martes, 28 de octubre de 2025

TRES HISTORIAS...¡TRABAJO, SOLO TRABAJO!

Domingo día del almuerzo familiar, Oscar Martel en la sala de su casa revisaba, algunos documentos, no se preocupaba en ir a traer a su madre porque la tía Gema había quedado en ir a recogerla, además todavía era temprano.
El doctor Martel tenía una costumbre desde hace muchos años, él rezaba muy temprano en la mañana para pedir al cielo por su familia, era devoto pero no exagerado. Se acordó de su amigo Fernando y la terrible experiencia que  le toco vivir, era un doctor con una carrera brillante y ahora debía empezar de cero en otro país y con otra identidad, la vida suele traer experiencias agradables y también desagradables. Nunca volvería a saber de su amigo.  Pidió por Fernando y su familia para que estén seguros. 
Felicia llamó a toda la familia a desayunar era el momento familiar sagrado, entró en la sala y dijo:
-Oscar ya esta servido el desayuno vamos al comedor, nuestras hijas se están levantando-.
-Felicia detente un momento, anoche llegó Liza muy tarde, sabía que tenía una fiesta y que iba con Américo pero serían la tres de la mañana cuando la sentí llegar- dijo el doctor.
-Si mi querido esposo, Liza me habló que tenía una fiesta y que iba a llegar tarde, no debes preocuparte nuestra hija es adulta y sabe bien lo que hace, ahora vamos al comedor-. señaló su esposa.
Liza estaba viviendo su romance con Américo, era un idilio real, a los dos les gustaba salir a pasear o asistir a reuniones con amigos, algunos fines de semana iban hasta la casa de campo de Américo y se quedaban todo el día. Disfrutaban de su mutua compañía y salían a caminar por los alrededores, el paisaje del lugar, era soñado.
El desayuno era un preludio familiar, las hijas comentaban como había sido su semana y que planes tenían para la próxima semana que iba a comenzar. Entre ellas no habían grandes cambios ni planes fuera de lo acostumbrado, todas estaban cumpliendo con sus proyectos. 
Mery en un momento de silencio en la mesa comentó: -ya he decidido que voy a estudiar y me estoy inclinando por la contabilidad, soy buena con los números y creo que esa carrera me ira bien, aunque también he pensado en estudiar matemática pura, en esa materia no tendría ningún problema pero aun no estoy segura-. 
El padre de familia se alegró que su hija menor esté contemplando una carrera para estudiar:
-Merry me parece excelente que pienses en algo que te gusta, piensa todas las cosas que podrías hacer-
-Si padre, estoy pensando cual de las dos es mejor para mí- contestó Merry.
El desayuno transcurrió como siempre dentro de la armonía familiar, Fanny y Liza felicitaron a su hermana menor por la carrera que quería seguir: -escojas cualquiera de las dos carreras te ira bien, estoy segura- comentó Fanny.
Las horas de la mañana pasaron muy rápido muy cerca de las doce del día llegó la tía Gema con Nany la familia en pleno salió a recibirlas, se reunieron en la sala  para conversar un momento antes de pasar al comedor. Al doctor Martel le gustaba servir los aperitivos antes de la comida, según decia él, eran saludables. 
A la hora de estar en el comedor la Tía Gema comentaba como le estaba yendo en su empresa, ella decía: - estamos en estos momentos teniendo graves problemas con las ventas del instrumental médico y medicinas, este mes nos ha ido regular, en cambio en el servicio de ambulancias estamos mejor, muchas personas nos solicitan este servicio. Tenemos que estar preparados para los tiempos difíciles y para los tiempos de bonanzas, es así en toda empresa. La situación económica en el país también es difícil y eso no ayuda mucho. Disculpen familia no los quiero abrumar con mis problemas- comentó la tía Gema con tristeza.
-Gema, por favor no te preocupes, en realidad todos estamos aquí para apoyarnos y hablar con libertad de lo que nos preocupa. Tienes razón cuando dices que vivimos tiempos difíciles, lo podemos sentir en nuestros bolsillos- contestó el doctor. 
La conversación luego giró hacia otro tema, Fanny pensaba viajar antes que comiencen las clases de la universidad, salir fuera de la capital era darse un espacio para ella: -Padres- comentó -estoy pensando hacer un viaje corto, de tres o cuatro días a las playas del norte, quiero estar lejos del barullo de la ciudad y prepararme para lo que pueda venir después, este año es mi último año de estudio y deseo terminarlo con excelencia. ¿Merry tal vez tu desees acompañarme? a las dos nos vendría bien pasar un tiempo entre hermanas-. todos en el comedor esperaban el comentario de los padres y la respuesta de Merry.
-Por mi parte no tengo inconveniente, me gustaría acompañarte y disfrutar del sol y del mar- contestó Merry feliz.
-Mis queridos padres no dicen nada- agregó Fanny. 
-Me parece muy buena idea que viajen las dos porque Liza seguro no puede viajar-contestó Felicia.
-Si es verdad, me encuentro bastante ocupada con el trabajo de medio tiempo en la farmacéutica.
-Liza por favor- habló la tía Gema -unos días de descanso  antes de comenzar las clases te vendrían bien, piénsalo-.
