Salvatore y Rosanella seguían adelante con su compromiso, ambos se veían después del horario de trabajo, se sentían felices al estar juntos.
Cuando Rasanella conoció a Tonino éste la aceptó como parte del equipo y muy pronto los tres paseaban por las calles de Managua.
Cuando Rasanella conoció a Tonino éste la aceptó como parte del equipo y muy pronto los tres paseaban por las calles de Managua.
Rosanella le mostraba a Salvatore sus lugares favoritos de la ciudad y alguno que otro fin de semana se escapaban en un viaje a la ciudad de Granada.
Nada podía ser más perfecto para ellos que la compañía mutua y Tonino a su lado.
Una noche que regresaban un poco tarde a la imprenta, Rosanella y Salvatore subieron al segundo piso, no había palabras entre los dos, el amor flotaba en el aire, la luz de la habitación quedó apagada, solo la noche era su cómplice, pronto entre los dos no existía espacio que los separe, eran uno solo. El sentimiento, el amor estaba con ellos.
Rosanella se quedó al lado de Salvatore hasta el día siguiente. Como era Domingo se tomaron todo el tiempo para levantarse, no había prisa ambos estaban felices, se tomaban de las manos, las palabras estaban demás.
Rosanella se quedó al lado de Salvatore hasta el día siguiente. Como era Domingo se tomaron todo el tiempo para levantarse, no había prisa ambos estaban felices, se tomaban de las manos, las palabras estaban demás.
A media mañana se alistaron para ir a desayunar, salieron con Tonino eran de nuevo los tres.
En el restaurante pidieron el desayuno y mientras esperaban de pronto sonó el celular de Salvatore, sus padres lo llamaban, como siempre la comunicación con ellos era fluida...conversaban seguido. Le anunciaban a Salvatore que en tres días estaban viajando a Nicaragua querían visitarlo, querían ver como estaba.
Él sintió mucha alegría de volverlos a ver pero les advirtió que no tenía un lugar donde recibirlos, sus padres le dijeron que no había problema, ellos se quedarían en un hotel. Era la ocasión perfecta para que conozcan a Rosanella, pensaba Salvatore.
En el restaurante pidieron el desayuno y mientras esperaban de pronto sonó el celular de Salvatore, sus padres lo llamaban, como siempre la comunicación con ellos era fluida...conversaban seguido. Le anunciaban a Salvatore que en tres días estaban viajando a Nicaragua querían visitarlo, querían ver como estaba.
Él sintió mucha alegría de volverlos a ver pero les advirtió que no tenía un lugar donde recibirlos, sus padres le dijeron que no había problema, ellos se quedarían en un hotel. Era la ocasión perfecta para que conozcan a Rosanella, pensaba Salvatore.
Al medio día decidieron ir a la casa de Rosanella, ella quería presentar a Salvatore con sus padres, el compromiso entre los dos iba en serio.
Cuando llegaron a su casa, Rosanella hizo pasar a Salvatore a una sala mientras iba a buscar a sus padres, ellos estaban en su habitación.
La casa era grande y elegante, todo el ambiente era fino, se notaba gran cuidado en la decoración Salvatore estaba asombrado.
En la habitación, Rosanella con sus padres conversaba, se inicio una discusión, sus palabras eran de reproche ¿donde has estado? estaban molestos no les agradaba que saliera con Salvatore ¿quién es él? un desconocido decía el padre, no es la persona que hemos soñado para ti.
Rosanella no quiso discutir con ellos pero dijo -no se olviden que yo soy una persona adulta que trabajo y dependen de mí las decisiones con respecto a mi vida.
Dio media vuelta y se retiró de la habitación. Lamentaba la actitud de sus padres no alcanzaba a comprender sus razones.
Se dirigió a la sala donde estaba Salvatore le pidió salir de la casa, tenía que respirar aire fresco se sentía mal e incómoda con sus padres.
En la calle caminaron en silencio unos instantes tomados de la mano, hasta que Rosanella comenzó hablar: primero le pidió disculpas a Salvatore por el comportamiento de sus padres, le dijo que ellos eran buenas personas pero siempre habían soñado para ella, un matrimonio por todo lo alto con una persona de su misma condición social -no lo tomes a mal Salvatore-ellos no te conocen, no saben quién eres, poco a poco yo les voy a hablar de ti para que sepan acerca de tu persona, que haces y a que te dedicas- dijo Rosanella para explicar a Salvatore porque sus padres no habían salido a recibirlo.
Éste se sintió incómodo, pero no quería renunciar a Rosanella, solo comentó. -No sé que puedo decir, la decisión es nuestra y si tu deseas continuamos, somos adultos Rosanella y podemos seguir adelante, no quiero que te sientas mal.
