domingo, 3 de noviembre de 2019

ALIDA Y GERVACIO

El silencio de la noche se hizo total cuando Alida se desmayó. El grupo de científicos no sabía que decir mientras Gervacio la llevaba a su cabaña.  
Alida recostada en su litera no recobrara el conocimiento, Claire le tocó las manos y luego la frente y  dijo a Gervacio -tiene fiebre su frente está que quema. 
Trevor se había acercado a la cabaña para saber que sucedía y alcanzó a escuchar a Claire, entonces agregó: 
-No te preocupes Gervacio voy a traer del botiquín de primeros auxilios algo para la fiebre. 
A toda prisa fue a la cabaña principal y sacó del botiquín un termómetro para tomar la temperatura y pastillas para la fiebre. Regresó a la cabaña y dijo  -primero es mejor medir su temperatura y luego le damos la pastilla. 
Claire fue la encargada de poner bajo el brazo de Alida el termómetro, después de unos minutos lo retiró y vio con alarma que su temperatura era de 40 grados:
-Su fiebre es muy alta Gervacio, tiene 40 grados por eso se desmayó, mira el termómetro-  y se lo entregó en las manos. 
Gervacio movía la cabeza por la preocupación  -¿qué hacemos- preguntó alarmado.
-Debemos darle las pastillas para bajarle la fiebre- comentó Trevor y le alcanzó a Claire la pastilla, luego dijo: -Gervacio trae un vaso con agua, de alguna manera debemos hacer que despierte para que tome la pastilla.
Gervacio corrió para traer el agua cuando los demás lo vieron preguntaron -¿qué sucede con Alida? Gervacio estaba tan preocupado que solo tomó el vaso de agua y lo llevó a la cabaña. Los científicos franceses y Jim se alarmaron y fueron detrás de Gervacio para saber que pasaba. 
En la cabaña Claire dio pequeñas palmadas en el rostro de Alida para despertarla, ella apenas podía reaccionar y Claire dijo:
 -Alida debes tomar está pastilla tienes fiebre muy alta- y levantó un poco su cabeza para ayudarla a tomar la pastilla con el agua. 
Alida logró pasar la pastilla y alcanzó a decir -Gervacio lo siento no sé porque tengo esta  fiebre, en los últimos días me he sentido tan cansada. 
-No te preocupes ahora y procura descansar, la pastilla te va ayudar a bajar la fiebre- terminó de decir esto y Alida se quedó de nuevo dormida. 
Gervacio tocó su frente y hervía por la temperatura. Trevor intervino -si mañana amanece con esta fiebre debes llevar a la ciudad para que la examine un doctor, esto nos dice que algo está pasando y no es bueno perder tiempo para que sea atendida. Debes aprovechar que tenemos en el campamento botes nuevos y con motores potentes para que puedas viajar rápido a la ciudad.  
-Tiene razón Trevor, ella debe ser atendida cuanto antes- acabo de decir Claire y después agregó -es mejor que ustedes se retiren de la cabaña, yo me quedo con Alida, si hay algún cambio les aviso. 
Trevor y Gervacio salieron de la cabaña, afuera esperaban los demás que alarmados preguntaron ¿qué pasaba?  fue Trevor el que habló y les explicó el caso de Alida.
-Compañeros por favor vayamos al comedor para terminar de preparar la cena, estoy seguro que mañana Alida va estar bien y esto solo habrá sido un susto- terminó de aclarar. 
Gervacio apenas conversó durante la cena, pensaba en Alida y que es lo que podía tener. Todos se dieron cuenta de su preocupación y la daban palabras de aliento. Él les agradeció, terminó pronto de cenar lavó su plato y cubiertos, se disculpó y fue a la cabaña para ver como seguía Alida.
Cuando entró la vio que estaba despierta y conversaba con Claire decía -tengo un terrible dolor de cabeza, apenas puedo pensar.
Gervacio se acercó a ella y vio qué por el efecto de la pastilla sudaba en exceso, su frente estaba bañada en sudor y con un pañuelo él, la secó.  
-No te preocupes Gervacio es mejor dejar que descanse, más tarde voy ayudarla a cambiarse de ropa para dormir y estaré  a su lado,                     
si hay algún cambio, de inmediato te llamo, ve a descansar.
Gervacio quería quedarse al lado de Alida pero terminó por hacer caso a Claire, por el momento no era necesario quedarse y además necesitaba estar bien despierto si se ofrecía una emergencia a media noche o tenía que llevarla muy temprano a la ciudad.
Media hora más tarde Claire salio de la cabaña para cenar algo y volver con Alida, Jim su esposo preguntó: 
-¿Cómo sigue Alida? ella contestó:
-Ahora está dormida pero su fiebre es alta y no reacciona con rapidez, espero no sea nada grave- luego cenó y terminó por decir -Me voy al lado de Alida, ella debe cambiarse de ropa el exceso de sudor, a mojado todo lo que lleva puesto.
Claire en la cabaña ayudó Alida a cambiarse de ropa, tocó su frente y aun seguida caliente,  tenía la esperanza que baje la temperatura y que amanezca mejor, aunque viéndola en ese estado, sus dudas crecían. Se acostó en su litera cerca de Alida por si ella necesitaba algo, la agitación en el campamento la había cansado y pronto se quedó dormida.
Pasada las tres de la mañana escuchó que Alida se quejaba, se acercó a ella tocó su frente y ésta hervía por la temperatura. Claire pensó, era urgente llevarla a la ciudad ni bien salga el sol, la fiebre era un mal indicador. 