-Bueno ahora que no tengo inconveniente lo voy a tomar en cuenta pero no aseguro nada- contestó sonriendo Liza.
-Bueno parece que todo ya está decidido, las vacaciones pronto terminan y de nuevo a la vida de estudiante- respondió el doctor y miraba a sus hijas, las dos mayores ya no tenían que pedir permiso pero aun así esperaban que sus padres digan algo o por lo menos estar de acuerdo. El tiempo se había ido muy rápido y sus niñas ya no eran las pequeñas que esperaban que las saquen a pasear. No, no debía ponerse triste, es la vida y eso es suficiente.
El domingo terminó de pasar sin muchas novedades Fanny conversaba en la sala con la tía Gema, sus padres y Nany estaban en el jardín disfrutando de la tarde soleada, Liza había salido con su novio y Merry en su habitación miraba su programa favorito de la tarde.
La tía Gema al percatarse que estaba a solas en la sala con la mayor de sus sobrinas, preguntó: 
-¿Fanny que paso con Umberto por qué terminaste el noviazgo?-
Fanny se sonrojó, no sabía que contestar, pero de inmediato dijo: -tía es un tema del que no deseo hablar pero voy a contestarte porque creo que deseas saber que paso-
-Si no deseas hablar Fanny, yo voy a comprenderte, no he querido ser impertinente, solo apelaba a la confianza que existe entre nosotras-. señaló la tía Gema.
-No tía, no es impertinencia pero voy a comentar lo que sucedió entre nosotros. Primero tengo que decir que no fue un motivo grave y eso fue lo que llamó la atención de Umberto, él me preguntaba ¿por qué deseas terminar? el problema para mí fue que yo comencé a preguntarme si deseaba seguir el noviazgo, si no habían otras cosas más que debía descubrir y si él era el indicado para mí. Sé muy bien que perdí a una persona valiosa, pero pienso que cuando uno tiene tantas dudas es mejor continuar el camino a solas. Ahora yo me encuentro tranquila y en paz y espero que él también, no deseo que me guarde rencor, las cosas se dieron de esa manera, eso es todo lo que puedo decir.
La tía Gema contestó: -si eso, era lo mejor para ti, bueno hay que aceptarlo, aunque pudo ser al revés ¿no crees? 
-Si, es verdad tía, pudo ser al revés y fuera Umberto el que se alejaba de mí- reflexionó Fanny.
En la noche cuando la casa de la familia Martel estaba en silencio y todos sus habitantes descansaban, Fanny no podía dormir, la tía Gema había removido recuerdos que ella deseaba dejar en el pasado y continuar como siempre. Dos días después del almuerzo familiar ella se encontraría con una sorpresa inimaginable. En su café favorito se encontraba Fanny leyendo unas revistas que estaban sobre una mesita. Le gustaba el lugar porque tenía un ambiente cálido e íntimo, además de servir un café exquisito y unos pasteles deliciosos, muchas veces en compañía de Umberto habían estado en el lugar. En ese instante nada presagiaba lo que pasaría después de unos minutos. Se encontraba muy cómoda disfrutando su café cuando vio entrar por la puerta de vidrio a Umberto con una joven que lo acompañaba, iban de la mano y sonreían felices. Ella no tenía escape por que casi estaban frente a frente, pensó que lo último que deseaba era encontrar a Umberto, qué incómoda situación y que vergüenza estar en el mismo lugar los tres, no podía creerlo. Umberto se acercó a Fanny, la saludó y también presentó a su enamorada que era una joven graciosa y atractiva.
-Umberto que sorpresa encontrarnos y que gusto me da conocerte- se refirió a la joven que lo acompañaba, Fanny estaba nerviosa.
-Hemos venido a este lugar porque aquí sirven un café exquisito, como bien lo sabes, Fanny no te interrumpo más que disfrutes tu café- dijo al final Umberto y se despidio. 
Fanny observó que Umberto tomó de la mano a la joven que iba con él. Con ella fue  educado y amable pero distante, sintió un brinco en el corazón, no quería admitirlo pero se desataron dentro de ella recuerdos de los dos cuando estaban juntos y solían entrar a ese café, no deseaba estar más tiempo en el lugar, era preferible terminar rápido y salir corriendo. Ya en la calle caminaba despacio las piernas le temblaban y las manos le sudaban, porque tenía ese comportamiento, porque se molesto al ver a Umberto, con esa joven, ella parecía no saber que ellos fueron novios en el pasado. Qué confusión de sentimientos y qué desesperación encontrarse en el mismo lugar, ellos habían terminado hace varios meses entonces nada había que decir ni opinar al respecto. Caminó hacía un parque que estaba cerca, el caminar la tranquilizó y el viento suave de la tarde le hizo bien, recuperó la calma y no pudo evitar soltar unas lágrimas, después de todo Umberto había sido parte de su vida y él habia removido muchos recuerdos y sentimientos. Se sentó en un banco cerca a la pequeña laguna, desde ahí podía ver los peces que se aglomeraban al borde para buscar comida. Que sencilla es la vida de estos peces, comentó, solo nadan y comen todo el tiempo, no debo decirlo pero tal vez sería mejor, ser un pez. Fanny en ese momento no pensaba con coherencia, sus emociones la traicionaban y sus recuerdos también.


