domingo, 10 de marzo de 2019

DOS PUEBLOS...DOS VILLAS

Barzan estaba en silencio esperaba la respuesta de Rafaela: 
-Estás dudando para aceptar mi propuesta- comentó Barzan sorprendido y se puso de pie.
Se sentía incómodo y dijo -yo creía que tus sentimientos hacía mi persona eran firmes- dio media vuelta para retirarse y en ese instante Rafaela lo detuvo. 
Barzan había  interpretado  mal su silencio, ella solo estaba sorprendida no pensaba que Barzan quería casarse tan pronto.
-Espera tienes que escucharme antes de retirarte- lo tomó de la mano y los dos se volvieron a sentar. 
-No mal interpretes mi silencio, no es que no desee casarme contigo, solo que prefiero esperar un poco más, los dos tenemos pendientes y asuntos que realizar- contestó con serenidad para explicar su silencio.
-Rafaela no te estoy pidiendo que nos casemos mañana, solo  estoy confesando mi amor por ti.
-Disculpa, no pienses que dudo de mis sentimientos, solo me sentí sorprendida, tu propuesta fue inesperada, eso es todo. 
Barzan abrió la pequeña caja de terciopelo y de ella sacó un hermoso anillo de compromiso y volvió a preguntar -¿Rafaela quieres casarte conmigo?.
Rafaela emocionada contestó  -¡si!... quiero casarme contigo!.
Barzan tomó la mano de Rafaela y le puso el hermoso anillo que brillaba con un resplandor especial, fue un momento íntimo, los dos sonreían, un abrazo y un beso sello la propuesta.
-Tengo que confesarte algo, mi madre va estar feliz con nuestro compromiso, ella te quiere demasiado y siempre ha pensado que tú eres parte de la familia.
-Si, tengo que decir que yo también aprecio a tu madre, es una persona muy especial.  
Rafaela miraba el anillo, estaba realmente feliz, quería a Barzan en su vida y se alegraba de que él también desee lo mismo. 
En Santa Emilia el cielo estaba despejado y azul, así lo veían Barzan y Rafaela, ellos salieron a caminar, se dirigían a la tienda donde estaba Doña Elvira, querían darle la noticia sobre su compromiso. 
La atmósfera que rodeaba las calles era diferente o al menos así lo sentían los novios, ahora que  su compromiso era oficial. 
Doña Elvira no podía sentirse más feliz cuando se enteró de la noticia, ella en su fuero interno siempre quizo que Barzan sea parte de la familia. Abrazó y felicitó a la pareja, les habló emocionada y les deseo muchas felicidades.  
-Tenemos que celebrar este compromiso con una cena, yo invito, ustedes escojan el lugar, llamamos a Tadeo y a su esposa para ir toda la familia, esta es una ocasión especial. 
En Santa Emilia, no todos tenían motivos para celebrar, Hipólito Mancilla era uno de ellos, desde el segundo piso de su oficina todavía no procesaba el revés que había sufrido su proyecto. Él no tenía motivos para estar feliz, sentía que había estado paralizado mucho tiempo sin hacer nada, el tiempo de lamentos debía terminar, era el momento de seguir adelante. 
Cuando él tenía esa sensación de fastidio se iba unos días a la casa de su fundo ganadero y se quedaba en el lugar, luego regresaba renovado a San Emilia y seguro con alguna nueva idea que realizar.  
En cambio Teodoro Cerillo en su oficina del municipio de Santa Emilia estaba alegre con todo lo que había sucedido en los últimos días, el éxito en el rescate de los montañistas holandeses, que ya habían regresado a su país felices después de lograr su hazaña y que la gente del pueblo había celebrado con gran alboroto.  
Por varios días los noticieros hablaron  del éxito de su experiencia en lo alto del Gran Nevado, éste fue un difícil oponente,  pasaron días complicados pero al final lograron completar su gran aventura.  
Teodoro Cerillo rebosaba de satisfacción  con todo aquello y con las obras que había realizado en los últimos tiempos, pensaba que con esto él estaba listo para la nueva campaña de las elecciones municipales.                     
En San Pablo también celebraba el alcalde Lázaro Ventura, él  había colaborado  con la ayuda a los montañistas y se sentía parte del  éxito.  
En la oficina de su alcaldía hacía un repaso a todas las obras realizadas en los últimos meses.  
El alcalde Ventura sentía que estaba listo para lanzarse a la nueva campaña de elecciones municipales. Había algo que lamentaba con gran preocupación, tenía un nuevo oponente para postular a la alcaldía. Este era el antiguo secretario del partido, Edgar Monteagudo, él conocía muchas estrategias de la campaña de Lázaro Ventura y eso sería un inconveniente para las elecciones municipales de los próximos meses.
