Salvatore terminó de hablar con el cónsul y se retiró de la embajada. La conversación había sido directa y clara. El cónsul le había dado algunas sugerencias para ayudarlo, la primera era que tenga calma y la segunda que se presente con Giuseppe Pasquale un compatriota que vivía hace muchos años en Managua, tenía su familia y el cónsul lo conocía porque en varias ocasiones realizó trabajos de imprenta para la embajada.
Giuseppe Pasquale era el dueño de una imprenta importante en la ciudad y podía darle trabajo para ganar algo de dinero y mantenerse en su nueva situación. Por el momento nada más se podía hacer. Salvatore caminó unos pasos por la avenida miraba el papel con la dirección de la imprenta que le había dado el cónsul -no te preocupes- dijo -yo voy a llamar a Giuseppe para comentarle que tú vas a ir y que por favor te ayude, estoy seguro que no se va a negar, de todas maneras dinero vas a necesitar.
Respiró profundamente la mañana era clara y el Sol ya estaba en el cielo.
Antes de regresar al hotel fue directo a la imprenta que no quedaba muy lejos de la embajada. Cuando llegó hasta el lugar la puerta estaba abierta de par en par, en lo alto había un letrero que decía imprenta Mi Favorita, entró y no tuvo que presentarse porque Giuseppe Pasquale ya estaba enterado de lo que se trataba y al verlo sabía que era Salvatore.
Antes de regresar al hotel fue directo a la imprenta que no quedaba muy lejos de la embajada. Cuando llegó hasta el lugar la puerta estaba abierta de par en par, en lo alto había un letrero que decía imprenta Mi Favorita, entró y no tuvo que presentarse porque Giuseppe Pasquale ya estaba enterado de lo que se trataba y al verlo sabía que era Salvatore.
Por suerte el cónsul no dio detalles de su situación, solo le comentó que necesitaba trabajo por un tiempo.
Salvatore quería guardar por el momento detalles de su estadía en Managua, era mejor así.
Se presentó con Giuseppe y este le dijo que podía empezar a trabajar ahora mismo -no te preocupes aquí tienes trabajo, el salario no es muy alto pero te puede alcanzar.
Se presentó con Giuseppe y este le dijo que podía empezar a trabajar ahora mismo -no te preocupes aquí tienes trabajo, el salario no es muy alto pero te puede alcanzar.
Giuseppe interrogó a Salvatore, si conocía algo del trabajo de imprenta, éste le dijo que no pero que estaba dispuesto ha aprender.
Los dos italianos conversaban en su idioma, Salvatore le preguntó donde podía encontrar un hospedaje más barato que un hotel, Giuseppe contestó:
Los dos italianos conversaban en su idioma, Salvatore le preguntó donde podía encontrar un hospedaje más barato que un hotel, Giuseppe contestó:
-No te preocupes, en el segundo piso de
la imprenta tengo un depósito que se puede acondicionar para que te hospedes ahí el tiempo que necesites.
Salvatore no sabía como agradecer a su nuevo amigo, un señor mayor que estaba casado y tenia dos hijos contemporáneos a él.
Ahora venia lo más difícil porque no sabía si podía aceptar que se quede con Tonino en la imprenta.
-Giuseppe puedes darme permiso para quedarme en la imprenta con mi perro, él puede ser un excelente guardián.
-Tienes una mascota, eso es un poco complicado pero mientras no sea un animal ruidoso y peligroso está bien, atrás hay un patio donde se puede quedar mientras trabajamos- comentó Giuseppe de buena gana, sin molestarse.
Salvatore volvió agradecer a su amigo y agregó -no te preocupes Tonino no va molestar-. Dicho esto se retiró y prometió que la mañana siguiente estaría temprano en la imprenta para comenzar a trabajar.
Regresó al hotel y buscó a Tonino que lo habían puesto en jardín interior, ni bien vio a Salvatore se abalanzó sobre él moviendo la cola de felicidad, ambos subieron a la habitación.
Salvatore se sentó en la cama, tenía que llamar a sus padres para contarles su nueva situación, lo haría sin crearles alarma ni preocupación, ciertos detalles era mejor dejarlos para que no se preocupen por él.
Habló con cada uno de sus padres sin exagerar lo que estaba viviendo, les comentó que se encontraba bien que no se preocupen y por último les pidió si podían enviarle un poco de dinero ya que estaba necesitado.
Sus padres no se negaron y dijeron que el dinero sería enviado al día siguiente. Salvatore les dijo que hagan el envío a nombre de Giuseppe Pascuale y les dio la dirección de la imprenta.
Sus padres no se negaron y dijeron que el dinero sería enviado al día siguiente. Salvatore les dijo que hagan el envío a nombre de Giuseppe Pascuale y les dio la dirección de la imprenta.
Había decidido esto porque no quería usar su tarjeta de crédito para evitar ser ubicado por medio de ésta si tenía una orden de captura, era mejor por un tiempo mantenerse oculto para evitar más problemas,además en su cuenta de ahorros ya no quedaba mucho dinero.
Sus padres se sorprendieron con esta petición -qué sucede hijo- preguntó su padre pero Salvatore logró calmarlos diciendo que todavía no tenía una dirección fija y les aseguró que estaba bien que Giuseppe era una persona seria y podía confiar en él.
Cuando terminó de hablar se despidió de sus padres, Salvatore les dijo que por un tiempo estaría en Managua y que luego vería que iba a hacer.
No quería desesperarase eso no le hacia bien y tampoco quería caer en un estado depresivo, nada de eso era bueno para él.
Ahora tenía que pensar con calma, agradeció al cónsul la ayuda y a Giuseppe también, sin ellos no sabía que hubiera hecho.
El siguiente paso era resolver el pago del hotel, con el dinero que iba a recibir podía cancelar la habitación y mudarse al segundo piso de la imprenta. Pensaba que esta era una nueva vida, quería olvidar su pesadilla. Tonino estaba a su lado y movía la cola feliz por su amo.
CONTINUARÁ
Ahora tenía que pensar con calma, agradeció al cónsul la ayuda y a Giuseppe también, sin ellos no sabía que hubiera hecho.
El siguiente paso era resolver el pago del hotel, con el dinero que iba a recibir podía cancelar la habitación y mudarse al segundo piso de la imprenta. Pensaba que esta era una nueva vida, quería olvidar su pesadilla. Tonino estaba a su lado y movía la cola feliz por su amo.
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