jueves, 26 de enero de 2017

EL ABRIGO ROJO

tres meses habían pasado desde que se iniciaron los trabajos de construcción del edificio. Los planos y el diseño ya habían sido aprobados por las autoridades de la ciudad que otorgaba el permiso para la construcción. La empresa que había contratado los servicios de los arquitectos también había aprobado el diseño de la gran torre. 
Ahora el equipo de arquitectos supervisaba desde el terreno como se iniciaban los trabajos de excavación en el lugar para los cimientos del edificio. Se tenia el mayor de los cuidados para que no haya problemas que lamentar en el futuro. 
Semanas de trabajo, intercambio de ideas y discusiones habían terminado. Se logró un trabajo de gran calidad y armonía en las formas y diseño. La torre se convertiría como lo querían sus dueños, en un hito dentro de la ciudad. 
Rodrigo del Muro y sus arquitectos podían sentirse satisfechos de su obra. Para crear la torre se inspiraron en el estilo Art-Deco de los años 20 y 30 pero habían dado un paso adelante y trajeron el estilo a la modernidad. De lineas sobrias y elegantes en la cúspide de la torre y el cuerpo todo de vidrio con ligeras ondulaciones hacían que sobresaliera  dentro del paisaje de la ciudad. 
La entrada al edificio seria de pisos de mármol jaspeado, molduras y contornos lineales en las paredes del interior. Cada piso tendría el más fino mármol, con amplios ventanales, dominarían la vista de la ciudad. Los ascensores diez en total, estarían decorados con espejos biselados, esto daría al espacio la sensación de ser más grandes. Baños elegantes en cada piso. Las luces ubicadas en lugares estratégicos, crearían un ambiente cálido. El edificio estaría equipado con lo ultimo de la tecnología, con cámaras de seguridad y funcionamiento automático de los ascensores, identificación de personas a través de un sistema moderno de pantallas cuidadosamente ocultas al publico. Se había pensado en cada uno de los detalles, nada quedaba al azar. El resultado seria una torre elegante y moderna cuando se termine de construir, los planos y el diseño así lo demostraban. Los obreros en el terreno habían iniciado los trabajos y era de suma importancia controlar que todo marche bien. La idea era que la torre permanezca en el tiempo. 
Por turnos se reemplazaban el equipo de arquitectos, se trabajaba con total atención en los detalles. Dentro de los días de descanso a Paul le otorgaron tres días de permiso para salir, podía quedarse en Santa Fe del Norte o ir de visita a su ciudad. Él eligió ir de visita a su ciudad quería ver a Cristiana.
Al día siguiente preparó un equipaje ligero, pero antes había mandado un mensaje a Cristiana para que lo espere en la estación del tren, no quería perder una sola hora de su permiso de tres días para verla. Muy temprano tomó el tren, solo algunas horas de camino los separaban. 
