domingo, 16 de febrero de 2020

ALIDA Y GERVACIO

con
Alma y Vera comentaban felices lo bien que había salido la celebración del matrimonio de Alida y Gervacio. Los novios disfrutaron de la ceremonia y la fiesta al lado de familiares y amigos. Todo salió como lo habían planeado Alma y Vera, ellas reían al recordar algunos momentos de la boda.
-Alma hoy día llegan los esposos de su luna de miel ¿verdad?- comentó Vera a su hermana que miraba el calendario.
-Si, es verdad hoy es el día, tengo que ir a recogerlos al aeropuerto. Los días han pasado tan rápido. Por el momento ellos se van a quedar en la casa hasta que puedan mudarse a su departamento, aunque yo quiero convencerlos que se queden todo el tiempo que deseen, la casa, es  grande y hay espacio  para todos- dijo Alma con la esperanza de que Alida y Gervacio acepten su propuesta.
-Seguro que si van aceptar, ellos ahora no han tenido tiempo de buscar un departamento, además están recién de su luna de miel- contestó Vera a su hermana para animarla y que no se sienta triste en caso no acepten. 
La hora de ir al aeropuerto había llegado, Alma fue a recogerlos, Vera prefirió dejarlos en la intimidad familiar con Alma y los nuevos esposos que estarían cansados después del vuelo en avión.
Alida y Gervacio abrazaron Alma en el aeropuerto cuando se encontraron, los dos traían cara de felicidad y sonreían. En el camino de regreso a la casa comentaban sobre los lugares que habían conocido y sobretodo lo bien que se sentían. 
Alma no podía evitar ver la cara de felicidad de ambos, eso la llenaba de tranquilidad y alegría.
Cuando llegaron a la casa, Alma comentó con Alida: -he preparado su habitación  para que se queden el tiempo que deseen, no deben tener ningún apuro en mudarse, aquí hay bastante espacio para todos-.
-Gracias madre por pensar en ello, nosotros vamos a buscar un departamento para mudarnos- contestó Alida y no se dio cuenta de la cara de tristeza de su madre cuando la escuchó.
-Bueno descansen y mañana hablamos ahora es bastante tarde- Alma los dejo en la habitación preparada especialmente para ellos, Alida estaba encantada con la nueva decoración, su madre había elegido sus colores favoritos, era un detalle muy lindo de su parte.   
Los nuevos esposos se acomodaron para dormir, el regreso había sido largo y cansado, era mejor no pensar en nada más. 
Al día siguiente a la hora del desayuno se sentían más frescos y descansados, comentaban con Alma en el comedor algunos pasajes de su luna de miel: -Todo fue muy bonito y divertido, el hotel nos preparó una habitación especialmente decorada para recién casados. Madre tenías que verla- decía Alida mientras saboreaba su desayuno. 
-Si estoy segura que así fue, la luna de miel es una etapa  especial en la vida de una pareja. Pero ahora haciendo un paréntesis, quiero proponerles algo a ustedes- unos segundos en silencio mientras Gervacio y Alida la miraban con atención entonces Alma continuo -mi propuesta es que se queden aquí a vivir, la casa es grande y ustedes tienen todo el espacio, me sentiría muy feliz si aceptan- comentó Alma con un suspenso en la voz.  
Alida y Gervacio no sabían que contestar, ellos no habían pensado en quedarse,  querían  irse a vivir a su casa para tener la intimidad que todo matrimonio desea.
-Madre nos sorprendes con tu propuesta, no lo habíamos pensado, ¿Gervacio tu que opinas?- preguntó Alida a su ahora esposo.
-La verdad no sé que contestar como dice Alida no lo habíamos pensado, todo esto está pasando  muy rápido- contestó Gervacio y esperó la reacción de Alma.
Ella se apresuró a contestar -no lo pensemos más, no hay nada más que decir, ustedes se pueden quedar el tiempo que deseen, esta es su casa-. con las ultimas palabras Alma cerró la conversación y se retiro  a su habitación, tal vez Alida y Gervacio deseaban conversar a solas esta nueva propuesta que Alma les había hecho. Ella en el fondo  rogaba  que acepten y se queden a vivir en su compañía. 
-Gervacio que te parece la propuesta de mi madre, nos quedamos un tiempo y luego veremos- comentó Alida para saber que opinaba.
-Aceptemos la propuesta de Alma de quedarnos en su casa un tiempo y luego buscamos con paciencia nuestra casa, de esta manera nos damos tiempo para recuperarnos de los gastos de la boda y la luna de miel y también nos adaptamos a los nuevos cambios-.
Alida estuvo de acuerdo con Gervacio y fue a la habitación de su madre para hablar con ella y aceptar su propuesta, además de conversar cómo llevarían su vida familiar para que no surjan problemas; de todas maneras no era fácil para Alida dejar a su madre sola en una casa tan grande. 
Para Gervacio la principal preocupación era que pronto para él comenzaba una etapa de viajes por el país debido a su trabajo y no quería que Alida se quede sola en un nuevo departamento, eran etapas a las que debían acostumbrarse poco a poco. 
Unos días después ambos comenzaron a trabajar,  Alida en las oficinas del Instituto de Vida Marina y Gervacio en los laboratorios de investigación. 
