Ya era de noche cuando todo el grupo de científicos se reunió para cenar. Trevor comentó con los nuevos integrantes del campamento antes de sentarse a la mesa, lo que debían saber con respecto al entorno que los rodeaba, los cuidados para no perderse en la selva, el camino por el que nunca debían transitar debido a los nidos de las terribles hormigas.
Todos escuchaban con atención, además Trevor fue muy claro con las reglas que regían el campamento para tener una buena convivencia y no molestar a nadie, después pidió que cada uno se presenta y digan sus respectivos nombres. La pareja de ingleses eran Claire y Jim su especialidad era la entomología, los tres científicos franceses eran Pierre, ornitólogo, Maurice también biólogo y por último Louis era dendrologo, su especialidad los árboles y su edad dentro de la selva amazónica.
Después de las presentaciones y las reglas del campamento todos se sentaron a la mesa.
Los nuevos visitantes estaban asombrados con todo lo que habían visto cuando viajaban por el río, para ellos era la primera vez que venían a la selva y su viaje había sido una nueva experiencia, nunca imaginaron un paisaje así, estaban entusiasmados por empezar lo más pronto con sus respectivos trabajos de investigación.
Los nuevos visitantes estaban asombrados con todo lo que habían visto cuando viajaban por el río, para ellos era la primera vez que venían a la selva y su viaje había sido una nueva experiencia, nunca imaginaron un paisaje así, estaban entusiasmados por empezar lo más pronto con sus respectivos trabajos de investigación.
Cada uno de ellos eran catedráticos de prestigiosas universidades en sus países y eran muy conocidos en el ambiente científico internacional debido a que tenían varias publicaciones sobre sus trabajos y descubrimientos.
Toda la conversión era en inglés, fue la mejor manera de poder comunicarse, Alida y Gervacio aprovecharon la oportunidad para practicar el idioma, lamentablemente nadie hablaba francés y por ello se escogió el inglés que todos sabían.
La noche estaba fresca, el cielo estrellado, la luz de los lamparines alumbraban. Los nuevos visitantes habían traído comestibles y compartieron con Trevor, Gervacio y Alida, además una vez por semana Ever traía en su bote al campamento nuevos comestibles. Ahora que eran más personas tendría muchos encargos para comprar en la ciudad.
La cena transcurrió en un ambiente ameno y con anécdotas que habían vivido, los nuevos integrantes contaban sobre sus viajes por otras latitudes y las experiencias de sus anteriores investigaciones, se formó un clima de amistad pero también de conversaciones científicas de personas que conocían a fondo sus respectivas carreras.
Gervacio y Alida se sentían motivados por tener cerca a todas estas personas con tanta experiencia con respecto a la ciencia y a la naturaleza.
Pierre comentó que como ornitólogo -aquí en la selva tengo un vasto campo de investigación, es increíble la cantidad de aves y el descubrimiento de algunas especies que se creían desaparecidas. En las regiones tropicales viven millones de aves y mi campo de investigación será muy provechoso. A pesar de que el ecosistema es frágil, la naturaleza se las ingenia para sobrevivir- terminó por decir.
Claire y Jim como entomólogos sintieron gran curiosidad por las hormigas, querían conocer más de cerca el nido y como especialistas en el tema, sabían que precauciones tomar para no tener una mala experiencia, aún así Trevor les recalcó tener extremo cuidado con ellas, eran muy peligrosas.
La conversación se extendió hasta muy tarde, pero el cansancio y el sueño les hizo recordar que debían ir a dormir, al día siguiente les esperaba una buena jornada de trabajo nadie podía perder el tiempo pues no se quedarían a vivir por siempre en el lugar.
El amanecer del día siguiente era hermoso, la luz se abría paso entre las nubes que poco a poco se iban disipando, la mañana era clara y el sol en el cielo esperaba.
Ahora sí, los nuevos visitantes conocerían mejor la selva.
Sergio el guía estaba preparado para la nueva misión y había traído a su joven hijo, un muchacho de 16 años para dividir el trabajo, porque no todos iban hacer lo mismo.
Sergio el guía estaba preparado para la nueva misión y había traído a su joven hijo, un muchacho de 16 años para dividir el trabajo, porque no todos iban hacer lo mismo.
Era una maravilla disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, conocer y estudiar de cerca el ecosistema de la región, era una nueva
Luego de tomar un desayuno frugal, lleno de frutos, se dividieron en grupos.
Trevor que ya conocía el lugar de su trabajo se fue solo, Alida y Gervacio caminarían cerca al río para recolectar algunas plantas.
Sergio iría con la pareja de esposos para hacerlos conocer el nido de las temibles hormigas y los franceses irían con Tino el hijo de Sergio, ellos se internarían en la espesura de la selva para comenzar con su trabajo.
Tino había aprendido de su padre como ser guía y tenía la habilidad extraordinaria de subir a los árboles con una agilidad asombrosa. Él trepaba a los árboles y podía orientarse muy bien en que lugar se encontraban, nunca se había perdido.
