miércoles, 23 de julio de 2025

TRES HISTORIAS...¡TRABAJO, SOLO TRABAJO!

Merry llegó a la casa de Ivone su amiga y compañera de colegio, se asombró al ver que ésta no estaba preparada ni lista para partir a la aventura del viaje. Preguntó muy seria: ¿Ivone qué pasa por qué no estás lista? se nos hace tarde y todavía tenemos que recoger a las demás compañeras-. 
-Perdona Merry por no haberte llamado por teléfono para decirte que mi madre se negó a darme el permiso para viajar y lo mismo pasa con las demás amigas, ellas han tenido serios problemas con sus padres y les han negado el permiso, lo siento amiga debí avisarte- contestó Ivone con tristeza en la voz. 
-Es algo grave no haberme llamado para decirme que no iban a viajar, yo también he tenido problemas en casa y sin embargo, pienso viajar de todas maneras, tengo dinero ahorrado y no necesito pedirles a mis padres-. 
Ivone contestó a Merry: - mi estimada amiga ese no es el caso de todas las demás, necesitamos el dinero que nuestros padres nos puedan dar, creo que debemos olvidar la idea del viaje para cuando tengamos más edad, en el fondo tiene razón, nos puede suceder algo y como nos comunicamos con ellos, piensa, eso sería peligroso y un desastre-. 
Merry no contestó enseguida a su amiga, estaba tan molesta que no pensaba con serenidad, quería hacer el viaje y sentía que todo se lo impedía. Después de varios segundos tomó una decisión, llena de frustración Merry comentó: -Ivone puedo quedarme a pasar el día en tu casa, no quiero regresar a la mía tan pronto, mis padres tienen que comprender mi deseo de viajar además, ellos no saben donde estoy y que tú eres una de las amigas con las que pensaba viajar, no tienen tu número de teléfono ni dirección-.
-Merry no tengo inconveniente que pases el día conmigo en casa, mi madre no dirá nada porque tampoco conoce a tu madre y no sabe tu número de teléfono- contestó Ivone y le mostró las últimas revistas que había comprado sobre sus artistas favoritos y lo último en música que sonaba en su equipo. Las dos adolescentes estaban tranquilas comentando sobre sus artistas y cantantes más queridos, no median el alcance de sus acciones. 
A la casa del doctor Martel llegó Felicia al medio día,  Alejandrina presurosa le comentó sobre Merry y su salida a la calle con su mochila en la espalda: -señora la niña se despidio y dijo que iba a pasear eso fue todo lo que habló-. 
Felicia no quería creer lo que escuchaba, Merry había salido con su mochila dispuesta a realizar el  viaje del que tanto hablaba y pasar sobre su autoridad. No Merry no era así, ella siempre demostró ser una joven juiciosa. La madre quería asegurarse y subió a la habitación de su hija, ahí comprobó que no estaba la mochila como decía Alejandrina y además no estaba su dinero que guardaba en el cajón de su velador. Podía ser posible que Merry se atreviera a salir sin el permiso de sus padres. 
La madre reaccionó de inmediato, no quería que las jóvenes comiencen su viaje sin el permiso de sus padres. Buscó la lista de los números de teléfono de las compañeras de colegio, cada madre tenía una lista de las familias, comenzó a llamar a las que sabía que eran más cercanas a Merry pero en casa de ninguna de ellas estaba su hija. Greta una de sus compañeras de colegio sin saberlo cometió el grave error de comentar con su madre que Merry había salido de viaje muy temprano, Felicia se enteró de esto y casi se desmaya, agradeció a la familia por el aviso. Cuando colgó el teléfono trató de serenarse pensó que Greta no podía tener razón, Merry no había salido de casa muy temprano, entonces no podía haber iniciado el viaje. Su desesperación y sobre todo su preocupación crecía a cada instante, había llamado por teléfono a todas las compañeras de Merry y las que se supone iban a viajar, incluso ellas no sabían el paradero de Merry. Felicia ignoraba el teléfono y la dirección de Ivone porque esta alumna entró al colegio fuera del tiempo de matrícula, por ese motivo no la habían incluido en la lista de padres de familia. Alejandrina miraba con tristeza a la madre de Merry: -señora debe calmarse, no creo que la niña se haya ido a ese bendito viaje sin decir nada, ella no es así-. terminó de decir.
-Alejandrina estoy comenzando a pensar que Merry a cambiado demasiado y no nos hemos dado cuenta, se ha convertido en una joven obstinada que quiere hacer su voluntad, según ella ya es independiente- dijo Felicia con tristeza, recordaba  a Merry cuando era una niña dulce y pequeña.
Liza y Fanny llegaron a casa después del trabajo en la empresa de la tía Gema, vieron a su madre con el rostro desencajado por la angustia, Liza preguntó: -¿madre que ha sucedido, por qué estás así?
-Liza tu hermana Merry ha desaparecido no sabemos donde está- contestó con una voz que apenas se podía oirá.
-¿Cómo qué ha desaparecido madre? Merry no puede haberse ido a ese viaje del que tanto hablaba, ella sabe que no podía hacerlo sin permiso-. respondió Fanny.