Éste se sintió incómodo, pero no quería renunciar a Rosanella, solo comentó. -No sé que puedo decir, la decisión es nuestra y si tu deseas continuamos, somos adultos Rosanella y podemos seguir adelante, no quiero que te sientas mal.
Terminaron el día paseando y conversando sobre ellos, Rosanella regresó temprano a su casa, tenía que hablar con sus padres.
Salvatore de regreso a la imprenta, se echó en la cama que la noche anterior los había cobijado, pensaba cuál seria su futuro...¿futuro? se preguntaba.
Salvatore de regreso a la imprenta, se echó en la cama que la noche anterior los había cobijado, pensaba cuál seria su futuro...¿futuro? se preguntaba.
Los padres de Salvatore llegaron a Managua y para ese día Giuseppe le había dado libre para estar con sus padres todo el día.
Salvatore se alegraba de recibirlos y ellos aún más felices de ver a su hijo que estaba bien a pesar que el tiempo se había cumplido, ya eran más de seis meses.
Se hospedaron en un hotel cómodo y elegante, conversaron de lo bien que se veía. Su madre no dejaba de mirarlo, su hijo estaba bien.
Salvatore les habló de sus amigos y recién pudo contar con detalle el porqué de su cambio a Nicaragua, les dijo donde vivía y las cosas que hacía en su día a día, pero mientras hablaba se sentía perturbado, eran dos días que no veía a Rosanella, solo habían hablado por teléfono.
Al tercer día por fin se encontró con Rosanella, después del trabajo Salvatore la llevó a conocer a sus padres, estos quedaron encantados con ella, les agradó su trato y manera de ser, muy pronto estaban los cuatro en una amena conversación.
Entonces Salvatore aprovechó el momento para decir a sus padres que en unas semanas más se casaría con ella, era una decisión bien pensada -no quiero que se preocupen, Rosanella conoce todo sobre mi estado de salud- comentó al final Salvatore.
Rosanella sorprendida con su petición de matrimonio, aceptó. Sus padres se alegraron con su decisión, ahora su hijo no estaría solo pero al mismo tiempo se preguntaban si era lo más acertado.
El día había terminado después de despedirse de sus padres en el hotel y de acompañar a Rosanella a su casa.
Ya en la imprenta, sobre su cama, Salvatore reflexionaba lleno de emociones por la visita de sus padres y por su compromiso, él seguía firme en su decisión pero desde hace unas semanas venía pensando que era mucho el tiempo que estaba en la ciudad, tenía que regresar al mar, era una prioridad, debía seguir con su rutina de ejercicios que tanto bien le había hecho.
Tendría que hablar con Rosanella para planificar con cuidado lo que iba hacer y dijo en voz alta, que no tendría problema con respecto a su situación legal..el mar y la vida lo esperaban. Tonino a su lado era el testigo silencioso de sus reflexiones.
CONTINUARÁ
Salvatore se alegraba de recibirlos y ellos aún más felices de ver a su hijo que estaba bien a pesar que el tiempo se había cumplido, ya eran más de seis meses.
Se hospedaron en un hotel cómodo y elegante, conversaron de lo bien que se veía. Su madre no dejaba de mirarlo, su hijo estaba bien.
Salvatore les habló de sus amigos y recién pudo contar con detalle el porqué de su cambio a Nicaragua, les dijo donde vivía y las cosas que hacía en su día a día, pero mientras hablaba se sentía perturbado, eran dos días que no veía a Rosanella, solo habían hablado por teléfono.
Al tercer día por fin se encontró con Rosanella, después del trabajo Salvatore la llevó a conocer a sus padres, estos quedaron encantados con ella, les agradó su trato y manera de ser, muy pronto estaban los cuatro en una amena conversación.
Entonces Salvatore aprovechó el momento para decir a sus padres que en unas semanas más se casaría con ella, era una decisión bien pensada -no quiero que se preocupen, Rosanella conoce todo sobre mi estado de salud- comentó al final Salvatore.
Rosanella sorprendida con su petición de matrimonio, aceptó. Sus padres se alegraron con su decisión, ahora su hijo no estaría solo pero al mismo tiempo se preguntaban si era lo más acertado.
El día había terminado después de despedirse de sus padres en el hotel y de acompañar a Rosanella a su casa.
Ya en la imprenta, sobre su cama, Salvatore reflexionaba lleno de emociones por la visita de sus padres y por su compromiso, él seguía firme en su decisión pero desde hace unas semanas venía pensando que era mucho el tiempo que estaba en la ciudad, tenía que regresar al mar, era una prioridad, debía seguir con su rutina de ejercicios que tanto bien le había hecho.
Tendría que hablar con Rosanella para planificar con cuidado lo que iba hacer y dijo en voz alta, que no tendría problema con respecto a su situación legal..el mar y la vida lo esperaban. Tonino a su lado era el testigo silencioso de sus reflexiones.
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