En su compañía los científicos podían recorrer grandes distancias en la zona pero siempre con el cuidado de fijarse donde pisaban o hacía que lugar querían ir.
Todos en el campamento eran conscientes que la investigación científica ha jugado un papel muy importante en la difusión y reconocimiento a nivel mundial sobre la amazonia, es por eso que la investigación no debía detenerse, era de vital importancia continuar.
Antes de salir del campamento y dividirse en grupos Gervacio había comentado con Louis el científico especialista en árboles sobre la corteza de un árbol que los nativos utilizaban para el dolor pero si se pasaban de la dosis podía causar la muerte por parálisis en todo el cuerpo incluyendo el corazón -debes conocerlo e investigar sobre él, son muy interesante las virtudes medicinales de este árbol- decía Gervacio.
El día era claro y no había amenaza de lluvia, se podía trabajar sin ser molestados por los elementos naturales, solo una nube densa de mosquitos que por momentos impedían el trabajo tranquilo, pero estaban en pleno corazón de la selva, pedir que no haya insectos era una fantasía. En ese campo Claire y Jim los especialistas, estaban felices con tanto que ver e investigar.
Tino y los científicos franceses internados en la espesura del monte, se encontraron con una familia de sajinos que sorprendida por la presencia de intrusos en su territorio corrieron despavoridos, los guacamayos desde la copa de los árboles lanzaban su gritos de alerta y el escándalo era total. Pierre observaba a estas maravillosas aves llenas de color y sabía que encontraría más y más aves de espléndido plumaje para el estudio y trabajo.
El trabajo del día fue extenso y provechoso, Claire y Jim sorprendidos por el nido de hormigas rodearon con cuidado el lugar, su interés era cazar algunas para estudiarlas de cerca, ellos conocían la forma de vida y organización casi militar de estos insectos que les permitía con éxito vivir y atrapar a sus presas.
Ante que termine la tarde todo el grupo regresó al campamento, estaban cansados, con hambre pero felices y asombrados, era maravilloso encontrarse en este lugar donde podían estudiar con total libertad sus diferentes áreas de trabajos e investigación.
Todos estaban de acuerdo la investigación directa en la naturaleza no tenía nada que hacer con las fotos o películas, era una oportunidad única, había que seguir adelante.
A la hora de la cena, la preparación de platos sencillos con fideos, atún y algo de salsa de pasta de tomate en lata fue una comida exquisita para el hambre que traían.
Tenían que tener alimentos de larga duración y que no se descompongan con el fuerte calor, algunas días podían comer pescado asado, que era en su momento lo más delicioso.
En la cena la conversación y las nuevas impresiones estaban sobre el tapete, nadie se quejaba de la sencillez del campamento, era un lugar de estudio.
La cabaña principal guardaba el equipo y una pequeña biblioteca de las inclemencias del clima y donde podían trabajar y comunicarse con el mundo exterior.
Tino había aprendido de su padre como ser guía y tenía la habilidad extraordinaria de subir a los árboles con una agilidad asombrosa. Él trepaba a los árboles y podía orientarse muy bien en que lugar se encontraban, nunca se había perdido.
En su compañía los científicos podían recorrer grandes distancias en la zona pero siempre con el cuidado de fijarse donde pisaban o hacía que lugar querían ir.
Todos en el campamento eran conscientes que la investigación científica ha jugado un papel muy importante en la difusión y reconocimiento a nivel mundial sobre la amazonia, es por eso que la investigación no debía detenerse, era de vital importancia continuar.
Antes de salir del campamento y dividirse en grupos Gervacio había comentado con Louis el científico especialista en árboles sobre la corteza de un árbol que los nativos utilizaban para el dolor pero si se pasaban de la dosis podía causar la muerte por parálisis en todo el cuerpo incluyendo el corazón -debes conocerlo e investigar sobre él, son muy interesante las virtudes medicinales de este árbol- decía Gervacio.
El día era claro y no había amenaza de lluvia, se podía trabajar sin ser molestados por los elementos naturales, solo una nube densa de mosquitos que por momentos impedían el trabajo tranquilo, pero estaban en pleno corazón de la selva, pedir que no haya insectos era una fantasía. En ese campo Claire y Jim los especialistas, estaban felices con tanto que ver e investigar.
Tino y los científicos franceses internados en la espesura del monte, se encontraron con una familia de sajinos que sorprendida por la presencia de intrusos en su territorio corrieron despavoridos, los guacamayos desde la copa de los árboles lanzaban su gritos de alerta y el escándalo era total. Pierre observaba a estas maravillosas aves llenas de color y sabía que encontraría más y más aves de espléndido plumaje para el estudio y trabajo.
El trabajo del día fue extenso y provechoso, Claire y Jim sorprendidos por el nido de hormigas rodearon con cuidado el lugar, su interés era cazar algunas para estudiarlas de cerca, ellos conocían la forma de vida y organización casi militar de estos insectos que les permitía con éxito vivir y atrapar a sus presas.
