Entre los planetas del sistema solar, sólo la Tierra es sede de vida superior. No sabemos y tal vez nunca lo sepamos, si en otros planetas de otras galaxias hay vida similar a la de la tierra o seres como el hombre que habita nuestro planeta. La ciencia ha progresado rápidamente en la era de los viajes espaciales. Sin embargo, los enigmas que nos plantea la tierra aumentan en vez de disminuir en el curso de los siglos. Y no son menores aunque el hombre vaya conquistando la superficie de la tierra con invenciones cada vez más complicadas.
En los primero milenios de la existencia del hombre, este contemplaba la naturaleza con angustia y terror, no comprendía los fenómenos naturales, ni los movimientos sísmicos. La naturaleza con todo su poder, aparecía ante él, llena de demonios que había que conjurar y aplacar, Sin embargo comprendió que necesitaba de ella para vivir.
Montañas y cascadas, fieras y árboles, desiertos y volcanes eran para el hombre dioses vivientes que lo castigaban a diestra y siniestra. Tenia que comenzar a comprender y a sobrevivir en un mundo hostil. La naturaleza que lo rodeaba marcaba su vida y su imaginación. Poco a poco aprendió de agricultura y se sorprendió de la generosidad de la tierra que lo alimentaba. Es entonces que comete un grave error, al pensar que ha dominado la naturaleza y se pasea por la tierra sintiéndose un pequeño Dios. Pero pronto un terremoto, erupción volcánica o una inundación, lo hace volver a la realidad de su pequeñez en el mundo.
Los seres humanos necesitamos el verde de un bosque o un campo. Es en la naturaleza donde esta la belleza y escritores y poetas han escrito sobre ella. Quedando extasiados ante tanta grandeza.
Hubo un tiempo aunque no se crea, que la tierra estaba llena de verde y podían verse hipopótamos caminando en el sur de Inglaterra y crecían palmeras en el norte de Alemania. Podemos decir que la tierra entonces era un paraíso.
Son las rocas testimonios y documentos de la historia pasada de la tierra. Para un geólogo no son materia muerta sino testimonio de un proceso dinámico que vivió la tierra.
Los grandes bosques en la actualidad, se han reducido pero aun siguen siendo áreas importantes sobre la faz de la tierra. El agua elemento vital que da vida, sin ella no seriamos nada. El mar es un amable proveedor de pescado, pero también es una fuerza furiosa. Hace falta gran pericia de manejo de un barco para capear sus grandes olas.
Todo lo que sucede en la tierra puede reducirse a cuatro elementos: fuego. agua, aire y tierra. Estos elementos combinan el ritmo de la vida del hombre que puede convertirse en un pequeño infierno cuando desatan su fuerza. Cada cambio meteorológico, influye en nuestro modo de vivir y afecta a nuestro bienestar.
Entonces podemos decir que la naturaleza nos domina, nos da vida y nos alimenta. Vivimos al compás que ella nos marca y tenemos temor y respeto de ella.
En la actualidad la ciencia avanzado tanto que puede determinar la edad de la tierra y como se formó hace millones de años. Puede explicar los procesos que producen un sismo. Pero el hombre es consciente que no puede dominar la naturaleza y solo trata de adaptarse a ella para seguir viviendo.
Necesitamos un planeta verde, para nuestro equilibrio, nuestra vida y nuestro futuro. La tierra es una bendición de vida que nos acoge y nos resguarda, en la inmensidad de este gran universo.
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