CONTINUARÁ                                        

              

  
 
     

 

jueves, 23 de octubre de 2025

TRES HISTORIAS... ¡TRABAJO, SOLO TRABAJO!

Fernando Salas cavilaba en silencio sobre los planes a realizar con el paciente, reconocía que éste era un hombre difícil y peligroso, un paso en falso y sería hombre muerto.
Mientras todo esto ocurría en el interior del depósito convertido en una sala de operaciones con todo los riesgos que esto podía traer. La vecina que vio movimientos extraños en el lugar llamó a la policía. para comunicar lo que estaba sucediendo en el local  cerrado desde hace varios meses, ella conocía a los dueños y no eran ninguno de los hombres que entraban y salían con cajas en las manos. El oficial que contestó la llamada escuchó con atención las palabras de la señora: 
-¡Buenos días!- exclamó la señora -llamo para hacer una denuncia, desde hace varias horas vengo observando que hay extraños movimientos en un almacén que esta clausurado muy cerca de mi casa, conozco al dueño y ninguno de los hombres que entran y salen son conocidos, ¿pueden intervenir ustedes para aclarar la situación? Finalizó la mujer con tono de preocupación.
El oficial contestó de inmediato y tomó nota de la dirección, era la misma  zona en donde había perdido toda señal del doctor Salas. Agradeció a la vecina por estar atenta a posibles disturbios y le prometió que la policía iría a investigar: 
-Señora gracias por avisarnos, nosotros vamos a intervenir, usted no se acerque al lugar, ni se asome por la ventana, cierre bien la puerta de su casa, estos hombres pueden ser personas peligrosas- dicho esto el oficial colgó el teléfono y aviso por radio a su jefe y  compañeros que vayan a la dirección que les indicaba porque podía ser el lugar donde el doctor Salas se encontraba secuestrado.
Tesio Castello tomó nota de la dirección y ordenó a sus agentes dirigirse al lugar, desde ese instante debían actuar con cautela y precisión para evitar ser vistos por alguno de la banda. El asalto al local no podía ser detectado por los hombres que se encontraban dentro del local, en caso contrario sería el fin del doctor Salas. 
Los pasos del Fernando Salas eran lentos y cautelosos, como lo había planeado, tenía que demorar la operación con la esperanza de que la policía esté cerca y logre rescatarlo. Se dirigió al paciente y le indicó que se prepare para la intervención quirúrgica, uno de los hombres estaba cerca y vigilaba cada uno de sus pasos, Fernando se puso nervioso y comentó: -si  tu hombre sigue hostigándome con su presencia no voy a operar bien, necesito tranquilidad para realizar mi trabajo- terminó de decir.
El jefe ordenó al hombre que se aleje unos metros y con palabras gruesas contestó: -más te vale hacer bien las cosas y no tengas ningún juego conmigo, mira a tu alrededor, no saldrías vivo-. fue una amenaza directa.
El doctor Fernando Salas no contestó y le ordenó que se eche en la camilla para iniciar los preparativos de la operación, él no era anestesiólogo pero sabía como hacer para dormir al paciente, actuaba con calma y sus movimientos eran pausados para esperar que la policía intervenga. Preparó el suero con el líquido de la anestesia, al comienzo sus manos temblaban era mucha presión que caía sobre sus hombros pero se calmó para actuar con cuidado, por un momento pensó que podia ser su oportunidad de dormir al jefe eternamente, murmuró en voz baja -no, no puedo hacer eso sería mi fin. El paciente no tenía exámenes de riesgo quirúrgico por ese motivo preguntó: -¿es usted alérgico algún medicamento o está tomando alguna medicina?-.
El jefe de la banda contestó: -no, no soy alérgico a nada y no tomo medicinas, es más estoy en ayunas como me indico-.
-Bien vamos a comenzar, le recuerdo que no siempre quedamos como imaginamos en nuestra mente y más aun en su caso que desea que se le cambie el rostro, todo corre bajo su responsabilidad- sentenció el doctor. 
