de nube que traían se desvanecía en sus manos.
Los adultos salieron del coliseo al encuentro de los niños se dieron cuenta que ellos les habían enseñado una lección porque mientras discutían sin llegar a un acuerdo los niños habían decidido ir a rescatar al Sol.
Padres e hijos se abrazaban Felices.
Abril y Jhony con todos sus amiguitos estaban alegres. El Sol de nuevo volvía alumbrar en el cielo dando vida y calor a la tierra y los niños sabían que ahora podían volver a disfrutar de largos días de verano y juegos en el parque.
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La Estrella Fugaz que observaba la escena sintió que el peligro había pasado, ella nunca había dudado de los niños.
La nube antes de desaparecer completamente dijo: -Unos niños me han vencido, no puede ser.
Abril flotaba suavemente en el espacio de regreso a la tierra cuando vio a la Estrella Fugaz cerca comentó: -Gracias amiga sin ti no lo hubiéramos logrado.
-No me lo Agradezcas Abril, son ustedes los niños los que destruyeron la nube y se abrieron paso en la oscuridad. Nunca dudes del poder de tu corazón
-Volveré a verte de nuevo Estrella.
-No, Abril, yo tengo que seguir mi camino recuerda, soy una Estrella Fugaz. Pero siempre voy a recordar esta gran aventura y nuestra amistad.
-Si es verdad, siempre queda el recuerdo de nuestra amistad, gracias amiga.
El Sol después de asegurarse que los niños estaban lejos encendió el calor y la luz de su cuerpo para brillar en el cielo. -La Estrella fugaz cuando paso cerca de él se despidió y le deseo largos siglos de vida y felicidad.
-Amigo regresaré en algunos años y espero verte tan hermoso y brillante como ahora.
-Gracias Estrella Fugaz, sin ti y los niños no hubiera podido contra la nube. Ahora ella nunca más podrá hacer daño en el Universo.
-No, Son los niños y sus corazones los que te han ayudado. Adiós amigo se feliz dando vida, luz y calor.
Los adultos que seguían discutiendo en el coliseo vieron por la ventana que la luz del Sol había vuelto alumbrar, salieron a la calle y veían sorprendidos que todos los niños aterrizaban suavemente felices y sin un solo rasguño en la tierra, el pedazo de nube que traían se desvanecía en sus manos.
Los adultos salieron del coliseo al encuentro de los niños se dieron cuenta que ellos les habían enseñado una lección porque mientras discutían sin llegar a un acuerdo los niños habían decidido ir a rescatar al Sol.
Padres e hijos se abrazaban Felices.
Abril y Jhony con todos sus amiguitos estaban alegres. El Sol de nuevo volvía alumbrar en el cielo dando vida y calor a la tierra y los niños sabían que ahora podían volver a disfrutar de largos días de verano y juegos en el parque.
FIN
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