Gervacio antes del amanecer tocó la puerta de la cabaña para saber cómo estaba Alida y Claire le comentó  -Gervacio es mejor llevarla cuanto antes a la ciudad, ella debe ser atendida de emergencia su temperatura ahora está igual que la de anoche. 
Entró para ver Alida tocó su frente y era cierto, Claire tenía razón era mejor no perder tiempo. Alistó la mochila de Alida, guardó todas sus pertenencias y pidió a Claire la ayude a cambiarse, él iba arreglar todo lo concerniente al viaje en bote para partir en menos de una hora. Primero hablaría con Trevor para arreglar lo del viaje y después preparar Alida para subirla al bote. 
Mientras Claire ayudaba Alida le dio una pastilla más para le fiebre, era mejor para mantener la temperatura baja y que se sienta mejor.  
Alida comentó a Claire -apenas tengo fuerzas para cambiarme gracias por tu ayuda. La cabeza parece que me va a estallar. No se qué me pasa, esta situación  para mí es tan vergonzosa. 
-No Alida, no debes hablar así, estoy segura que tú en mi lugar harías lo mismo, ahora debes guardar fuerzas porque te espera un largo viaje a la ciudad- y la ayudó a sentarse mientras esperaban a Gervacio.
Gervacio y Trevor llegaron hasta la cabaña y ayudaron Alida a caminar hasta al bote Claire iba atrás de ellos con las mochilas y la pequeña cartera de Alida, antes de subir ésta se despidió de Claire y le agradeció de nuevo, luego hizo lo mismo con Trevor -Gracias por todo, estas semanas fueron una experiencia única para mí. 
Trevor tomó la mano de Alida y como todo un caballero la beso y dijo -vas a estar pronto muy bien, estoy seguro de ello. 
Gervacio también agradeció la ayuda de Trevor y Claire, pidió los despidan de todos en el campamento, él no sabía si iban a regresar. 
Gervacio ayudó Alida a ponerse al chaleco salvavidas, él hizo lo mismo y subieron al bote que era nuevo y moderno seria manejado por un buen navegante que había venido con los científicos cuando recién llegaron al campamento, no tenían porque preocuparse solo partir cuanto antes. 
Después de una hora de navegar por el gran río, Alida comentó a Gervacio -la fiebre alta esta haciendo que vea alucinaciones, en la orilla del frente veo un jaguar.
Gervacio interrumpió -no es una alucinación, es real, el jaguar se ha acercado a la orilla del río a beber agua.
-¡Oh! es un bello y magnifico animal- susurro apenas Alida y volvió a decir:
-Gervacio lamento que me suceda esto no quería interrumpir tu trabajo sé que para ti es importante.
-Alida no te preocupes tengo todo el material que necesito, hemos trabajado bastante todas estas semanas. Al contrario debiste avisar ni bien te sentías mal.  
Los dos quedaron en silencio mientras observaban el paisaje, más adelante en el viaje, desde una de las ramas de un árbol una banda de guacamayos con sus plumas coloridas parecían despedirlos, emitiendo grandes chillidos y volaban cientos de aves entre los árboles.
El resto del viaje paso sin grandes problemas, el bote navegaba a velocidad pero con cuidado las corrientes del río eran muy fuertes.  Después de la travesía unas horas más tarde llegaron por fin a la ciudad de Tarapoto.   Gervacio desembarcó con Alida,  pagó al navegante y dijo -Alida apóyate en mi brazo para tomar un taxi que nos lleve a un hotel para que descanses en una de las habitaciones. Durante el viaje había decidido llevarla de frente y la más rápido a la capital.             
Dejó instalada Alida en el hotel -no te preocupes voy  al aeropuerto para comprar pasajes, estoy de regreso en menos de media hora, es mejor seguir el viaje a Lima- remarcó esto último y salió de la habitación, en su mente rogaba encontrar dos pasajes para el último vuelo de la noche. 
Gervacio llegó al aeropuerto y la suerte lo acompañaba, logró encontrar dos pasajes para las 8.30 de la noche, faltaban dos horas para embarcarse, tenía tiempo de regresar por Alida y luego partir con destino a Lima. 
De regreso al hotel había comprado dos botellas de agua y dos sándwiches, con todo el ajetreo había olvidado que no tenía nada en el estómago, no sabía si Alida quería comer pero igual compró para ella y el agua que debía tomar para hidratarse. 
A la hora indicada, Gervacio y Alida dejaron el hotel y en un taxi llegaron al aeropuerto, él le pidió que trate de tener fuerza para caminar, que se apoye en su brazo, nadie debía darse cuenta que ella no estaba bien porque era posible que le impidan viajar. 
Alida tomó el brazo de Gervacio y camino a su lado tranquila aunque apenas tenía fuerzas, pasaron el chequeo de los pasajes y entraron al avión. En una hora y veinte minutos estarían en Lima y de inmediato desde el aeropuerto Gervacio pensaba llevarla a una clínica donde sería atendida de emergencia. Después tendría que llamar Alma madre de Alida para que sepa donde estaba su hija, eran dos días que Alida no se había comunicado con su madre. Para Gervacio hablar con Alma sería una situación difícil. Él casi podía presentir su reacción. 

CONTINUARÁ   
  

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