El mafioso respodio que se dedique hacer su mejor trabajo y que no trate de ponerlo nervioso. Fernando Salas contestó.: -no trato de ponerlo nervioso, es una realidad que puede suceder- finalizó su conversación y pasos seguidos aplicó al suero la anestesia que lo dormiría hasta terminar la operación.
Afuera en la calle los agente de investigación con Tesio Castello a su mando se movían sigilosamente para no despertar sospechas, se acercaron a la puerta y con un ariete de fierro golpearon con fuerza y lograron derivarla, entraron diez agentes de policía, al momento se inicio un fuego cruzado que no dejaba en pie a los delincuentes. El jefe de la banda estaba completamente dormido por acción de la anestesia y Fernando Salas se encontraba tendido en el piso para cubrirse de la balacera, la incursión fue un éxito pero dos de los hombres del mafioso estaban heridos y lograron huir.
Tesio ordenó a dos agentes perseguirlos y preguntó al doctor si estaba bien, éste contestó que si y agregó que el jefe estaba dormido y pasarían varias horas para despertar.
-No te preocupes Fernando, su despertar va ser en prisión, esa será la sorpresa de su vida. Ahora nosotros debemos movernos con rapidez, cuando se enteren las otras bandas de lo sucedido su venganza puede ser terrible y tú serías el objetivo principal, debes salir del país enseguida. 
En un carro sin distintivo oficial y con lunas oscuras, Tesio Castello y dos e sus agentes acompañaban a Fernando Salas al aeropuerto, éste a medio camino dijo que tenía que ir a su casa para recoger algo de ropa. 
-No, no puedes ir a tu casa es el primer lugar donde te buscaría la mafia para vengarse, con la ropa que tienes debes salir del país, ya está tu pasaje y el asiento de avión esperándote. Escúchame con atención lo que voy a decir, al llegar a Miami debes sacar a tu familia de la casa de tu cuñada es mejor así para no comprometer a esa familia, luego un agente que se hace llamar Morían les dará las últimas instrucciones para que viajen a otra ciudad y se alejen de la venganza de los mafiosos. No puedes regresar al país, ni comunicarte con nadie de tu familia o amigos, esto es de vital importancia para que sigan con vida tú y tu familia. Lo siento pero este es el precio a pagar, por el jefe no te preocupes él va ser extraditado para cumplir condena en USA tiene varios delitos que pagar, no solo tráfico de toda clase, si no muertes de muchas personas. El FBI se encargara de él, no creo que regrese al país, debe cumplir una larga condena.
Fernando Salas comentó: -agradezco tu ayuda Tesio, no sabes el terror que sentí al estar en manos de ese hombre, por siempre estaré en deuda contigo, además dile a mi amigo Oscar que jamás olvidare su apoyo y consejo al asegurarme que estaba en tus manos, nunca los voy a olvidar a ninguno de los dos.
Se despidio del jefe de la policía, mientras se alejaba unas lágrimas corrían por su rostro, nunca más volvería a ver a sus amigos, padres y hermanos, su vida se iniciaba desde cero en otro lugar. La experiencia vivida no la olvidaría jamás.
Tesio llamó a su amigo el doctor Oscar Martel para decirle que Fernando Salas estaba libre de peligro y viajaba a otro país, no puedo dar más información debes comprender -tu amigo y su familia están bien- reiteró.
-Gracias Tesio, sabía que tú eras el mejor- contestó Oscar.
-Gracias a tu amigo nos hemos librado de un terrible y oscuro delincuente, es buscado en varios paises-. señalo Tesio Castello y se despidio.
El doctor Martel colgó el teléfono y respiró tranquilo, su amigo estaba a salvo junto a su familia, no lo volvería a ver pero sentía un gran alivio, la experiencia de Fernando fue de terror. Cuando llegó a su casa abrazó a su esposa y comentó: -que bueno es regresar a casa y saber que tu familia te espera, que alivio sentir el calor familiar-. 
Tomó de la mano a Felicia, juntos  fueron a la sala y en la tranquilidad y silencio hogareño le comentó sobre lo vivido por Fernando, no entró en detalles para no ponerla nerviosa. Sirvió dos copas de vino y brindo por su familia. 