Cristiana había recibido el mensaje,calculando la hora llegó puntual a la estación, no quería en lo absoluto que ocurra la tardanza de la vez anterior. Se había arreglado con esmero para Paul, se puso su abrigo rojo, porque aun hacia frió en la ciudad y en el interior llevaba un vestido elegante, contaba los minutos para que llegue el tren. Eran tres meses que habían pasado pero parecía una eternidad.
El tren silbando entró lentamente a la estación anunciando su llegada, la gente se acercó a la loza de embarque para ver a los pasajeros que bajaban. Cristiana de pie en el lugar esperaba distinguir la figura de Paul entre la gente al bajar del tren, unos instantes más y él bajaba junto a otros pasajeros. Cristiana lo vio a lo lejos y levantó la mano para avisar de su presencia. Paul ya la había visto, se acercó a ella, abrazó a su novia, fueron unos instantes de emoción. 
Paul estaba feliz tenían tantas cosas que decir que los dos se atropellaban con las palabras, buscaron un lugar más tranquilo para hablar. 
Aun abrazados Paul le decía  -tienes que ir a visitar Santa Fe del Norte para que veas la obra del edificio, cuando este se termine de construir será increíble, no puedes imaginarlo hasta que lo veas, además me gustaría enseñarte la ciudad, es moderna y esta bien diseñada. No seria mala idea pensar que en un futuro no muy lejano tú y yo podamos vivir ahí, confía en mis palabras, no dudes. 
Tomados de la mano, Paul y Cristiana salieron de la estación, el mundo les pertenecía, la vida era para ellos, si así lo deseaban. Caminaban sin prisa,solo querían vivir su presente el aquí y el ahora, lo demás no tenia importancia. Los planes y lo que podían desear lo hablarían después, ahora era su momento, solo para ellos dos.  
Cristiana prometió a Paul que lo iría a visitar para que él le muestre la ciudad y la construcción de la gran torre que ahora era ya una realidad. 
Después de varios meses Paul y Cristiana cumplieron su deseo de estar juntos parados frente a la torre al final de su construcción. El edificio se veía impresionante era una gran obra. Todos podían estar satisfechos, desde las autoridades, la empresa pero sobre todo el equipo de arquitectos con su director a la cabeza, habían trabajado con dedicación el resultado una obra impresionante. 
Todo un evento en la ciudad, fue el día de la inauguración el alcalde, empresarios, arquitectos, los obreros y publico en general, miraban sorprendido la gran torre. 
La ceremonia de inauguración las palabras del alcalde y luego la recepción en el primer piso sellaron el trabajo incansable de varios meses pero el esfuerzo valió la pena, se entregaba a la ciudad una gran obra. Paul y Cristiana dejaron la reunión en el primer piso por unos instantes, querían ver la torre iluminada en la noche de la ciudad, con las luces encendidas se veía más impresionante. Paul con esta experiencia había adquirido más conocimientos para su carrera y había ganado nuevos amigos y colegas. Una placa en el ingreso del edificio tendría los nombres de los arquitectos que habían realizado la obra. 
Cristiana y Paul tomados de la mano admiraban la obra que quedaría en el tiempo y para ellos dos  solo existía el deseo de estar siempre  juntos.   
           FIN
   

