domingo, 18 de febrero de 2018

EL VIAJE DE REGRSO

Con las emociones más en calma Bao y su padre leían la carta que Zhao había escrito:
Querida Bao
No sabes la alegría que me da tener noticias tuyas, una de tus tantas cartas enviadas al municipio de la provincia de Shenyang llegó a mis manos desde China. 
Nuestro hermano Tian me la envió. Él a su vez recibió tu carta de un funcionario amigo suyo, ellos se conocen desde el tiempo que hicieron el servicio militar en el mismo destacamento. Este amigo trabaja en dicho municipio y sabía que Tian tenía familia en Perú y como tu misiva pedía información sobre la familia del tío abuelo, su amigo vio por conveniente enviar la carta a nuestro hermano. Como puedes ver yo vivo en Canadá- Montreal  desde hace cinco años y me sentiría muy feliz que aceptes mi invitación para conocernos y hablar de tantos temas relacionados con nuestra familia. 
Espero tu pronta respuesta, tu hermano Zhao
Unas lineas más abajo le mandaba su número de teléfono para que se comunique con él y  le diga cuando iría a visitarlo en Canadá.
La carta de su hermano era corta pero afectiva, Bao miró dentro del sobre y ahí estaba una de sus cartas que muchas veces escribió al municipio, entre otras direcciones. 
Guo que estaba sentado en el pequeño sillón de la habitación de su hija  miraba en silencio la carta escrita por su hijo, no sabía que pensar pero Bao con entusiasmo le dijo:
-Padre voy a viajar a Canadá para visitar a Zhao, el viaje a China lo vamos hacer de todas maneras a mi regreso, es un viaje que los dos nos merecemos, como tu sabes este viaje a Canadá es importante y es algo que los dos esperábamos. 
Bao no hizo mención de un punto importante en la carta y era que su hermano en ninguna línea de la misma, mencionaba a su padre, es más ni siquiera preguntaba por él.
Guo también se había dado cuenta de lo mismo y comentó con tristeza:
-No sé si es conveniente que viajes sola, no sabemos como te recibirá Zhao, ahora es un desconocido para nosotros, debemos pensarlo con calma. 
-Padre, su carta es cariñosa y no tiene un tono agresivo, te pido no te opongas a este viaje, además no voy a viajar sola, voy a pedirle a Ru Hen que me acompañe, estoy segura que no se va negar. Ahora estamos saliendo juntos, los dos tenemos un compromiso. 
Su padre se había dado cuenta de ello y se alegraba por su hija. Ru Hen era un muchacho en el que podía confiar tenía la misma cultura y costumbres de Bao. 
-Esta bien hija, viaja con Ru Hen  y a tu regreso hablaremos de las nuevas  noticia-  y salió de la habitación de Bao.
Guo, caminó hasta el jardín y se sentó cerca al manzano que ya tenía pequeños frutos,  en ese lugar que era su favorito  pensaba que no podía culpar a sus hijos de sentir rechazo hacia él si como su padre les había fallado. Sentía una gran tristeza    
pero a la vez se alegraba, sus  hijos estaban bien y eso era lo más importante.  
Mientras tanto Bao en su habitación, se decía a si misma que escribir tantas cartas, había dado resultados, con eso pudo establecer la comunicación  con sus hermanos. 
La alegría que sentía se ensombreció un instante, en el aire habían demasiadas preguntas y mucho de que hablar con respecto a todos estos años de silencio y distancia con sus hermanos. Tener noticias de ellos, era una gran felicidad.  
Bao, miraba la foto de su madre sobre el velador y comentaba:  
-Madre encontré a tus hijos, cumplí mi promesa-  ella a este viaje a Canadá  iba con la intención de tender puentes con sus hermano, solo esperaba que Zhao la reciba con afecto,  aunque no tenía porque  pensar de otra manera.
En pocos días ya estaba listo el viaje a Canadá Bao iba acompañada de RuHen, él estaba de acuerdo con el viaje y Bao ya se había comunicado con su hermano Zhao para confirmar la fecha exacta que llegaba a Montreal para que él la espere en el aeropuerto. 
Cuando habló por teléfono con su hermano la emoción se desbordaba, ahora por fin lo vería y estarían cerca. 
Guo fue hasta  el aeropuerto para despedir a su hija y a Ru Hen, a éste le pidió que cuide de ella que no la deje sola y a Bao le dijo:
-No insistas en temas, si tu hermano no quiere hablar, se prudente, recuerda que han pasado muchos años y él ya no es el niño que viajó lejos hasta China. 
Guo abrazó a su hija y le dio más recomendaciones, su preocupación era evidente, luego se despidió de ella y la vio partir en su viaje al lado de RuHen.
A los dos los esperaba varias horas de vuelo, se acomodaron en primera clase y se ajustaron los cinturones, el avión partía en ese momento y Bao tenía la esperanza de restablecer los vínculos familiares.  
Las largas horas de vuelo parecían interminables Bao se hacía muchas preguntas pero no quería adelantarse a nada, ni suponer situaciones, Zhao al igual que ella tendría la misma curiosidad de conocer a su hermana, el vínculo de la sangre era muy fuerte aunque hubieran pasado muchos años. 
Bao, había tenido el cuidado de llevar para su hermano algunos regalos y muchas fotos familiares porque él no tenía recuerdos materiales  de su pasado y su niñez. 
Después de viajar toda la noche  y hacer una parada en una ciudad americana, el avión llegaba al aeropuerto de Montreal en Canadá, así lo anunciaba el capitán de la nave.  
Era el momento que tanto esperaba una hora más tarde, estaría conociendo a su hermano Zhao del que su madre tanto hablaba y de los hijos que tanto añoraba.           
 Pasaron los trámites de migración y aduana, ahora era el momento de enfrentar la realidad, Bao tomó la mano de Ru Hen y éste la apretó suavemente para darle ánimos y dijo a su oído -estoy  aquí, contigo, siempre.         