CONTINUARÁ 

                                                

 

lunes, 13 de octubre de 2025

TRES HISTORIAS... ¡TRABAJO, SOLO TRABAJO!

El doctor Salas se encontraba más tranquilo al saber que su familia estaba fuera de peligro. Reflexionaba en silencio que iba a pasar ahora con él, se encontraba en un callejón sin salida, estaba en las manos de esta banda de mafiosos y no podía pedir ayuda. Salió del aeropuerto y el hombre que lo vigilaba le indicó que debían ir al consultorio, sin responder a su guardián se dirigió por la avenida que los llevaba directo al lugar indicado ¿qué iba a suceder ahora?. Mientras lo necesiten no le ocurriría  nada, pero después de la operación, ¿el jefe respetaría su vida? era una incógnita que quedaba en el aire. Después de veinte minutos de andar en el auto llegaron a su destino, en ese momento el hombre que lo vigilaba ordenó: 
-Doctor recoja todo el material que necesita para la operación de mi jefe y llévelo en un maletín, nos vamos a otro sitio-.
Fernando Salas replicó: -cómo es que nos vamos a otro lugar, aquí se está preparando la sala para operar a tu jefe ¿adonde vamos air?- preguntó -no podemos cambiar de plan a último momento- agregó al final.
El hombre respondió: -son órdenes del jefe, yo no puedo contestar ni decir una palabra más-.
Fernando Salas intentó golpear al hombre de negro pero este sacó su arma en segundos y  amenazó con disparar.
-Calma doctor, no le conviene dar un paso en falso, estoy armado y no voy a dudar en usarla- dijo en voz alta, el vigilante.
-Dispara- gritó el doctor -mátame de una vez para ver luego que explicaciones le das a tu jefe, a él le conviene tenerme con vida para operarlo- no terminó de hablar cuando recibió por atrás un golpe en la nuca que lo dejó privado en el piso. No supo cuanto tiempo estuvo inconsciente, cuando despertó estaba atado a una silla y tenía al jefe frente a él. 
Que desolación y tristeza, su vida no valía nada, pensó un instante. El jefe se acercó a él y dijo: -aquí se hace lo que yo ordeno, no vamos a quedarnos en este lugar, tengo otro sitio donde preparar la sala de operación, no deseo sorpresas de último momento. Doctor quiero que se grave bien esto, cualquier cosa que me suceda mientras me opera, mis hombres tienen orden de acabar con usted, está claro- era una amenaza más que una advertencia -no acabes con mi paciencia, no deseo sorpresas de tu parte- dijo al final y luego ordenó que recojan todo porque se trasladaban a un lugar diferente. Al doctor Salas lo subieron al carro, éste se sentía tan mal por el golpe que había recibido que le dolía la cabeza y  la espalda. Su vida se había convertido en una pesadilla de la que no lograba despertar y si acaso lo hacía sería dentro de un cajón.
Al subir al carro cubrieron la cabeza del doctor con un saco negro y con una soga ataron sus manos, dieron varias vueltas para desorientarlo y luego fueron por un camino desconocido. El carro se detuvo dentro de un garaje oscuro, a Fernando lo sacaron del vehículo y la llevaron a otro habitación, El jefe mandó que descubran su cabeza y desaten sus manos, luego señaló un asiento y comentó: -en este lugar vamos a preparar la sala de operaciones, se hará de acuerdo a sus instrucciones-.
Fernando Salas miró a su alrededor, era un verdadero desastre el lugar levantó, las manos y en señal de cansancio exclamó: -si te opero aquí vas estar expuesto a una infección de la que nadie te va salvar, para preparar una sala de operaciones se necesita que todo esté impecable, instrumental médico y algunos equipos. Si deseas que todo vaya bien no puedes decirme como hacer mi trabajo, tú ignoras hasta lo más elemental en medicina-.
El jefe no refuto, guardó silencio y después de un minuto agregó: -se va hacer todo según tus indicaciones, nadie va salir de aquí hasta que se cumplan los requisitos-.     
Todo esto sucedía con Fernando Salas en un lugar desconocido, estaba en las manos de una banda peligrosa. Oscar Martel no tenía conocimiento de lo que pasaba con su amigo, solo se enteró que la familia de Fernando había salido del país, por ese lado podía estar tranquilo. De pronto el  teléfono de su casa sonó, era Tesio el jefe de policía, sin interrumpir escuchó a su amigo que decía: -Oscar se han llevado al doctor Salas a otro lugar, estamos haciendo un seguimiento pero lo hemos perdido- confesó el jefe de policía.
