Con el peligro que corría el Sol y la Tierra, Abril fue a buscar a su amiguito Jhony para contarle lo sucedido con la Estrella Fugaz.
Cuando Jhony salio de su casa al encuentro de su amiga, estaba intrigado ¿qué sucedía? ¿por qué Abril lo llamaba?
-Jhony- dijo Abril preocupada -he venido a buscarte porque confió en que creas lo que tengo que decir, escúchame por favor. -Yo me encontraba asomada en la ventana de mi habitación cuando de pronto una Estrella Fugaz se acercó a mí y me contó lo que está sucediendo con el Sol y cómo podemos ayudarlo.
Jhony interrumpió a su amiga -¡has hablado con una Estrella Fugaz!
-¡Si! debes creer, es verdad- dijo Abril con insistencia.
Jhony al ver la desesperación de su amiga agregó -está bien, Abril, te creo...¡calma! Pero qué fue lo que sucedió, ¿cómo vamos a salvar a Sol?...¡somos niños!
Abril respiró profundamente, rogaba que Jhony al fin crea su historia y le ayude a convencer a los demás niños.
-Me preguntas ¿cómo vamos a salvar al Sol? con la fuerza que hay en nuestros corazones...la Estrella Fugaz me dijo...
Preocupado, Jhony miraba a su amiga, lo que ella le estaba diciendo sobre su encuentro con la Estrella Fugaz era increíble, tenía muchas dudas y miedo pero la seriedad de sus palabras terminaron por convencerlo.
Él sabía que Abril nunca jugaría con una situación tan grave como la que se estaba viviendo.
Por eso tranquilizo a su amiga -está bien, Abril vamos ayudar al Sol, solo espero que la Estrella Fugaz no se haya equivocado.
-No, ella no se ha equivocado, ella quiere ayudar al Sol.
-No, ella no se ha equivocado, ella quiere ayudar al Sol.
Abril y Jhony fueron juntos para buscar a los demás niños y reunirse más tarde en el parque. Aunque ambos sentía temor de la oscuridad no dudaron y siguieron adelante con el plan.
Abril confiaba en las palabras de la Estrella.
Caminaron para buscar a todos los niños del vecindario y estos a su vez llamaban a más niños, aunque no sabían de que se trataba, todos se dirigían al parque.
El frío por la ausencia del Sol se comenzaba a sentir. El tiempo se agotaba, era necesario darse prisa y explicar a los demás qué estaba sucediendo y cuál era el plan para rescatar al Sol.
Reunidos en el parque, había una gran cantidad de niños y seguían llegando cada vez más. Todos se pasaban la voz.
Se pidió silencio para que Abril pueda hablar. Ella se sentía feliz al ver gran cantidad de niños. Con un poco de temor y duda comenzó a relatar su historia.
En el parque había un gran silencio, todos seguían atentos las palabras de Abril.
-Todos sabemos que el Sol ha sido atrapado por una nube gigantesca y se está debilitando. Quiero contarles como ha sido mi encuentro con la Estrella Fugaz y el plan para ayudar a salvarlo.
Los niños reunidos, miraban a Abril, cómo podía contar una historia así, lo que decía no podía ser verdad.
Al ver que los demás dudaban, Jhony, intervino levantando la voz para apoyar a su amiga:
-¡Tienen qué creer amigos! Abril está diciendo la verdad, yo también he visto a la Estrella Fugaz.
Jhony se vio obligado a decir una pequeña mentira para convencer a todos que eran verdad las palabras de Abril. Ella agradeció el gesto y siguió con su historia -Lo importante es no dudar de que la fuerza y el poder está en cada uno. La nube viene del lado oscuro del Universo y convertir quiere todo en destrucción.
Se escuchaban murmullos había desconfianza entre los niños la historia era extraña, nadie sabía que decir, hasta que el pequeño Alejandro uno de los niños preguntó:
-¿Cómo vamos a subir hasta el Sol?
y ¿de qué manera lo vamos a salvar?
Es una buena pregunta- contestó Abril más confiada -lo que debemos hacer es ir hasta la pequeña montaña que queda a las afueras de la ciudad, subir a la cumbre para desde ahí impulsarnos y viajar para llegar al Sol, una vez cerca cada uno de nosotros debe aferrarse a la nube para debilitarla.
-Todo lo que nos estás diciendo te lo dijo la Estrella Fugaz- comentó con desconfianza Rosy, una de las niñas.
-Si todo es parte del plan de la Estrella y es necesario confiar en nuestro poder porque solo así tendremos la fuerza para enfrentar la oscuridad de la nube y liberar al Sol.
Después de escuchar la historia los niños dudaban ¿qué hacer? ¿cómo podían creer?
Sus palabras fueron claras al comentar -si no lo hacemos, si no ayudamos al Sol, miren bien cuál es el panorama que nos rodea ¿tenemos algo qué perder?- dijo Abril
Sus palabras fueron claras al comentar -si no lo hacemos, si no ayudamos al Sol, miren bien cuál es el panorama que nos rodea ¿tenemos algo qué perder?- dijo Abril
No había otra salida, luego de unos instantes de duda los niños decidieron confiar. Su misión ahora era, ir juntos a rescatar al Sol. En el camino podían encontrar algún peligro pero ellos no se iban a detener.
Por la gran avenida que los llevaba directo a la montaña caminaban los niños, cada vez llegaban más y más.
El frió de la noche y el viento helado golpeaba sus rostros pero ellos avanzaban, debían llegar cuanto antes a la montaña, el tiempo se agotaba y el panorama no podía ser más oscuro.
CONTINUARÁ.
CONTINUARÁ.