La tía Mercedes y el tío Roberto tenían que regresar a la capital. El tiempo de visita había llegado a su fin, era la hora de despedirse.
La tía Mercedes mientras abrazaba a su hermana decía:
-Elvira, tienes que tomarte un tiempo para viajar y visitar a la familia, tú sabes que las puertas de mi casa están siempre abiertas para ti.
-Gracias Mercedes te prometo que en cuanto se solucione todo en Santa Emilia, voy hacer un viaje para visitar a la familia
Las dos hermanas se abrazaron con emoción al saber que pasaría un largo tiempo para volverse a encontrar. Rafaela se despidió de su tía y del tío Roberto, éste no podía ocultar su impaciencia de subir a la camioneta y partir lo más pronto, no quería que la noche los sorprenda en el camino.
En la ciudad tenía bastante trabajo que realizar, no solo el estudio de los fósiles que había encontrado, sino el trabajo en la oficina de la empresa para la que trabajaba.
En la ciudad tenía bastante trabajo que realizar, no solo el estudio de los fósiles que había encontrado, sino el trabajo en la oficina de la empresa para la que trabajaba.
Rafaela y su madre despedían a los tíos que iniciaban el viaje de regreso a la ciudad.
Después de decir a dios a su hermana y cuñado, doña Elvira camino hasta la cocina, quería comenzar a preparar una nueva cantidad de mermeladas de diferentes sabores.
Rafaela comentaba con su madre, la visita de los tíos y lo agradable que fue su estancia en Santa Emilia, ella había visto algunos fósiles que el tío Roberto había encontrado en el valle y le parecieron interesantes, uno llamó su atención, era extraño por su forma y tamaño. Él tío lo guardó con especial cuidado.
Rafaela comentaba con su madre, la visita de los tíos y lo agradable que fue su estancia en Santa Emilia, ella había visto algunos fósiles que el tío Roberto había encontrado en el valle y le parecieron interesantes, uno llamó su atención, era extraño por su forma y tamaño. Él tío lo guardó con especial cuidado.
-Madre- dijo Rafaela -lo que hace el tío Roberto es interesante, el estudio de los fósiles le apasionan sobre manera. Vieras con que cuidado los examinaba y comentaba que en su estudio de la ciudad iba a tener bastante trabajo para clasificarlos.
-Si es cierto, a Roberto siempre le a gustado estudiar e investigar los rocas, los fósiles, en fin él es muy cuidadoso con su carrera- contestaba doña Elvira mientras preparaba todos los utensilios para empezar la preparación de las deliciosas mermeladas.
-Madre- volvió a decir Rafaela -tengo que comentar algo que he guardado desde que llegué de mi viaje a la capital. He renunciado definitivamente a la empresa donde trabajaba porque mi intención es quedarme en Santa Emilia y trabajar a tu lado en la tienda.
Doña Elvira se quedó unos segundos pensando y luego agregó -Has meditado bien tu decisión, en la compañía tenías un buena carrera, aquí en la tienda y trabajar a mi lado es diferente, ¿te vas acostumbrar?- preguntó a su hija, no muy convencida de la decisión que está había tomado.
-Madre... aquí puedo ayudarte y además podemos hacer varios cambios para que la empresa crezca y sea más eficiente. He pensado que se puede ampliar la cocina para que sea un lugar más cómodo y amplio de trabajo, así aumentaría la cantidad de nuestros productos. También tendríamos que hacer cambios en el delivery para hacerlo más eficiente y en la tienda podemos ofrecer otras variedades de productos que no sean los que ya tenemos para el público.
-Rafaela, no voy a sacrificar la calidad y el sabor de mis mermeladas para fabricarlas en cantidad, ellas, han ganado un lugar de preferencia y todos en el pueblo las compran porque son artesanales y hechas en casa, con la fruta y el sabor especial- dijo esto doña Elvira un poco fastidiada por los comentarios de su hija.
-No pretendo cambiar la esencia de la empresa que se basa en la calidad y sabor, solo quiero que entiendas que hay mejoras que se pueden realizar para hacerla más eficiente.
Rafaela se daba cuenta que no iba hacer
fácil convencer a su madre con nuevos cambios, por el momento no deseaba entrar en conflicto con ella. Poco a poco le iría demostrando las ventajas de hacer algunos cambios sin sacrificar la calidad y el sabor de las mermeladas que tenía un sitio ganado dentro de los hogares, hoteles y restaurantes en Santa Emilia y San Pablo.
Otro cambio importante, sería contratar a una persona para que ayude en la cocina, esto último, no iba a ser fácil con doña Elvira porque ella no permitía que nadie sepa el secreto de cómo elaboraba sus mermeladas.
Otro cambio importante, sería contratar a una persona para que ayude en la cocina, esto último, no iba a ser fácil con doña Elvira porque ella no permitía que nadie sepa el secreto de cómo elaboraba sus mermeladas.
Rafaela pensó que era mejor dejar la conversación y se fue a cambiar de ropa, tenía una cita con Barzan, en una hora pasaría a recogerla, él le había prometido llevarla a conocer la planta donde se elaboraban los productos lácteos del fundo Torre-Alba que el abuelo Fausto había creado con mucho esfuerzo y trabajo.
Era mejor dejar que su madre piense a solas sobre los cambios en la empresa.
Barzan vino a recoger a Rafaela a la hora indicada, saludó a doña Elvira y partieron al fundo que estaba a una hora del pueblo.