Oscar Martel palideció al escuchar esto, su amigo estaba en peligro de muerte y la policía no lo ubicaba: -Tesio por favor dime que lo van a encontrar, él esta confiando en ustedes, no pueden abandonarlo a su suerte-. 
-No te preocupes nadie lo va abandonar, todos mis hombres están en su búsqueda, ha sido un hecho fortuito porque no queríamos que nos descubran que los seguíamos, si se daban cuenta a esta hora tu amigo estaría muerto. Te voy a tener informado de las investigaciones- dijo al final y cortó la comunicación.
El doctor Martel se desesperó, sin proponérselo él había llevado a su amigo a una situación de peligro, temía por su vida y no encontraba una solución. Confiaba en Tesio y su experiencia como policía, nadie más que él lo podía salvar.
Fernando estaba en un almacén, era el lugar escogido para la operación, los hombres del jefe seguían sus instrucciones y que hacer para despejar y limpiar el piso y paredes, eso tomaría todo un día, los riesgos de la operación quedarían por la cuenta de este hombre que quería cambiar su rostro para no ser reconocido por la banda enemiga ni por la policía a la hora de salir del país, en su fuero interno se preguntaba en que momento iba entrar Tesio y sus agentes para arrestar a todos los miembros de la banda y se acabe por fin este suplicio. El jefe tenía mucho dinero para comprar una mesa de operaciones y el equipo que controla el corazón, nada se escatimo para preparar la sala, entraban al lugar las cajas sellados con el  equipo especial, una vecina que vivía al otro lado de la calle reparó en el movimiento de gente que entraba y salía del almacén, esto llamó su atención porque era un depósito que estaba cerrado desde hace tiempo. No sabía si llamar a la policía o esperar para ver de que se trataba. 
Fernando Salas sacó de su maletín el instrumental pequeño con el que iba a operar, examinó con cuidado sus bisturís, pinzas y demás para lavarlos en el fregadero, mandó poner la mesa cerca de este. Si las cosas seguían así y se terminaba pronto de preparar la sala, podía operar al día siguiente muy temprano. 
El doctor llamó al jefe y le comentó: -necesito estudiar su rostro para saber por donde debo comenzar, tome asiento en esta silla- mientras sus hombres seguían trabajando y uno estaba cerca para cuidar los movimientos del doctor. Fernando tocó la frente, pómulos y mentón giró su cabeza de un lado a otro para estudiar con detenimiento como iba a realizar la operación. Deseaba terminar pronto con todo esto para quedar libre, aunque no sabía que harían con él después. Las cosas no iban a ser fáciles, el paciente debía reposar después de la operación, no podia moverse ni salir del lugar, tal vez esa sería su oportunidad de escapar, el jefe estaría en sus manos y él aprovecharía la oportunidad.
En la otra esquina de la sala había una cama donde iba a dormir el doctor, no podía salir de almacén, el jefe ordenó a sus hombres vigilar cada paso de Fernando Salas. A las once de la noche se terminó de preparar todo lo referente a la sala de operación, el instrumental quirúrgico a usarse estaba limpio y dentro del horno especial para ser desinfectado en su momento. El doctor reposaba sobre la cama, que fue preparada par su descanso. La mañana siguiente seria un día lleno de estrés y tensión porque esperaba ser rescatado. Fernando tenia dos planes en mente, el primero esperaba demorar la anestesia para dar tiempo a que actúe la policía y el segundo plan en caso que el primero no resulte, era realizar un simulacro de operación, es decir estirar algunos músculos y tal ves modificar en algo las líneas de expresión para tenerlo tranquilo mientras operaba y así dar el tiempo de ser rescatado.  Lo que deseaba el jefe de la banda era una locura, cambiar el rostro de una persona no era fácil y menos romper huesos como si fueran cascaras de nuez. Confiaba en Tesio y sus agentes, Oscar Martel le habia dicho que era un oficial de primera linea. Fernando Salas no sabia que la policía habia perdido su rastro y que lo buscaban por la zona sin hallar el lugar exacto del deposito. 



