miércoles, 9 de julio de 2025

TRES HISTORIAS... ¡TRABAJO, SOLO TRABAJO!

-Merry no puedo creer lo que me dices con respecto a Liza y el congresista Américo Panduro, él es un hombre muy conocido además de pertenecer al partido de nuestro presidente -comentó la tía Gema.
-Pues créalo mi querida tía porque es verdad, es más- se acercó a la tía  y dijo en voz baja -me he enterado de casualidad que Américo va a invitar a Liza a una fiesta de año nuevo, mi padre aún no lo sabe, pero no sé que va a pasar porque no está de acuerdo con que Liza salga con el congresista- finalizó Merry muy seria.
La tía Gema se tapó la boca en un gesto de complicidad y contestó: 
-Nosotras no vamos a decir ni una palabra, dejemos que sea Liza la que le cuente a tu padre-. 
-No te preocupes tía, yo no diré una  palabra, soy una tumba-. con la mano Merry hizo una señal de cerrar la boca.
Felicia anunció que la cena estaba servida y que se podía pasar al comedor, la familia siempre cenaba antes de las doce para luego brindar y darse el abrazo de navidad. Una música suave de villancicos sonaba de fondo, todos los presentes sentados en la mesa festejaban la decoración, todos estaban de acuerdo, la mesa lucía espléndida y la cena ni hablar, un asado con papas doradas en el centro, bocaditos, vino y champán, además del chocolate y panetón.
-Felicia te luciste esto está hermoso y la cena deliciosa- decía Nany y todos le daban la razón, Felicia sonreía, estaba orgullosa de su mesa y de su cena.
-Mi querida hermana esto es un festín con vino y asado- habló Gema.
El doctor Martel llamó la atención de toda la familia para decir unas palabras -quiero hacer un brindis por mi esposa que siempre se luce en estás fechas, por mis hijas que son jóvenes hermosas e inteligentes, por mi madre que me bendice con su presencia y por Gema que nos acompaña siempre con su calor de tía- levantó su copa y exclamó -¡Salud por mi querida familia!-. 
Todos al unísono levantaron sus copas y brindaron con el fino vino tinto que acompañaba el asado, el champan siempre lo guardaba para las doce después de que nazca el niño. 
La familia en pleno disfrutaba de la cena y la conversación, Gema sabía el secreto de Liza y la miraba sonriente, no preguntó por las flores para no iniciar una discucion sobre ello. A su padre le podía disgustar el tema.
Terminada la cena la familia paso a la sala para esperar las doce las copas y el champán estaban en una bandeja esperado que sea la hora del brindis, la conversación alegre y amena no se interrumpió hasta que sonó el teléfono, era para Liza. La joven corrío a responder mientras un ambiente de tensión  se hizo en la sala. Felicia rompió el silencio  para distraer a su esposo y que la noche no termine en disgusto. 
Liza fue breve no tardó mucho tiempo en hablar, era Américo que la llamaba para desearle una feliz navidad:
-Que bueno poder conversar contigo y desearte una feliz navidad, tal vez el próximo año estemos juntos celebrando en familia- Liza no contestó a estas palabras pero si le deseo una feliz navidad y le dio las gracias por las flores y los saludos, luego se despidio de él para no crear malestar en su padre. Américo comprendio la situación y cortó.
Al regresar al comedor Liza comentó que la llamada había sido para ella, no deseaba mentir y habló brevemente de Américo y los  saludos que mandaba a toda la familia, luego pidió a Merry que le alcance su copa de vino para seguir brindando con el resto de la familia.
El doctor Martel no hizo comentario alguno sobre la llamada de teléfono, vio su reloj y dijo: -solo faltan diez minutos para las doce creo que nos ponemos de pie y servimos el champán. Felicia junto a  Fanny se dispusieron a llenar las copas cuando sonó las campanas de las doce, la familia en pleno se dio el abrazo de navidad las hijas, Nany, Gema, Felicia y Oscar se abrazaban con alegría luego cada quien tomaba su copa para brindar por la noche buena y el nacimiento del niño, después el ritual de cada año, abrir los regalos. Cada quien recibía su presente y no faltaban los comentarios y las bromas además de las gracias por tal lindos regalos. La celebración duró cerca de las dos de la mañana, era un nuevo día y todos comenzaban a sentir sueño. Nany se quedaba a dormir en casa de su hijo y Gema se despedía para partir a su casa que quedaba muy cerca de la casa de su cuñado y hermana, eran pocas cuadras las que tenía que manejar. 
Felicia al despedirse de su hermana comentó: -llámame ni bien llegues a tu casa por favor no me tengas preocupada pensando que te ha pasado algo-.
-No te preocupes voy a estar bien- respondió Gema -yo te llamo para que estés tranquila-.