jueves, 19 de enero de 2017

EL ABRIGO ROJO

Ese primer día, de haber llegado a la casa, en la noche, desde su habitación Paul se comunicaba con Cristiana y le comentaba todas las impresiones de su primer día: como las personas que había conocido, lo bonita que era la casa donde iba a vivir. Le decía además que al día siguiente comenzaba  el trabajo en serio, no se podía perder más tiempo. Luego terminaron hablando de ellos y de lo mucho que se extrañaban. Cristiana comentaba con Paul como había sido su día. Era bueno pensar que la tecnología estaba de su lado para comunicarse a través de la pantalla de sus maquinas, de está manera se sentían más cerca. Conversaron por más de una hora y al final se despidieron dándose las buenas noches.  
En la casa, al amanecer del nuevo día, se reunió en el comedor para el desayuno todo el equipo de arquitectos con el  director Rodrigo del Muro, este les comunicó que irían a conocer el terreno donde se construiría la gran torre, era necesario ver el lugar para saber las dimensiones de lo que iban a construir. 
El equipo se preparó para partir a bordo de una camioneta y en otra camioneta llevaban equipos modernos para tomar las medidas y dimensiones del terreno. Desde ese momento comenzaba el trabajo y era necesario poner cuidado, la construcción  de la torre, así lo exigía.
El terreno hacia donde se dirigían quedaba ubicado a una hora de distancia de la casa, la camioneta que los llevaba iba por una autopista moderna, rodeada de grandes edificios. Al llegar al lugar se preparaban para un día de trabajo. El clima en la ciudad en ese momento era fresco esto les permitía  realizar su trabajo sin problemas.     
Como en toda construcción, los cimientos son de vital importancia porque sobre ellos descansa la construcción y en este caso lo era aun más por el tamaño y las dimensiones de la obra. La torre debía quedar perfectamente anclada al terreno para soportar los rigores del clima y la fuerza del viento. Con aparatos modernos de rayos láser se tomaban las medidas del terreno y la nivelación del mismo para comenzar a trabajar los planos y diseño de la torre.
El terreno era de gran tamaño, en él se ubicaría el edificio que estaría rodeado a su vez por jardines para darle una vista exterior ecológica y amable con el medio ambiente.
Dirigidos por el arquitecto en jefe, todos se encargaban de tomar las medidas del lugar. Rodrigo del Muro daba las instrucciones y supervisaba los detalles. Se quedaron toda la mañana y parte de la tarde para hacer el trabajo, varias veces corroboraban las medidas para que nada falle, de lo contrario seria una catástrofe y ellos como profesionales no podían permitirlo.
De regreso a la casa almorzaron y luego de un breve descanso fueron al salón donde se encontraban las mesas de trabajo, cada uno ubicado en su puesto escuchaba atento las indicaciones del director que por su experiencia sabia que se debía hacer, pero él también exigía a la vez que cada uno de los arquitectos expongan sus ideas y diseño.
En las siguientes semanas el ambiente de la casa, era de trabajo. En el equipo de arquitectos no había diferencias entre hombres y mujeres, todos eran profesionales del mismo nivel y trabajaban igual, aportaban e intercambiaban ideas. Los planos y el diseño comenzaban a tomar forma. En algunas ocasiones se tenia que volver a comenzar porque las exigencias en la estructura de la torre a si lo requerían. Tenían que asegurarse que cada detalle encaje con precisión y armonía.
En la mesa de trabajo también se hablaba de los materiales a usarse, estos tenían que ser de calidad y comprobada resistencia. El tamaño de la obra monumental era importante.
Como siempre Paul y Cristiana se comunicaban todas las noches, cada uno comentaba como había sido su día. El extrañarse hacia más difícil la distancia. Se sentían bien cuando conversaban y se veían por la pantalla, no era la misma sensación de estar uno al lado del otro pero aceptaban la realidad. Siempre se conectaban a la misma hora.
Mientras Paul estaba lejos realizando su proyecto, Cristiana también se dedicaba a los suyos. Trabajaba en el día y estudiaba de noche en la universidad para obtener su titulo y especializarse en finanzas. Mery e Ignacio habían tomado sus caminos, los amigos ahora se reunían cada vez menos ya no tenían tiempo, sus ocupaciones los habían llevado por diferentes rumbos y aun se alejarían más porque Ignacio había aceptado un trabajo que lo llevaría a vivir por dos años a una ciudad del interior del país.
Era natural era parte de la vida que cada uno tome sus decisiones, Cristiana estaba sumergida en su trabajo y estudios, había conocido gente nueva y nuevas amistades, su mundo había crecido.
Unos días antes que Ignacio parta hacia su nuevo trabajo, Mery y Cristiana le hacían una despedida, pasaría un tiempo muy largo para volverse a ver, los tres lo sabían y aceptaban que así debía ser, al final de la despedida brindaron por su amistad y por volverse a encontrar alguna vez.
CONTINUARÁ.  
                