En el camino Rafaela comentaba con Barzan la conversación con su madre y lo difícil que iba ser convencerla de hacer los cambios en la empresa. También comentó su decisión de quedarse a trabajar en Santa Emilia.
Barzan contestó -tienes que tener paciencia, tu madre está acostumbrada a una forma de trabajo que le ha dado buenos resultados, porque no haces los cambios paso a paso, para que ella se convenza de que es bueno hacer algunos ajustes- Por otro lado se sentía feliz de saber que ella se quedaría en el pueblo y a su lado.
Rafaela no contestó a Barzan, él tenía razón, era mejor hacer los cambios poco a poco y no crear conflictos, doña Elvira tenía una forma de pensar, eran dos generaciones diferentes.
Rafaela no contestó a Barzan, él tenía razón, era mejor hacer los cambios poco a poco y no crear conflictos, doña Elvira tenía una forma de pensar, eran dos generaciones diferentes.
Cuando llegaron al fundo, Barzan le mostraba a Rafaela el lugar donde se hacían los quesos y mantequillas. La planta no era muy grande pero era impecable y eficiente, antes de entrar se cubrieron los zapatos, el cabello y la ropa con un mandil especial.
Barzan le indicaba que todo esto lo había hecho su abuelo Fausto, él tenia un verdadero amor por su tierra y su trabajo.
Recorrieron la planta, Rafaela estaba bastante impresionada con el lugar, era moderno para Santa Emilia.
Recorrieron la planta, Rafaela estaba bastante impresionada con el lugar, era moderno para Santa Emilia.
Después de terminar el recorrido por la planta, la invitó a la casa quería mostrarle la colección de sellos postales del abuelo y un arma que había sido usada en la segunda guerra mundial, él no sabía como había llegado a las manos de su abuelo, además del arma con la que se defendió en ese grave incidente que tuvo años atrás.
La casa lucia impecable, al entrar Barzan y Rafaela, todas las ventanas estaban abiertas y dejaban pasar la luz del día, la decoración era sencilla pero acogedora, en el escritorio estaban los sellos y en una vitrina las armas de colección. Todos los objetos impresionaron a Rafaela, ella escuchaba las historias que contaba sobre ellas, Barzan.
El fundo Torre-Alba estaba ubicado varios kilómetros de distancia de las tierras en conflicto por
los límites entre los dos pueblos. Esto era una gran ventaja para Barzan que no tendría problemas con su fundo, muy diferente era el caso de Rafaela y las tierras de su familia.
En unos días más sería la reunión entre dos pueblos. Hasta el momento había un clima de paz que todos esperaban continúe así.
En San Pablo, el alcalde Lázaro Ventura estaba preparado para la reunión, faltaban algunos días pero él no había perdido el tiempo y varias veces fue a visitar el lugar del conflicto.
No quería que nada lo sorprenda o existan errores de último momento. Se reunió con sus concejales para hablar del tema y llegar a soluciones prácticas. Era importante acabar este tema y poner fin al conflicto para concentrarse de nuevo en las elecciones municipales del próximo año. Tenía que crear confianza en la población si quería ser reelegido, este era su principal interés.
Llamó a su secretaria -¡Manuelita!... venga usted, tenemos que prepararnos para el día de la reunión con las autoridades de Santa Emilia, prepare los documentos y las actas para que todo quede escrito, sellado y no falte ningún detalle. Recuerde enviar las invitaciones a los garantes y a las autoridades de Santa Emilia, con el día y la hora de la reunión, nadie debe faltar.
Manuelita fue a preparar los documentos y demás.
Mientras Lázaro Ventura pensaba en su oficina en como solucionar el otro asunto con Monteagudo, el secretario del partido, ya no tenía dudas, él había sido el autor de los panfletos y todo el problema que habían ocasionado.
Tarde o temprano tenía que enfrentarlo, por las buenas o por las malas, tenía que saber cuáles fueron sus motivos para actuar de esa manera y muy posible retirarlo del partido.
CONTINUARÁ
En unos días más sería la reunión entre dos pueblos. Hasta el momento había un clima de paz que todos esperaban continúe así.
En San Pablo, el alcalde Lázaro Ventura estaba preparado para la reunión, faltaban algunos días pero él no había perdido el tiempo y varias veces fue a visitar el lugar del conflicto.
No quería que nada lo sorprenda o existan errores de último momento. Se reunió con sus concejales para hablar del tema y llegar a soluciones prácticas. Era importante acabar este tema y poner fin al conflicto para concentrarse de nuevo en las elecciones municipales del próximo año. Tenía que crear confianza en la población si quería ser reelegido, este era su principal interés.
Llamó a su secretaria -¡Manuelita!... venga usted, tenemos que prepararnos para el día de la reunión con las autoridades de Santa Emilia, prepare los documentos y las actas para que todo quede escrito, sellado y no falte ningún detalle. Recuerde enviar las invitaciones a los garantes y a las autoridades de Santa Emilia, con el día y la hora de la reunión, nadie debe faltar.
Manuelita fue a preparar los documentos y demás.
Mientras Lázaro Ventura pensaba en su oficina en como solucionar el otro asunto con Monteagudo, el secretario del partido, ya no tenía dudas, él había sido el autor de los panfletos y todo el problema que habían ocasionado.
Tarde o temprano tenía que enfrentarlo, por las buenas o por las malas, tenía que saber cuáles fueron sus motivos para actuar de esa manera y muy posible retirarlo del partido.
CONTINUARÁ