CONTINUARÁ                               
                      

 

lunes, 6 de octubre de 2025

TRES HISTORIAS... ¡TRABAJO, SOLO TRABAJO!

El doctor Oscar Martel había escuchado el plan de su amigo Tesio, no podía desconfiar de él porque era un experimentado jefe policial y sabía como actuar en casos como ese.
-Oscar no podemos perder más tiempo el plan debe ejecutarse mañana, como te dije antes, voy a crear una emergencia con uno de mis agentes, tú debes estar en la sala para recibirlo y llamar de inmediato a Fernando para que se acerque al hospital, él te conoce y va hacer caso a tu llamada. En la sala de emergencia hablas con él, convéncelo de que es el único camino para salvar a su familia, si todo sale bien antes del medio día de mañana, su esposa y sus hijos estarán volando fuera del país. En al aeropuerto yo arreglo todos los documentos para que salgan, solo deberán traer una mochila por persona con dos mudas, nada más- señaló Tesio el jefe de policía.
-Tesio confió en ti y en tu plan, me voy a encargar mañana de estar a las siete de la mañana en el hospital para recibir a tu agente en la sala de emergencia, luego llamo a Fernando para que venga, él no trabaja conmigo pero es un cirujano plástico muy reconocido y mi justificación será que es necesaria su presencia para que examine a un paciente y me diga que debo hacer- contestó el doctor Martel.
-Oscar hay algo muy importante que debes tener en cuenta- respondió el jefe de policía -el hombre que vigila a tu amigo no debe entrar a la sala de emergencia y tampoco debe verte, no quiero que te involucres en el caso o que pueda reconocerte más adelante y crear un problema mayor. Con esta gente no se juega, son peligrosos y no se detienen ante nada-. 
-No te preocupes amigo, voy a seguir al pie de la letra el plan y te aseguro que el hombre que lo vigila no va a verme, ni entrará a la sala de emergencia- dijo el doctor seguro de preparar todo en el hospital para que no haya problemas. 
-Entonces, mañana a las siete de la mañana será la emergencia. Oscar confío en que puedas lograr convencer a tu amigo y que todo tengan un buen final- dijo el jefe de la policía de investigaciones.
El doctor Martel se despidio de su amigo y fue al hospital para seguir con su trabajo. Tesio en su oficina comenzó a planificar la emergencia que debía simular uno de sus hombres para llevarlo al hospital, nada debía estar fuera de lugar para no levantar sospechas. Dos de sus agentes vestidos de doctores estaría en todo momento vigilando la operación.
El día terminó temprano para el doctor Martel, se dirigió a su hogar y en todo el camino repasaba las palabras que iba a mencionar a su amigo para convencerlo de que se ciña al plan del jefe de policía, tenía que lograr convencerlo y esperaba que Fernando tome la operación por el lado positivo.
Trató de distraerse conversando con su esposa a la hora de llegar a casa, no deseaba contarle a Felicia lo que iba hacer con Tesio para ayudar a Fernando, cuando todo termine, comentaría con ella para que sepa donde se fue su amigo. Conversó un momento con sus hijas y a la hora de irse a dormir no podía conciliar el sueño, estaba nervioso y preocupado. Después de la media noche pudo por fin quedarse dormido. Al amanecer del nuevo día fue el primero que se levantó, tomó un desayuno ligero y se despidio de su familia, no podía llegar tarde al hospital, Felicia estaba preocupada por su comportamiento pero no insistió, sabía  que algo sucedía, iba a esperar el momento oportuno para hablar con su esposo.
Oscar Martel llegó al hospital, entró a la sala de emergencia para disponer todo y dejar ordenes claras al personal medico, no explicó los detalle de lo que iba a suceder dentro de una hora, mientras menos personas sepan, será más seguro para todos. 
Como habían quedado con Tesio, la emergencia llegó a las siete de la mañana, una ambulancia a toda velocidad entró al hospital y el paciente que iba adentro se desangraba, tenía el rostro cubierto con una tela. Oscar Martel llamó a su amigo para decirle que venga al hospital, era urgente, él necesitaba su opinión en un caso de vida o muerte. Fernando intrigado contestó: -Oscar el hospital tiene cirujanos plásticos, ¿por qué necesitas mi presencia?-.
-Fernando es un caso difícil y dada tu experiencia puedes dar tu opinión a los cirujanos del hospital-. 
-Correcto, si se trata de una emergencia voy para haya en seguida, no tardo-. contestó Fernando a su amigo.
El doctor Salas corrió a cambiarse de ropa, le dijo a su esposa que debía ir al hospital -es una emergencia querida, Oscar me necesita, pide mi presencia- dio pocas explicaciones y salió tan rápido como pudo, el hombre que lo vigilaba viajó con él en su carro y al entrar al hospital, fue detenido por los enfermeros:  -No puede entrar a la sala de emergencia, es solo para el personal medico-. señalaron. 
-Oscar estoy aquí ¿donde está el paciente?- preguntó Fernando -me dijiste que era una emergencia ¿es una broma?-  habló con disgusto.
El doctor Martel respondió: -no es una broma Fernando, es algo muy serio, necesito que escuches con atención lo que voy a decir  y hagas exactamente lo que digo para salvar a tu familia-. comenzó a explicar con detalles lo que debía hacer y que había hablado con su amigo de la policía.
Fernando iba a subir la voz y Oscar con la mano tapo su boca -no hables alto recuerda que afuera hay un hombre que sigue tus pasos-.
-Me prometiste que no dirías nada a la policía ¡Oscar! ¡cómo has podido engañarme!- exclamó molestó Fernando.
-Es el único camino para salvar a tu familia, no desperdicies esta oportunidad, lo tomas o lo dejas, nada va a salir mal si sigues al pie de la letra lo que digo y con los detalles del caso comentó a su amigo lo que debía hacer para sacar a su familia del pais-.
Fernando Salas no sabía que hacer, tenía miedo y dudaba, su familia correría un gran riesgo si no resultaba el plan. Pero su amigo tenía razón al decir que era el único camino para salvar a su esposa e hijos y sacarlos del medio.
-Esta bien Oscar acepto el plan, no importa lo que suceda conmigo, quiero a mi familia fuera de esto, ellos no tienen la culpa de nada- dijo con angustia Fernando.