jueves, 12 de enero de 2017

EL ABRIGO ROJO

El tren de las cinco ya había partido. Cristiana se apartó suavemente de los brazos de Paul y preguntó -¿por qué no había tomado el tren? estaba preocupada, si era su culpa nunca podría  perdonárselo.
-Calma, no debes preocuparte, si voy a tomar el tren, hay otro que sale alas seis,  hacia el mismo destino. Cuando vi que tardabas en llegar, cambié mi boleto de las cinco para las seis de la tarde, quería esperar para darte más tiempo. Tenia el presentimiento que algo pasaba, que dudabas en venir- dijo Paul y se acercó a Cristiana -hay dos días en la vida que no tienen importancia, uno es el día de ayer porque ya pasó y nada que haya ocurrido puede cambiarse y el otro es el día de mañana que siempre estará allí y no sabemos que nos traerá. Lo importante es vivir nuestro presente, el aquí y el ahora todo lo demás no tiene valor.  
Cristiana respiró tranquila ¡sí! había dudado un momento pero ahora ya no. Tomados de la mano se dirigieron al pequeño café que quedaba dentro de la estación, se sentaron en una mesa apartada, querían estar solos los pocos momentos que les quedaban antes de la partida de Paul. Hablaron de sus planes, de lo que cada uno pensaba hacer mientras el otro esté lejos. Con sus palabras querían detener el tiempo pero esto era imposible.  
Cuando el reloj marcaba las seis de la tarde se escuchó en el altavoz de la estación el aviso de la salida del tren. 
Caminaron despacio y sin prisa hasta el embarque, ninguno de los dos quería separarse del otro. Se fundieron en un abrazo y muchos besos Paul le decía que apenas llegue a su destino le enviaría un mensaje para decirle que había llegado bien. No fue fácil separarse y al subir al tren por la ventana, Paul le hacia adiós. 
Cristiana de pie en el embarque con el brazo en alto hacia lo mismo y veía como se alejaba el tren, su corazón latía con violencia pero no se movió del lugar hasta ver que la maquina se perdió en el horizonte. Con los ojos llenos de lágrimas dio media vuelta para salir de la estación. Sentía un vació, una tristeza que no podía contener. 
En el tren, Paul tomó asiento, jamás imaginó que le costaba tanto separarse. Ya no podía ver a Cristiana de pie en el embarque, su figura había desaparecido. Respiró profundamente resignado, le esperaba varias horas de viaje. Para él todo lo que venia en el futuro sería nuevo y diferente.
Viajó toda la noche, fue difícil conciliar el sueño, eran demasiadas emociones vividas en las ultimas horas. 
Al día siguiente muy temprano amaneció en la nueva ciudad: Santa Fe del Norte, faltaba dos hora para llegar a la estación, se preparó para lo que seria su nueva vida.
Al llegar a la estación final, lo esperaba un carro con chófer  que lo llevaría a la casa donde iba a vivir con los demás arquitectos. Acomodaron sus maletas, subió al carro y una hora más tarde este se detenía frente a un gran portón que al abrirse mostró una casa amplia de dos pisos, con fachada de piedra y grandes ventanales, rodeada de bellos jardines, ese lugar seria en adelanta su nueva residencia.
Al entrar en la casa, fue conducido a su habitación en le segundo piso por el encargado del lugar. Este le indico que descanse, más tarde se le avisaría para ser presentado con el resto de los profesionales que ya se encontraban hospedados en el lugar.
La habitación que le habían asignado era  amplia, bien iluminada, con una gran cama, una decoración sobria y baño interior. Una vez que se quedó solo en la habitación, tal como lo había prometido le envió un mensaje a Cristiana que a esa hora todavía estaría durmiendo: el mensaje decía -Mi querida Cristiana llegué sin novedad a mi destino. La casa donde voy a vivir es muy agradable, más tarde nos comunicamos. Besos, Paul.
Después de acomodar su ropa en el armario, darse un baño y cambiarse, llamaron a su puerta para que baje al salón donde estaban reunidos los demás arquitectos.
En el salón fueron presentados uno a uno los miembros de este nuevo equipo por el arquitecto en jefe y director de este programa Rodrigo del Muro hombre experimentado y profesional reconocido por sus obras.
Almorzaron todos juntos en el gran comedor, el grupo estaba casi completo solo faltaba uno que estaba en camino y ya no tardaba en llegar.  Las mujeres arquitectos estaban presentes y cada una se había instalado en su habitación. El almuerzo transcurrió en un ambiente de camaradería, todos se conocían por primera vez.
Cuando acabaron de almorzar pasaron todos a la sala especial de reuniones donde el director les iba a dirigir unas palabras. Primero habló sobre las reglas de la casa para llevar una buena convivencia y luego trató el tema más  importante: el proyecto de construcción del  gran edificio.
-Estamos reunidos en esta casa para trabajar juntos. La empresa a la que represento quiere que el edificio que vamos a construir se convierta en un hito dentro de la ciudad que represente el progreso económico de la misma y la fortaleza económica de la empresa.
Tengo carta abierta para no escatimar en gastos y materiales en la construcción de esta torre, vamos cuidar hasta el más mínimo detalle en cuanto a diseño y seguridad, será un edificio moderno e inteligente.
De ustedes espero todo su esfuerzo. Somos un equipo que va intercambiar ideas y solo exijo de su parte cerebro, mente e inteligencia para desarrollar este proyecto de gran envergadura. Esta torre debe estar preparada para enfrentar los cambios de clima, la fuerza del viento, recuerden que tendrá ochenta pisos y en cuanto al diseño tanto exterior como interior, debe ser considerado casi una obra de arte.
El desafió estaba expuesto el trabajo iba ser arduo, exigente. El director junto a su equipo iban a cumplir todas las exigencias que demandaba la construcción de esta gran torre.
CONTINUARÁ.    
   
