domingo, 14 de mayo de 2017

ABRIL Y LA ESTRELLA FUGAZ

Era un día lleno de Sol, los niños jugaban alegres en el parque; de pronto sin que nadie se de cuenta apareció en el cielo una nube gigantesca que viajaba con dirección al Sol. 
La gente miraba sorprendida como la nube envolvía al Sol. 
Todos decían  que no había de que preocuparse, la nube se iría en pocos segundos y el Sol volvería a brillar. 
Abril sin comprender lo que pasaba corrió a los brazos de su madre y llena de miedo se puso a llorar. Para ese instante la nube había envuelto completamente al Sol dejando a la tierra sin luz y sin calor. 
La gente asustada en el parque seguía diciendo que pronto se iría la nube que solo se trataba de un fenómeno natural, pero el tiempo transcurría y todo seguía igual. 
De más está decir que el pánico se apoderó de la ciudad, todos corrían de un lado a otro sin saber a donde ir. El día pleno de Sol se había convertido en una noche oscura. 
Abril y su madre caminaron de prisa con dirección a casa, no podían comprender que estaba sucediendo.  
Mientras en la tierra se vivía el terror, en el cielo se llevaba acabo una batalla desigual, el Sol cubierto completamente por la nube no podía dar su luz y ni su calor. Al verse en desventaja molesto preguntó:
-¿Nube por qué estás haciendo esto? ¿por qué quieres apagar mi calor? 
La nube contestó con ironía -no te das cuenta que lo que deseo es destruirte porque esa es mi misión. Yo viajo por el universo destruyendo estrellas más grandes y luminosas que tú. 
El Sol no podía comprender el accionar de la nube,
nunca antes le había ocurrido algo así, pero no estaba dispuesto a rendirse sin luchar y en su desesperación por librarse de la nube aumento al máximo el calor de su cuerpo para ver si con esto la nube comenzaba a derretirse, perdía la fuerza y dejaba de asfixiarlo sin piedad. 
Espero un instante para ver que pasaba y su desilusión  fue mayor al comprobar que esta acción no tenia ningún efecto sobre la nube y al contrario solo la fortalecía más. 
El Sol en su lucha desesperada sentía que la fuerza lo abandonaba, debilitado, no quería que la nube se de cuenta que lo estaba venciendo por eso lleno de ira exclamó:
-Nube, no creas que me estás venciendo, no voy a rendirme ¡tú no conoces la gran fuerza de mi poder! 
La nube siguió asfixiando al Sol y con voz de triunfo contestó - ¡Crees que eres más fuerte que yo!  pues te equivoca, tu no conoces mi gran poder. 
-¿Por qué quieres destruirme? preguntó el Sol desconcertado.
La nube molesta agregó -quiero destruirte porque yo vengo del lado oscuro del Universo y convertir quiero todo en destrucción. 
El Sol y la nube guardaron silencio y continuaron su lucha desigual, ambos querían demostrar cuál era el más fuerte y ninguno de los dos estaba dispuesto a rendirse hasta el final. 
Una Estrella Fugaz que pasaba en ese momento por el lugar, se detuvo un instante  para observar la lucha entre el Sol y la nube, se dio cuenta que si el Sol no recibía pronto ayuda se apagaría para siempre. 
La Estrella Fugaz nunca antes había visto algo así, preocupada trató de ayudar al Sol pero no sabía como hacerlo porque de acercarse demasiado sería absorbida por la fuerza que despedían el sol y la nube y en segundos sería destruida. 
La Estrella miraba con angustia lo que sucedía y si no hacía algo pronto, el Sol se apagaría y todo aquello que lo rodeaba moriría congelado y en la oscuridad. 
¿Qué hacer? ¿ a donde ir para buscar ayuda? llena de tristeza, miró a su alrededor y vio un pequeño planeta tercero en el orden después del Sol. La Estrella sabía que ahí encontraría ayuda, por eso sin dudar más se dirigió a la Tierra, no tenía mucho tiempo, el Sol  perdía fuerza y calor.  
Mientras la Estrella Fugaz viajaba a toda velocidad por el Universo,  Abril desde su ventana miraba asustada  que  todo estaba oscuro y en silencio, el día de pronto se había convertido en noche.
¿Qué pasaría ahora con la tierra si el Sol no volvía  a brillar? se preguntaba confundida y asustada  que no se dio cuenta en el momento en que la Estrella se acercó a ella y con voz suave le dijo:
-No temas Abril, soy tu amiga, soy una Estrella Fugaz que viene a decirte qué está sucediendo con el Sol,  porqué ahora no brilla y cómo podemos ayudarlo.
La niña miró asustada a la Estrella Fugaz y sobreponiéndose a su temor dijo:
-No, no tengo miedo  pero como comprenderás  no es natural que yo este hablando con una Estrella Fugaz. 
-Si, tienes razón- contestó la estrella para no asustar a la niña - pero es necesario que confíes en mí y en mis palabras porque el Sol corre un gran peligro y si no lo ayudamos, pronto se apagará para siempre. Una nube gigantesca lo tiene atrapado y lo está debilitando.
CONTINUARÁ 
      

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