Las horas pasaban y de Merry no se sabía nada, Felicia no sabía si llamar a su esposo para contarle lo sucedido, él era el padre y debía estar al tanto de lo que sucedía, tal vez no se ha ido de viaje si no le ha pasado algo, un accidente o lo que es peor un secuestro al verla sola los delincuentes podían pensar que era presa fácil, las ideas más terribles cruzaban por la mente de la madre que lloraba por su hija. 
Liza comenzó a llamar a todas las agencias de viaje para preguntar si una joven llamada Merry Martel había comprado un boleto para viajar, las llamadas fueron infructuosas... nada, no había nadie con ese nombre que viajara en una de las empresas de buses. 
Felicia no pudo esperar más y llamó a su esposo para decirle lo que pasaba con Merry, le comentó todo lo que habían hecho para buscarla pero había sido en vano. El doctor Martel le habló a su esposa que iba a llamar los lugares de emergencias. Llamó a los hospitales, policía, bomberos, para saber si alguno de ellos habían recogido a una adolescente que llevaba una mochila negra y vestía una casaca roja, nadie sabía nada de la joven, nadie podía dar con su paradero.
Era de noche y la familia lloraba la desaparición de Merry ¿Dónde podía estar? o ¿Qué la había pasado? se preguntaban, no querían pensar lo peor. Oscar Martel desesperado seguía llamando desde su hogar a las diferentes clínicas pero su hija no aparecía, se negaba a pensar que su hija estaba muerta y que la vería entrar como el recuerdo de sus hermanos, no podía ser.  Felicia, Liza y Fanny lloraban desconsoladamente  ¿dónde más buscar? ¿a quién preguntar?.
Ajena a todo este dolor el sufrimiento de su familia Merry jugaba con su amiga Ivone en su habitación, en un momento del juego Ivone preguntó: -Merry no lo tomes a mal pero no crees que es mejor que llames a tu casa y les digas donde estás deben estar preocupados, son casi las diez de la noche-.
-No amiga no pienso ir a mi casa, ellos deben aprender que ya soy adulta y puedo manejar mi vida, más bien quiero pedirte si le dices a tu madre que vamos a tener una pijamada y me quedo a dormir hasta mañana- habló Merry como pidiendo un favor a su amiga.
Vito el hermano menor de Ivone había escuchado en la puerta de la habitación sin querrer la conversación de Merry y fue a contarle a su madre lo que sucedía con ella y sus padres. Margo madre de Ivone no tenía el teléfono de la casa de Merry pero Vito era amigo de una de las amigas de su grupo y le dio el teléfono, así fue que se armó una cadena de madres para por fin dar con el teléfono de la familia Martel, por supuesto que Margo había sido discreta y no había contado nada sobre el real problema de la joven.
Margo llamó a la familia Martel y Felicia contestó el teléfono, eran las once de la noche cuando escuchó la voz de la madre de Ivone comentando todo sobre Merry y desde que hora estaba en su casa, ella le dijo a Felicia: -Si deseas la dejas que duerma aquí en casa y yo mañana temprano la llevo a tu casa-.
Felicia sentía que le regresaba el alma al cuerpo y con voz apenas audible contestó: -te agradezco infinitamente lo que has hecho, pero no, yo voy a ir a recogerla en este instante dame tu dirección por favor-. 
Margo le dio la dirección y se despidio, era mejor no decir nada a Merry, ella debía esperar a su madre.
La madre lloró delante de sus hijas y esposo, les dijo que Merry había estado todo el día en casa de Ivone y que iba a recogerla, el padre también quizo ir pero Felicia lo detuvo: - no Oscar es preferible que yo vaya, tú ahora estás demasiado molesto y puedes ser muy rudo con ella, déjame ir y luego en casa hablas con tu hija, más tranquilo. Liza y Fanny se abrazaban de felicidad Merry estaba bien aunque había cometido una falta grave que había hecho sufrir a la familia.
La madre de Merry llegó a la casa de Margo, madre de Ivone, eran cerca de las doce de la noche, tocó el timbre y abrió la puerta Vito el hermano menor y el que había contado todo a su madre. En la sala estaban Merry, Ivone y la madre de ésta, Felicia saludó a todos agradeció, la ayuda que le habían brindado a Merry y a ella misma, con una sonrisa que apenas podía disimular le dijo a Merry que era hora de irse. Las dos se despidieron muy agradecidas y Felicia fue hasta el carro abrió la puerta de atrás y le dijo a Merry que suba, su primer impulso fue lanzarle una bofetada por todo lo que había hecho pasar a la familia pero se contuvo, ella jamás había golpeado a sus hijas. 
Merry subió en silencio al asiento de atrás, la madre no decía nada, solo cuando estaba frente al timón se abrazó a éste y se puso a llorar desesperadamente pensando que a su hija le había pasado algo grave, algo terrible y que nunca la volvería a ver. Merry nunca había visto así a su madre en ese estado, ella le pedía perdón una y otra vez pero Felicia seguía llorando sin poder contenerse, el dolor le oprimía el pecho y no podía hablar. 


CONTINUARÁ  
 
  
 
             
     
  
   
     

 

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