Ante que termine la tarde todo el grupo regresó al campamento, estaban cansados, con hambre pero felices y asombrados, era maravilloso encontrarse en este lugar donde podían estudiar con total libertad sus diferentes áreas de trabajos e investigación.
Todos estaban de acuerdo la investigación directa en la naturaleza no tenía nada que hacer con las fotos o películas, era una oportunidad única, había que seguir adelante.
A la hora de la cena, la preparación de platos sencillos con fideos, atún y algo de salsa de pasta de tomate en lata fue una comida exquisita para el hambre que traían.
Tenían que tener alimentos de larga duración y que no se descompongan con el fuerte calor, algunas días podían comer pescado asado, que era en su momento lo más delicioso.
En la cena la conversación y las nuevas impresiones estaban sobre el tapete, nadie se quejaba de la sencillez del campamento, era un lugar de estudio.
La cabaña principal guardaba el equipo y una pequeña biblioteca de las inclemencias del clima y donde podían trabajar y comunicarse con el mundo exterior.
Trevor no quiso dejar pasar el momento y comunicó a todos que debían desde este mismo instante dividirse las tareas de limpieza y lavado de platos que se usaba. Todos debían colaborar nadie tenía privilegios.
Los comentarios e impresiones mientras cenaban eran sobre todo lo que habían caminado y observado este era el primer día para darse cuenta como cada uno resolvería su trabajo.
Jim comentaba sobre el nido de hormigas, lo astutas que podían ser y agregó -dentro de la naturaleza nada esta demás, hasta el más pequeño insecto es de gran valor, ellos se encargan de limpiar los desechos de otros. Todo funciona como un reloj.
Pierre en su trabajo con las aves sabía que éstas también trabajaban en equipo cuando era necesario y volaban en grandes bandadas. Ese día había visto grupos mixtos de aves ayudarse mutuamente, algunos dejaban sus nidos mientras otros que son los guardianes se quedan para vigilar.
En las copas de los árboles gigantes arman sus nidos los que no están a salvo de ser destruidos por otros animales que buscan alimentarse.
Pero la impresión de todos en general, era que las aves y animales que rodeaban el campamento estaban en alerta, como si supieran que habían intrusos que no pertenecían al lugar y no se parecían a nada conocido.
Alida y Gervacio fueron interrogados por los demás en el campamento. ¿que hacían y a que se dedicaban? Gervacio explicó su campo de acción y el deseo de dedicarse en el futuro solo a la investigación, Alida por su parte comentó que todavía era estudiante, pero que este viaje al campamento era una experiencia útil para el futuro en su carrera, estaba aprendiendo mucho y ahora con la llegada de todos, su experiencia en otros campos era de gran valor.
Maurice comentó además que tenían gran interés en encontrar un jaguar, él sabía que estos animales tienen gran astucia, su cabeza es redondeada, corta y casi tan flexible como la de un búho. Son cazadores de una gran fuerza y destreza.
La noche se había convertido en una buena conversación, los momentos vividos y la experiencia adquirida en la selva amazónica sería para todos ellos en el futuro un buen recuerdo y sobre todo una experiencia científica sin comparación.
CONTINUARÁ
Jim comentaba sobre el nido de hormigas, lo astutas que podían ser y agregó -dentro de la naturaleza nada esta demás, hasta el más pequeño insecto es de gran valor, ellos se encargan de limpiar los desechos de otros. Todo funciona como un reloj.
Pierre en su trabajo con las aves sabía que éstas también trabajaban en equipo cuando era necesario y volaban en grandes bandadas. Ese día había visto grupos mixtos de aves ayudarse mutuamente, algunos dejaban sus nidos mientras otros que son los guardianes se quedan para vigilar.
En las copas de los árboles gigantes arman sus nidos los que no están a salvo de ser destruidos por otros animales que buscan alimentarse.
Pero la impresión de todos en general, era que las aves y animales que rodeaban el campamento estaban en alerta, como si supieran que habían intrusos que no pertenecían al lugar y no se parecían a nada conocido.
Alida y Gervacio fueron interrogados por los demás en el campamento. ¿que hacían y a que se dedicaban? Gervacio explicó su campo de acción y el deseo de dedicarse en el futuro solo a la investigación, Alida por su parte comentó que todavía era estudiante, pero que este viaje al campamento era una experiencia útil para el futuro en su carrera, estaba aprendiendo mucho y ahora con la llegada de todos, su experiencia en otros campos era de gran valor.
Maurice comentó además que tenían gran interés en encontrar un jaguar, él sabía que estos animales tienen gran astucia, su cabeza es redondeada, corta y casi tan flexible como la de un búho. Son cazadores de una gran fuerza y destreza.
La noche se había convertido en una buena conversación, los momentos vividos y la experiencia adquirida en la selva amazónica sería para todos ellos en el futuro un buen recuerdo y sobre todo una experiencia científica sin comparación.
CONTINUARÁ
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