Bao sentía que las emociones golpeaban su pecho cuando salio para encontrar a su hermano que estaba entre las demás personas que esperaban. Zhao tenía en sus manos un cartel que decía "Bienvenida Bao"

Ella se acercó a él y con lágrimas en los ojos lo abrazaba por fin se conocían, Zhao era la copia exacta de su padre Guo pero una versión más joven. El parecido era extraordinario. 
Los dos hermanos estaban sin palabras y Ru Hen observaba la escena. 
Cuando terminó el abrazo, Bao presentó a Ru Hen como su prometido, ambos se saludaron, eran más o menos de la misma edad. 
Zhao les indicó que tenía el carro estacionado muy cerca para llevarlos a su casa, ahí se hospedarían. Bao no quería incomodar a su hermano y dijo -Zhao nosotros podemos ir a un hotel no te preocupes.
Pero su hermano insistió  -en mi casa hay sitio de sobra y no es una incomodidad, eres mi hermana y para ti lo mejor, no lo olvides.
A una cuadra del camino, se divisaba la casa de Zhao y era como él lo había comentado, grande y con una fachada muy hermosa, tenía un jardín bien cuidado en la entrada. 
Zhao abrió la puerta y los hizo pasar a una sala acogedora y bien decorada, a su encuentro salió la esposa que los saludaba, ella era una ciudadana  canadiense y en sus brazos cargaba a un hermoso bebe que era hijo de ambos.
Las emociones se calmaron, Zhao miraba a su hermana menor y la recordaba como la bebe que dormía todo el día en su cuna, ese era el último recuerdo que tenía de ella pero ahora se había convertido en toda una mujer, con un gran parecido a su madre Liang. 
La conversación transcurrió en un clima familiar, luego Zhao los llevó a sus habitaciones que eran confortables y bien iluminadas.
Bao en su habitación recordaba que tenía que llamar a su padre para decirle que todo estaba bien. Le pidió a la esposa de Zhao, Liza el teléfono para llamar a Lima. 
Toda la casa de Zhao era moderna, acogedora  y bien decorada, se veía  que su situación económica era holgada. Boa imaginó que su hermano podía tener apuros económicos pero al parecer no era así. 
Los días que pasaría en Canadá al lado de su hermano estarían  llenos de recuerdos y emociones, Bao había decidido por el momento no mencionar a su padre, era mejor así, Ru Hen estuvo  de acuerdo con ella, los dos hermanos debían conocerse primero.  Era importante saber como pensaba Zhao...

CONTINUARÁ   

           

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