Una mañana al haberse cumplido un mes de matrimonio Alida se aseguraba de la sospecha que tenía, en las mañanas comenzó a sentir  nauseas  matutinas, señal de que estaba en la dulce espera. La situación la tomó por sorpresa, no esperaba tan pronto tener esta noticia pero se sentía feliz y no dudaba de que Gervacio se sentiría igual y Alma  se alegraría con la noticia.
Como Alida lo había pensado Gervacio y Alma estallaron de felicidad. 
-Alida no lo espere tan pronto, pero este bebe es recibido con todo el amor- dijo Gervacio y abrazó a su esposa.
Por su parte Alma no dejaba de felicitarlos, la emocionaba tener de nuevo un bebe en casa. La tía Vera no podía estar lejos de tanta felicidad, ella y su esposo fueron a felicitarlos ni bien se enteraron de la buena nueva. 
-Alma me siento dos veces feliz, una por ti y otra por Alida- decía Vera a su hermana mientras festejaban la buena noticia. 
Los padres de Gervacio, Celeste y Fausto al enterarse de que su hijo y Alida estaban esperando, los felicitaron, era la mejor noticia que ellos tenían en mucho tiempo. Habia que celebrar decía Celeste 
-Un bebe es una nueva esperanza y una nueva promesa-. terminó por decir la madre de Gervacio.
Instalados por el momento en la casa de Alma la vida del día a día continuaba, el trabajo de ambos las reuniones en casa con la familia. Alma se sentía acompañada con sus hijos como ella los llamaba. Atrás habían quedado los malos entendido por parte de Alma hacia Gervacio, estaba más que contenta con él porque veía a su hija que estaba feliz.
Las semanas continuaban pasando en el calendario y estas se convertían en meses, el embarazo de Alida iba por buen camino y cuando cumplía los siete meses, una noche mientras cenaban en casa, Gervacio comentó con Alida:
-Por motivos de trabajo tengo que mudarme a residir un tiempo en el norte del país, en la ciudad de Tumbes, el laboratorio me manda para hacer algunas investigaciones, Alida esto nos cambia la vida aquí en Lima, no sé por cuanto tiempo pero no deben ser menos de dos años-. respiró intranquilo Gervacio.
Alida se quedó pensando, esta nueva situación les cambiaba por completo el panorama, mudarse a otra ciudad por un tiempo indefinido tal vez, no sabía que hacer, pensó en su trabajo, en la llegada del nuevo bebe, todo se juntaba, todo se hacia más difícil. 
En un primer instante pensó que Gervacio vaya solo y que venga a Lima de vez en cuando, esa era una posible solución, pero no estaba segura.
-¿Qué vamos hacer ahora? esta nueva situación nos cambia todo, por el momento yo no puedo moverme de la ciudad, mi estado es avanzado- contestó Alida nerviosa.
-Lo sé pero no puedo cambiar la orden, dentro de dos semanas tengo que partir, no  debo demorarme más, además con este viaje me promocionan a un nuevo puesto y con un mejor salario, casi el doble y ellos me pagan la casa en la nueva ciudad. Alida no puedo decir que no-. finalizó Gervacio esperando la respuesta de Alida.  
Para Alida no era tan fácil hacer los cambios a otra ciudad, su trabajo y el bebe por nacer, se lo impedían.  Este es un tema delicado que se debe conversar con cuidado, analizar todos los pro y los contras, el panorama futuro no era fácil.
-Gervacio has pensado en mí, en mi situación de trabajo y en el bebe,  además de la situación con mi madre, estoy comenzando a ponerme ansiosa y en mi estado tan avanzado no debe ser-. contestó Alida para que Gervacio se ponga en su situación.
-He pensado en todo Alida, por el momento tú no puedes viajar pero una vez que nazca el bebe si puedes hacerlo. En Tumbes existen muchas langostineras donde puedes trabajar como bióloga marina,  siempre se necesita personal calificado para ello y tú estás calificada. Con respecto a tu madre, ella puede venir con nosotros el tiempo que desee hemos vistos que los tres podemos vivir sin problema.      
-Gervacio tengo que pensar, no puedo asimilar todo son demasiados cambios y no sé si mi madre querrá dejar su casa-. contestó Alida.
Alma estaba en el jardín cuando Alida fue a buscarla, ella tenía que hablar, contarle el nuevo panorama que se avecinaba.
Mientras Alida hablaba, su madre la escuchaba con atención, eran cambios drásticos, mudarse de ciudad y de trabajo.
Alida terminó por decir: -Madre en vez de tantos cambios, sería mejor que Gervacio sea el que venga cada mes para ver a su familia en vez de mudarnos a otra ciudad-   quería saber que opinaba su madre al respecto.  
-Alida están recién casados es la etapa donde la convivencia en pareja es importante, si cada uno está por su lado que puede salir de ello. Tienes que estar con tu esposo y tu hijo, juntos los tres, por mi no te preocupes yo me quedo en mi casa-. contestó Alma para hacer reflexionar a su hija.
Dos semanas pasaron muy rápido, Gervacio tenia que viajar al norte del país y al caer la tarde en el día señalado, tomó su avión con destino a la nueva ciudad que lo acogería, no sabia por cuanto tiempo.
Alida lo despidió en el aeropuerto con la promesa de regresar para el nacimiento de su primogénito, ellos habían conversado y aclarado el panorama, los dos estaban de acuerdo en está nueva etapa de su vida.


CONTINUARÁ   
            
   

   
                
     


No hay comentarios:

Publicar un comentario