Los nuevos visitantes disfrutaban otro nuevo día en medio del corazón de la selva. Un amanecer lleno de colores en un cielo que estaba despejado de nubes. A esa hora el sol calentaba suavemente.
Todos se preparaban para una nueva jornada de trabajo e investigación.
El desayuno era la prioridad en ese momento, con el estómago lleno se podía trabajar mejor y más aun cuando ninguno de ellos sabía con exactitud a que hora estarían de regreso al campamento.
El desayuno era la prioridad en ese momento, con el estómago lleno se podía trabajar mejor y más aun cuando ninguno de ellos sabía con exactitud a que hora estarían de regreso al campamento.
Después de tomar el desayuno, se organizaron y se dividieron en grupos, los científicos franceses irían con Sergio y los ingleses irían con Alida, Gervacio y Tino que ahora sería su guía.
Trevor esta vez se quedaba en el campamento para ordenar las notas de su trabajo, tenía toda la mañana para ocuparse de ello. Los grupos se separaron y cada uno tomó un camino.
Todo era nuevo para los recién llegados, no terminaban de asombrarse. Saber que en el lugar donde se encontraban existían mas de 300 especies de reptiles aparte de un registro de entre 40 y 50 mil variedades de plantas de las que solo la mitad de ellas aparecían en los libros.
Gervacio señalaba a Jim los árboles gigantes y este a su vez le comentaba que estos son el lugar ideal para que todo tipo de insecto construya su hogar -la interferencia del hombre en el delicado equilibrio y procesos ambientales que aseguran un sostenido ritmo en la vida en planeta es hoy un gran dilema y preocupación- sostenía Jim y puntualizó -aún estamos a tiempo de lograr salvar nuestro mundo y estás palabras no son exageración.
Luego guardaron silencio y cada uno se dedicó a la suyo, Gervacio examinaba cada raíz que encontraba y Alida tomaba nota de sus dictados. En el lugar había tanta variedad de plantas que tomaría toda una vida estudiarlas y clasificarlas.
-Lo ideal sería que la mitad o más de la mitad del planeta este lleno de vegetación pero esto puede ser un sueño, el hombre a tomado mucho espacio en el planeta- decía Gervacio.
Jim escuchó el comentario de Gervacio y contestó -aquí en la selva amazónica existen muchas regiones que están protegidas y se han convertido en grandes parques que son vitales para la conservación natural y equilibrio ecológico de la región y del mundo
Mientras hacían estos comentario Jim y Claire guardaban en pequeños frascos insectos para luego ser analizados, su propósito era clasificar la mayor variedad de especies, ellos más tarde querían publicar un libro sobre sus investigaciones de la vida de los insectos y su importancia dentro de la naturaleza.
Claire señaló -si acaso hubiera una guerra nuclear, tal vez los únicos en sobrevivir a esto, serían los insectos y nada más.
Por otra lado el grupo de franceses que se habían ido con Sergio por un camino diferente, se detenían en cada tramo, para ellos era una magnífica oportunidad de realizar sus trabajos, esta región pensaban, era el sueño de un investigador científico.
Pierre que era especialista en aves decía a sus compañeros -ningún lugar en el mundo tiene la cantidad de aves que existen en la amazonia, en tiempos recientes se ha podido descubrir una nueva especie. Aquí se podría desarrollar el ecoturismo y la observación de raras especies de aves.
Cientos o miles de ellas anidaban en lo alto de los árboles para proteger sus nidos de los depredadores. Pájaros de todos los tamaños y colores volaban sobre ellos al darse cuenta de su presencia, espantados tal vez porque la tranquilidad de su bosque se veía alterada por extrañas criaturas.
La mañana transcurría y cada uno se dedicaba a sus tareas, cada uno pensaba que se necesitaba traer a más científicos, el terreno era inmenso y la ciencia debía tomar nota de todo esto.
La mañana y parte de la tarde fue ocupada por largos recorridos de los grupos. Cuando llegó la noche, todos ellos estaban de regreso en el campamento. Cansados y hambrientos pero satisfechos porque el día lo habían aprovechado muy bien.
Como ya se habían hecho costumbre; se
preparaba la cena con los víveres que habían y la noche transcurría en entretenidas conversaciones sobre sus impresiones y adelantos de su investigación. Cada uno tenía algo que decir, alguna anécdota que contar, era una satisfacción estar en la zona y tener la libertad de analizar todo lo que los rodeaba.