                         

martes, 3 de enero de 2017

EL ABRIGO ROJO

En la sala de espera los padres de Mery, Cristiana e Ignacio contaban los minutos para  ver a la paciente que todavía estaba en la sala de emergencia. Cuando por fin pudieron verla  Mery lloraba desolada,  ya le habían aplicado fuertes calmantes para aliviar su dolor.
Su madre la consolaba y daba gracias a Dios porque la caída no tuvo consecuencias más graves. 
Cristiana también consolaba a su amiga y le decía:
-Has tenido suerte, pudo ser peor el accidente, piensa, si la columna o el cuello se hubieran visto afectados. Nunca debes estar distraída cuando bajes una escalera. 
Mery lamentaba su situación y lloraba -que voy hacer ahora, no puedo faltar a clases estamos para terminar el ciclo. Sé que me he salvado de un accidente mayor pero ahora no puedo faltar.
En voz alta, se prometió llegar con el pie enyesado y muletas todas las mañanas a sus clases.
Cuando Paul se enteró de lo sucedido por Cristiana, fue de inmediato a la clínica para visitar a su amiga, la encontró bien acompañada por sus padres y amigos.
Al día siguiente, cuando  le dieron de alta en la clínica, Mery asistía a sus clases y se le veía caminar por el instituto con muletas y  mochila. Su madre la llevaba  y la recogía de sus clases y en las aulas sus amigos la ayudaban. Ahora tenía que adaptarse a su nueva situación. 
Una semana había transcurrido desde el accidente de Mery y los amigos se habían reunido en su casa, reían con algunos inconvenientes que ahora tenía que pasar por su pie enyesado, ella misma hacía bromas al respecto. 
En un momento de la reunión Paul se acercó a Cristiana para decirle que tenían que retirarse, él necesitaba hablar con ella en privado, en un lugar tranquilo. Era un tema que desde hace unos días quería conversar. Cristiana estaba intrigada por la seriedad de Paul. Se despidieron de Mery y sus amigos. 
Al salir de la casa los dos caminaron en silencio, cerca había un parque, se detuvieron en el lugar tomaron asiento en uno de los bancos. La noche era tranquila, no hacia mucho frío,  la luna en medio del cielo les alumbraba,  Paul no sabía como empezar, pero sabía que tenia que hablar:
-Cristiana- dijo muy serio -desde hace varias semanas quería hablar de este tema pero lo he venido posponiendo. Ahora ya no puedo esperar más. Se trata de un proyecto en el que voy a participar; hace unos meses envié una solicitud para formar parte del equipo encargado del proyecto y fui aceptado. Es sobre la construcción de un edificio con los últimos adelantos y las técnicas modernas, es lo que llamamos un edificio inteligente. Tendrá ochenta pisos y se pondrá especial cuidado en cada detalle de diseño tanto exterior como interior. 
Cristiana escuchaba a Paul con atención, todavía no sabia exactamente a qué se refería. Mientras tanto Paul continuaba con su relato -el proyecto se va a realizar en la ciudad de Santa Fe del Norte, esta dirigido por un arquitecto de prestigio internacional. Él, una vez al año convoca un concurso para que arquitectos recién graduados trabajen a su lado. En el grupo hemos sido seleccionados diez colegas, siete hombres y tres mujeres. Comenzáremos  desde el principio, desde los planos,  este es un proyecto ambicioso.