El alcalde Ventura tenía que planificar nuevas estrategias para la compaña. 
Manuelita llamó en voz alta a su secretaria -  esta se acercó a la oficina y dijo:
-Que desea señor Ventura-  y con libreta y lápiz en mano apuntaba todos los encargos del alcalde Ventura.
Reunión con los integrantes del partido mañana a las 8 a.m y ahora mismo reunión con el nuevo secretario y vocales del municipio. Tenía que empezar a trabajar cuanto antes en las nuevas estrategias de la campaña, el panorama que se presentaba en los próximas semanas era difícil.  
Manuelita se puso a trabajar en los encargos del alcalde, no tenia tiempo para charlas que muchas veces la entretenían.
San Pablo había prosperado, la mina era una ayuda en la economía del pueblo, además se hicieron muchas obras durante el mandato de Lázaro Ventura, salvo ese penoso incidente de la venta de terrenos que no se llegó a realizar porque era un acto de corrupción. Esto era una mancha en su carrera. Lázaro Ventura estaba seguro que la gente había olvidado aquel episodio y lo habían perdonado  cuando veían  todas las obras ejecutadas durante su mandato.
Las elecciones municipales  para ambos alcaldes serían fuertes y agotadoras.  
Teodoro Cerillo casi estaba seguro que iba a ganar, su panorama era tranquilo y sin competidores hasta que entró en su oficina casi sin anunciarse, el secretario del partido y con palabras atropelladas dijo: -Teodoro te has enterado de la última noticia que circula por el pueblo.
-No,  que sucede- dijo el alcalde con premura.
-Tienes una competidora para la alcaldía, es Margarita Estrada, recién se a  inscrito para las elecciones- dijo nervioso el secretario Navarro.
Margarita Estrada recién se había presentado para competir en las elecciones municipales, para todos fue una sorpresa, hasta ese momento ella no era muy conocida en el pueblo. Todos sabían que era profesora de biología y enseñaba en la secundaria de Santa Emilia, era madre de familia de tres niñas su esposo la apoyaba en esta nueva etapa en sus vida. 
Margarita Estrada había llevado cursos de administración pública y se sentía preparada para ser alcalde.  
Pero... ¿Santa Emilia estaba preparada para una alcalde mujer? desde su fundación nunca había tenido una alcaldesa. Ella tenía las mejores intenciones para gobernar en el municipio, amaba el pueblo y quería que este siga adelante con su desarrollo. Su hoja de vida era impecable, sabía también que iba competir contra Teodoro Cerillo, que hasta ese momento había demostrado ser un buen alcalde, era como se dice un peso pesado en la competencia.
Los alumnos de la secundaria que conocían a Margarita Estrada decían que ella era una persona estricta, pero excelente profesora que sabía escuchar a sus alumnos en las clases. 
Muy rápido corrió la voz por el pueblo, Margarita Estrada, se presenta  para competir en las elecciones municipales  decían todos y hasta los vecinos de San Pablo comentaban lo mismo y estaban sorprendidos. Los tiempos cambiaban rápidamente y nuevos vientos soplaban en la alcaldía.     
 Enterarse de esa noticia no le hacia mucha gracia a Teodoro Cerillo, pero él se sentía seguro, tenía  partidarios que lo seguían y el pueblo en general lo apreciaba, había hecho obras y trabajado por el pueblo de Santa Emilia.     
           
En la celebración del compromiso de Rafaela y Barzan los brindis de felicitaciones no faltaban, todos brindaban por la felicidad de la pareja y en un momento de charla también se comentaba sobre esta nueva candidata al municipio.
Eran los comentarios del momento, todos se preguntaban si tendría  oportunidad de ganar ante Teodoro Cerillo. 
En estos tiempos que corrían  todo podía pasar y un alcalde mujer significaba vientos nuevos en el municipio.
Para Rafaela era una buena opción, un cambio en la alcaldía era bueno, ella estaba de acuerdo con esta nueva candidata. 
La celebración del compromiso terminó con un último brindis y los mejores deseos.  
Todos se despedían y regresaban a sus casas, la reunion fue íntima y familiar, solo Celina era la invitada especial, ella no podía faltar en la celebración de sus amigos. 
Al despedirse felicitó a Barzan y Rafaela deseándoles los mejor del mundo para los dos  
Barzan se sentía feliz y confiado en su nuevo futuro, Rafaela iba de la mano a su lado, nada podía ensombrecer ese momento de felicidad, los dos lo sabían y era suficiente... 

CONTINUARÁ         

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