Trevor escuchaba a los colegas lo encantados que estaban de tener la oportunidad de vivir esta experiencia. Este campamento hace la diferencia para realizar toda clase de estudios.
Gervacio como botánico también comentó - solo aquí en esta región existen más de 1000 plantas medicinales que son usadas por el hombre nativo para sus problemas de salud, ellos no tienen la facilidad de una atención hospitalaria y acceso a los fármacos. Con estas plantas tratan sus dolencias. El hombre nativo ha sabido comprender el desarrollo natural de la naturaleza y se ha adaptado a ella sin intentar dominarla o destruir. Ellos saben que sus vidas dependen de ella, por eso han desarrollado un sistema de agricultura que no crea desequilibrio- puntualizó al final.
-Gracias a este forma de vida de los nativos, ahora podemos conocer la selva como era hace millones de años y así se debe conservar- decía Maurice sorprendido por este mundo tropical.
Para los científicos extranjeros todo el entorno era nuevo, hace mucho tiempo, ellos querían viajar a este continente. La amazonia les ofrecía un mundo casi infinito para la investigación y la respuestas a tantos ¿por qués?.
Y así el paso de los días transcurriría entre arduo trabajo y algunas horas de calor que era casi insoportable pero nadie se quejaba, todo parecía ser natural y ellos no querían desperdiciar su tiempo de trabajo.
Pero había momentos que era necesario descansar y dedicarse a las tareas sencillas como lavar algunas prendas de vestir o la limpieza en el campamento de la que nadie se salvaba.
Una mañana todos se organizaron para salir de pesca, está pesca era especial porque se trataba de un pez considerado el rey de los ríos, y el más grande pez del mundo, este... ¡era el paiche!
Con los nativos expertos en la caza de este pez, salieron en los botes nuevos del campamento. La experiencia de los hombres de río en la pesca dio su recompensa después de navegar cerca de tres horas para encontrar uno de estos peces.
Su habilidad para atraparlo y subirlo al bote fue importante en el éxito de la pesca, solo se tenía que tener cuidado que la presa no escape porque tiene una fuerza extraordinaria. Una vez en el bote el gigante media dos metros con sesenta y seis centímetros. Era un ejemplar colosal de puro poder y belleza.
Los científicos que lo observaban no salían de su asombro, cazarlo fue un esfuerzo supremo pero las características de este coloso se remontan a millones de años donde a sabido adaptarse a los ríos de la selva, se alimenta de otros peces pequeños, muchos ejemplares llegan a medir hasta tres metros y pesar media tonelada. Ahora se encuentra en peligro de extinción y han sido declarados bajo protección. su caza está sujeta a veda.
El gran pez fue cargado y llevado al campamento donde lo examinaron con rigor los científicos, luego de esto fue cortado, su abundante carne podía alimentar a todo un batallón.
El pago para los hombres de río fue llevarse casi entero al pes y dejar solo un pedazo para el campamento. Esa noche tendrían paiche para la cena. El sabor de su carne es exquisita.
Con el paso de los días el trabajo continuaba, cada grupo salía a recoger ejemplares o escribir sus notas. Alida y Gervacio como siempre caminaban juntos.
En la ultima semana, Alida comenzó a sentir un extraño cansancio, ella pensaba que era debido a la deshidratación y tomaba abundante agua pero seguía sintiéndose mal. Guardaba silencio y no le decía nada a Gervacio, no deseaba interrumpir su trabajo. Además pensaba que pronto pasaría si se quedaba a descansar en el campamento.
Esa mañana antes de salir le dijo a Gervacio que no iría con él pero guardó silencio sobre su cansancio.
Claire notó el malestar de Alida y le preguntó si se sentía mal, ella solo contestó -es un poco de cansancio y nada más. Cuando todos se fueron, caminó a la cabaña para dormir, era raro sentirse tan cansada. Se recostó en su litera y muy pronto se quedó dormida.
De noche ya en el campamento Alida esperaba a Gervacio se sentía un poco mejor, sentada cerca a la mesa conversaba con Trevor, a los pocos instantes el grupo que se había ido muy temprano llegó.
Cómo siempre los comentarios, anécdotas y algunos sustos estaban dentro de la conversación todos reían y festejaban las ocurrencias.
La noche hermosa con una luna brillante en el cielo y la luz de los lamparines sobre la mesa daban una admosfera de serenidad y alegría.