Las dos hermanas se despidieron con un abrazo, Gema se retiró a su casa, estaba cansada habia sido una noche muy familiar y el vino y champán comenzaban hacer su efecto.
Al día siguiente toda la familia se levantó tarde, excepto Nany, ella tenía costumbre de levantarse muy temprano desde hace años, ya no podía dormir más de cinco horas, camino despacio para no despertar al resto, se fue a la sala se sentó en uno de los sillones y se puso a decir sus oraciones, como salía hacerlo cada mañana en su casa, para ella era una paz saludar a Dios y darle las gracias por las cosas buenas que le había concedido. En sus oraciones pedía por cada miembro de la familia y por el hijo que se fue y no sabía nada de él. Rogaba que lo proteja y que lo traiga de nuevo a casa antes que ella se vaya de éste mundo.
Cuando en el reloj del comedor eran las once de la mañana la familia en pleno ya se había levantado y cambiado para tomar el desayuno de navidad, chocolate y panetón era la tradición, eso no podía faltar en casa de la familia Martel. 
El resto del día fue tranquilo y muy familiar, se almorzó tarde y se comieron sanguches, Felicia no cocinaba ni preparaba nada especial después de navidad. La cena de la noche anterior, habia sido suficiente.
En el transcurso de la semana Fanny y Liza estaban poniéndose de acuerdo si iban a trabajar medio tiempo en el verano en la empresa de la tía Gema. Ellas siempre ayudaban a su tía y de paso ganaban un dinero que nunca estaba de más. Al final se pusieron de acuerdo para trabajar, la tía esperaba su llamada para incluirlas como practicantes de verano en la empresa. Más tarde llamarían a Gema para decirle que las incluya en el trabajo de verano.
 Antes que Fanny se retire de la habitación de Liza, ésta le pidió que cierre la puerta porque quería conversar con ella. 
Liza con un tono misterioso en la voz comentó: -Fanny quisiera pedirte un favor, si es posible que tú y Umberto nos acompañen a mí y a Américo a una fiesta de año nuevo, él me invitó desde la semana pasada-.
Fanny observó unos segundos a su hermana era la primera vez que le pedía algo así: -Liza el congresista te ha invitado a una fiesta y quieres que te acompañe para que nuestro padre no se moleste-.
-Si algo así- contestó Liza -sabes bien que Américo no es del agrado de nuestro padre. Él desea que desaparezca-.
-No sé Liza- exclamó Fanny -creo que Umberto tiene otros planes para celebrar el año nuevo en la playa, tengo que consultarlo con él-. 
-Por favor Fanny acompáñame, vamos a pasarlo muy bien, la fiesta es en un club privado y también cerca de la playa- agregó Liza con la esperanza de que su hermana acepte.
-Mañana te contesto, debo preguntar a Umberto- respondió con una sonrisa cómplice, luego salió de la habitación de Liza.
Faltaban tres días para el nuevo año y Fanny había aceptado acompañar a su hermana, Umberto estuvo de acuerdo. 
Ahora faltaba lo más complicado hablar con su padre pero primero buscaría la ayuda de su madre para que sirva de mediadora. Felicia gustosa aceptó hablar con su esposo, él debía de estar sereno para que comprenda que sus hijas eran jóvenes y querían ir de fiesta.
En la noche después de cenar cuando el doctor estaba relajado y tranquilo, Felicia habló con él, le explicó la situación y éste como respuesta contestó: -que venga Liza quiero hablar con ella-.
Felicia llamó a su hija, Fanny y Merry sabían de que se trataba, solo esperaban que su padre le de el permiso. 
Cuando su hija se hizo presente el padre preguntó: -Liza estás saliendo con Américo-.
-Si padre, nos estamos conociendo, es una persona agradable y gentil- contestó un poco turbada.
-Yo tenía la esperanza de que no fuera así, sabes que es bastante mayor que tú y que es una persona que pertenece al mundo de la política-.
-Si padre, sé todo eso, pero creo que no tiene nada de malo ir a una fiesta de fin de año con él, además Fanny y Umberto nos acompañan-. 
El doctor junto sus manos, un silencio prolongado lleno la sala, se acordó de la conversación que había tenido con el parlamentario, al parecer Américo estaba haciendo una buena amistad con Liza. La madre estaba cerca y comentó: -Oscar son jóvenes quieren ir a una fiesta, eso no debe ser problema-.
Si, tal vez no tenga nada malo pero al padre no le agradaba demasiado la idea, su hija Liza era una joven brillante y él quería lo mejor para ella. Reconocía que Américo era un hombre inteligente y capaz pero pertenecía al mundo político y el doctor tenia recuerdos dolorosos sobre ello.


CONTINUARÁ          
     
   
         
      

   
 

 

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