El trabajo de este arquitecto es muy reconocido a nivel internacional, ha realizado obras en varios países del mundo. Esta es una magnífica oportunidad para mi carrera porque voy aprender técnicas nuevas en cuanto a diseño, planos y construcción. 
Tú sabes que la universidad te da los conocimientos pero es en la obra donde se adquiere experiencia y se aprende a solucionar los problemas, a veces hay que tomar decisiones  en el momento para que la obra no se paralice, otras veces es necesario regresar a los planos para ver que se puede modificar y que no afecte el diseño-  comentaba Paul con pasión 
Santa fe del Norte era una ciudad próspera y moderna que quedaba al otro lado de la frontera, tenía grandes edificios y amplias autopistas. Sus recursos económicos eran abundantes, por eso una corporación importante había solicitado los servicios profesionales  de este arquitecto para que realice la construcción del edificio que iba ser su sede principal. 
Cristiana se alegraba por Paul, podía ver su entusiasmo y la felicidad que sentía por participar del proyecto pero a la vez sentía algo de inquietud ¿que pasaría con ellos?, no se atrevía a preguntar. Era el momento para que los dos aprovechen todas las oportunidades que les presentaba la vida.
-No puedo perder esta oportunidad, es una fortuna estar en el grupo elegido- se detuvo un momento tomó las manos de su novia y habló con sentimiento   -por nosotros no te preocupes vamos a seguir juntos, es solo un año que pasará muy rápido. Siempre estaremos comunicados.
La alegría de Paul era legítima. Abrazo a  Cristiana, ella no dudaba era su gran oportunidad, al final ellos eran una pareja y podían enfrentar esta nueva situación.
En medio de su alegría Paul preguntaba- ¿que te parece el proyecto? ¿ estás de acuerdo?
-No necesitas mi consentimiento, es tu decisión pero estoy de acuerdo, ¡este es tu momento!
Ella no quería ser un obstáculo en su decisión, para él era importante seguir adelante y era una prueba para los dos.
Cristiana se estremeció e interrumpió sus recuerdos de como lo había conocido.  Miró el reloj de la mesita del velador, faltaban quince minutos para las cinco de la tarde y a esa hora partía el tren de Paul. Como estaba casi lista se puso el abrigo rojo y salio de su casa con dirección a la estación del tren, en el camino rogaba que ojalá pueda alcanzar a despedirse de él. A esa hora el tráfico estaba congestionado, en el taxi donde viajaba contaba los minutos, se arrepentía de haber dudado y de no estar a tiempo en la estación.
Llegó a la salida del tren con quince minutos de retraso, cuando entró en la estación vio a Paul en el embarque, esperando, corrió hacia él ¿Qué había pasado?  ¿Por qué no haba tomado el tren? ¿Era su culpa que lo perdiera? ¿Acaso ya no iba a viajar? Se hacía todas estas preguntas, Paul al verla la abrazó en silencio y se quedó a su lado quieto.
CONTINUARÁ