Alida se puso de pie y quiso acercarse a Gervacio, dio algunos pasos y cayo al suelo desmayada, Claire corrió a su lado y Gervacio también, éste la levantó en sus brazos para llevarla a su litera. ¿Qué pasaba con Alida? todos se preguntaban sorprendidos y quedaron unos segundos en silencio.
CONTINUARÁ
-Gracias a este forma de vida de los nativos, ahora podemos conocer la selva como era hace millones de años y así se debe conservar- decía Maurice sorprendido por este mundo tropical.
Para los científicos extranjeros todo el entorno era nuevo, hace mucho tiempo, ellos querían viajar a este continente. La amazonia les ofrecía un mundo casi infinito para la investigación y la respuestas a tantos ¿por qués?.
Y así el paso de los días transcurriría entre arduo trabajo y algunas horas de calor que era casi insoportable pero nadie se quejaba, todo parecía ser natural y ellos no querían desperdiciar su tiempo de trabajo.
Pero había momentos que era necesario descansar y dedicarse a las tareas sencillas como lavar algunas prendas de vestir o la limpieza en el campamento de la que nadie se salvaba.
Una mañana todos se organizaron para salir de pesca, está pesca era especial porque se trataba de un pez considerado el rey de los ríos, y el más grande pez del mundo, este... ¡era el paiche!
Con los nativos expertos en la caza de este pez, salieron en los botes nuevos del campamento. La experiencia de los hombres de río en la pesca dio su recompensa después de navegar cerca de tres horas para encontrar uno de estos peces.
Su habilidad para atraparlo y subirlo al bote fue importante en el éxito de la pesca, solo se tenía que tener cuidado que la presa no escape porque tiene una fuerza extraordinaria. Una vez en el bote el gigante media dos metros con sesenta y seis centímetros. Era un ejemplar colosal de puro poder y belleza.
Los científicos que lo observaban no salían de su asombro, cazarlo fue un esfuerzo supremo pero las características de este coloso se remontan a millones de años donde a sabido adaptarse a los ríos de la selva, se alimenta de otros peces pequeños, muchos ejemplares llegan a medir hasta tres metros y pesar media tonelada. Ahora se encuentra en peligro de extinción y han sido declarados bajo protección. su caza está sujeta a veda.
El gran pez fue cargado y llevado al campamento donde lo examinaron con rigor los científicos, luego de esto fue cortado, su abundante carne podía alimentar a todo un batallón.
El pago para los hombres de río fue llevarse casi entero al pes y dejar solo un pedazo para el campamento. Esa noche tendrían paiche para la cena. El sabor de su carne es exquisita.
Con el paso de los días el trabajo continuaba, cada grupo salía a recoger ejemplares o escribir sus notas. Alida y Gervacio como siempre caminaban juntos.
En la ultima semana, Alida comenzó a sentir un extraño cansancio, ella pensaba que era debido a la deshidratación y tomaba abundante agua pero seguía sintiéndose mal. Guardaba silencio y no le decía nada a Gervacio, no deseaba interrumpir su trabajo. Además pensaba que pronto pasaría si se quedaba a descansar en el campamento.
Esa mañana antes de salir le dijo a Gervacio que no iría con él pero guardó silencio sobre su cansancio.
Claire notó el malestar de Alida y le preguntó si se sentía mal, ella solo contestó -es un poco de cansancio y nada más. Cuando todos se fueron, caminó a la cabaña para dormir, era raro sentirse tan cansada. Se recostó en su litera y muy pronto se quedó dormida.
De noche ya en el campamento Alida esperaba a Gervacio se sentía un poco mejor, sentada cerca a la mesa conversaba con Trevor, a los pocos instantes el grupo que se había ido muy temprano llegó.
Cómo siempre los comentarios, anécdotas y algunos sustos estaban dentro de la conversación todos reían y festejaban las ocurrencias.
La noche hermosa con una luna brillante en el cielo y la luz de los lamparines sobre la mesa daban una admosfera de serenidad y alegría.
Alida se puso de pie y quiso acercarse a Gervacio, dio algunos pasos y cayo al suelo desmayada, Claire corrió a su lado y Gervacio también, éste la levantó en sus brazos para llevarla a su litera. ¿Qué pasaba con Alida? todos se preguntaban sorprendidos y quedaron unos segundos en silencio.
CONTINUARÁ