-Ni tú tampoco estimado amigo, esta gente te buscó, se acercó a ti y no al revés- dijo Oscar y continuó:
-Ahora te toca convencer al jefe de la banda para hacer el cambio y quedarte con ellos. Después que tu esposa e hijos se hayan ido del país, Tesio y sus agentes te van a rescatar de las manos de este hombre. No temas todo va ir bien, no pierdas tiempo y habla con el jefe-. insistió Oscar a Fernando
-Esta bien Oscar, haré lo que me dices para sacar a mi familia del peligro-.
Un agente va a seguir tu carro con mucho cuidado para no delatarse y corras riesgo. Sigue el plan y todo estará bien-.terminó de hablar Oscar.
El doctor Salas se despidio de su amigo y salió del hospital, de nuevo el hombre de negro lo vigilaba, no lo dejaba solo un momento. Fernando para no levantar sospechas fue a su consultorio como siempre para vigilar como iba la preparación de la sala de operaciones, si así se le podía llamar. Una hora después el jefe llamó a su hombre y éste le comunicó que el doctor quería hablar con él, era urgente.
El jefe aceptó pero se iban a reunir en otro sitio para conversar, se encontraron en en un restaurante cerca a la playa. Fernando hizo un gran esfuerzo para calmar su nerviosismo, debía hablar en forma natural y con  firmeza para convencer al jefe de hacer el canje de él por su familia.
-¿Cual era la urgencia qué tenias para necesitar mi presencia?- preguntó el mafioso.
Fernando con voz segura le comentó lo que deseaba y le dijo que no iba a cambiar de idea, su familia por él -Es a mí a quien necesitas, deja a mi esposa e hijos libres para que pueda operarte con tranquilidad y hacer lo que me pides-.
El mafioso lo observó con detenimiento, hasta un punto tenía razón, al doctor lo necesitaba y no deseaba que salga mal la operación de su rostro, mientras esté médico esté en su poder, nada iba a cambiar: -está bien, aceptó tu propuesta pero tú estarás a mis órdenes y serás vigilado día y noche- sentenció el jefe.
Fernando presentía donde se estaba metiendo, pero su familia era primero: -entonces déjame ir a mi hogar para preparar a mi familia y llevarlos al aeropuerto, van a viajar fuera del país- señaló Fernando y no dijo donde.
El acuerdo había quedado sellado entre el jefe y el doctor Salas, éste no se atrevía a decir nada, se puso de pie y de nuevo con el mismo hombre de negro que lo seguía como su sombra, se retiró.
En el camino a su casa imaginaba la reacción de su esposa ¿por qué tenía que viajar ella con sus hijos? ¿a donde irían? ¿aceptaría la realidad? eran preguntas que no sabía responder. 
Cuando llegó a su casa le dijo al hombre de negro que lo espere afuera, él tenía que hablar con su esposa. Mortificado salió a la calle donde estaban dos hombres que simulaban ser jardineros. Fernando corrío a su habitación, era temprano, todavía su esposa seguía descansando, sus hijos estaban en el colegio. 
-¡Luz despierta, despierta!- repitió -es necesario que te alistes vas a viajar con nuestros hijos a Miami a la casa de tu hermana, yo en unos días me voy a reunir contigo y nuestros hijos, es un asunto muy peligroso, tienes que hacerme caso-.
Su esposa lo miró  extrañada y se preguntó de que película había sacado el tema del peligro: 
-Fernando que estás diciendo, que hay peligro de que hablas, nuestros hijos están en el colegio-
-No hay tiempo que perder en explicaciones debes viajar con los chicos, se trata de una amenaza a mi persona, no te preocupes todo va estar bien si me haces caso. Prepara las mochilas de los muchachos yo voy al colegio a recogerlos, vamos a estar de viaje unas semanas-. dijo al final Fernando y salió para recoger a sus hijos en el colegio.
La esposa del doctor Salas vio que Fernando no estaba bromeando, lo que decía era muy serio, su rostro tenía una expresión de angustia. Se levantó de la cama para alistar las mochilas de sus hijos, su esposo no tardaría en regresar.
Los hijos de Fernando al saber que se iban de vacaciones a Miami, comentaban felices lo que iban hacer en la ciudad. ¡Qué divertido son  vacaciones para nosotros! dijo uno de ellos. De regreso a casa la madre había alistado las mochilas, mientras los niños se cambiaban ella le dijo a su esposo: -Fernando es tan peligroso que nos tienes que sacar del país-. 
-Si querida, gracias por comprender y aceptar esta realidad, yo me reuniré con ustedes en unos días no te preocupes- Fernando besó a su esposa y la abrazó. Casi llora pero se contuvo, no debía preocuparla para que viaje tranquila con sus hijos.
Los chicos estaban listos y las mochilas también, todos juntos subieron al carro, camino al aeropuerto, la hija preguntó: -padre voy a perder varios días de clases como voy hacer para ponerme al día en los cuaderno y presentarme a los exámenes- la niña era más consiente de que algo pasaba.
-No te preocupes hijita, yo ya hablé con la directora para que te tome los exámenes en días posteriores- dijo el doctor.
El hijo varón por ser el menor no se daba cuenta de la situación, para él eran unos días de vacaciones y diversión, su hermana era una agua fiestas.
En el aeropuerto los esperaban sus papeles y pasaportes especiales como refugiados políticos, Fernando le había anticipado a su esposa como iban a viajar. Ella al borde del llanto dijo: -es verdad lo que me dices, vas a venir pronto con nosotros-.
-Si querida no digas nada, ese hombre de negro que me vigila nos puede escuchar y va ser el fin. Pronto voy a estar con ustedes no te preocupes-. Abrazó a su esposa e hijos les dijo que los quería mucho y los vio entrar en el apartado con el resto de pasajeros, para su vigilante todo había sido normal, no se había percatado de la situación y mucho menos a que ciudad viajaban. A la hora de entrar al avión un agente de la policía se acercó a la familia Salas para entregarles sus documentos. El doctor Fernando solo estuvo tranquilo cuando vio que su familia estaba a salvo y viajaba dentro de un avión con destino a Miami. Él no tenía idea si los volvería a ver, su vida era una pesadilla de la que rogaba despertar y volver a la realidad.


CONTUNIARÁ