Liang se encontraba ocupada organizando la fiesta de quince años de su hija Bao.
Ella se ocupaba de cada detalle de la celebración de cumpleaños como le había pedido Bao.
Su hija no quería una gran fiesta, ella le había pedido a su madre una celebración sencilla.
La razón era que se acordaba de sus hermanos mayores, pensaba lo feliz que hubiera sido si ellos estuvieran presentes.
La fiesta de cumpleaños sería en los jardines de la casa, con la asistencia de veinte a veinticinco amigos, los más cercanos.
Liang mandó a preparar un gran bufé y la pista de baile, quería que su hija celebre sus quince años y el primer paso a la vida adulta.
Faltaban solo cinco días para la celebración y ya todo estaba listo, comenzando por el vestido que llevaría Bao el día de la fiesta, la comida, la música y cada detalle que hacía falta, Liang no olvidaba nada.
A la hora del almuerzo llegó como siempre Guo, traía en sus manos unos presentes para Liang y para Bao:
-Esta mañana vino a verme Ru Hen tu alumno de hace pocos años ¿te acuerdas de él?- preguntó a Liang, ella intrigada contestó que si y entonces Guo comentó:
-Me entregó este regalo para ti y este regalo para Bao- el regalo de Bao por sus quince años, era un fino y delicado broche de una mariposa de cristal de Swarovski...Bao agradeció el detalle de su amigo y el regalo para Liang su profesora un lienzo de 50x50cm. que estaba envuelto en papel marón, cuando Liang abrió el papel vio la pintura de unas peras azules, bellamente ejecutada con un fondo de colores brillantes.
En una nota aparte, escrita de su puño y letra se leía: Para mi maestra, la que me ayudó a encontrar el camino. Las peras son azules porque usted me enseñó que es potestad del artista pintar su mundo interior y en mi mundo las peras son azules...Gracias Profesora.
Liang no pudo evitar la emoción, Ru Hen se acordaba de ella y de sus palabras, además de su amistad con Bao.
Ella no perdió el tiempo y en pocos días mandó a enmarcar la pintura de Ru Hen, luego la colgó en la pared más destacada de la sala. El cuadro sobresalía por encima de los demás. Liang pensaba que Ru Hen, tenía un gran futuro en el arte, esa pintura así lo demostraba.
La celebración del cumpleaños de Bao fue un éxito, estaban sus amigos más cercanos y sus padres, pero sentía la gran ausencia de sus hermanos mayores. Ella no comentaba nada porque no quería entristecer a su madre que tanto se había esforzado para realizar la fiesta.
El vestido de Bao era de color rosa apropiado para una adolescente que cumplía quince años y como adorno en el pecho llevaba el prendedor que era regalo de su amigo Ru Hen.
Ella lucía muy hermosa y feliz mientras en el jardín comenzaba a sonar la música.
El primer baile de la noche fue con su padre Guo, éste se sentía feliz, veía que su hija crecía muy rápido, a él le hubiera gustado que ella siempre fuera su pequeña niña...eso era imposible.
Después del primer baile, la fiesta comenzó para todos los amigos que disfrutaban la música de moda del momento.
Liang estaba atenta a que nada falte para que siga la alegría. La fiesta duró hasta el amanecer.
Ella lucía muy hermosa y feliz mientras en el jardín comenzaba a sonar la música.
El primer baile de la noche fue con su padre Guo, éste se sentía feliz, veía que su hija crecía muy rápido, a él le hubiera gustado que ella siempre fuera su pequeña niña...eso era imposible.
Después del primer baile, la fiesta comenzó para todos los amigos que disfrutaban la música de moda del momento.
Liang estaba atenta a que nada falte para que siga la alegría. La fiesta duró hasta el amanecer.
Bao estaba feliz y cansada, nunca antes había disfrutado tanto de una fiesta, cuando todos los amigos se fueron, la familia se encontraba agotada, Bao agradeció a sus padres y se retiró a descansar.
Las amigas de Liang, Xue y Jun al día siguiente de los festejos también fueron a saludar a Bao cada una con un presente, ellas sentían un gran cariño por la hija de Liang, Jun en secreto tenía la esperanza que en un futuro no muy lejano, uno de sus hijos se comprometa en matrimonio con Bao, claro está que ella no mencionaba nada de esto a Liang. Ese tema no se debía forzar, el amor se tiene que dar de manera natural.
Las amigas de Liang, Xue y Jun al día siguiente de los festejos también fueron a saludar a Bao cada una con un presente, ellas sentían un gran cariño por la hija de Liang, Jun en secreto tenía la esperanza que en un futuro no muy lejano, uno de sus hijos se comprometa en matrimonio con Bao, claro está que ella no mencionaba nada de esto a Liang. Ese tema no se debía forzar, el amor se tiene que dar de manera natural.
Como Bao era una buena estudiante que nunca daba problemas en el colegio sus padres le regalaron la fiesta tal y como ella lo había pedido.
La vida transcurría día a día, Liang se ocupaba de organizar el hogar y la relación con su hija era muy cercana. Bao tenía la confianza de hablar con su madre sin temor de todos los temas y algunas veces le pedía que le cuente cómo había sido su vida en China, cómo era su familia.
Liang entonces le contaba a su hija detalles de las historias familiares que antes nunca había comentado.
Bao como toda joven que no ha terminado de crecer no sabía que quería estudiar cuando termine
Bao como toda joven que no ha terminado de crecer no sabía que quería estudiar cuando termine
el colegio, su madre no la presionaba todavía le faltaban dos años para decidir y en todo caso podía tomarse un tiempo libre después de acabar la secundaria.
Guo, el padre, pensaba diferente su hija era por el momento su única heredera y era necesario ir preparándola para que en su momento ella, se haga cargo de la dirección de los negocios.
Él no la iba a presionar, pero le gustaría que Bao lo ayude y que poco a poco se haga cargo de la dirección de la tienda. Aun nada de esto era urgente, esa idea le daba vueltas en la cabeza, veía que su hija tenia las condiciones, solo había que enseñarle.
Mientras tanto la vida de Bao continuaba feliz bajo la protección de sus padres.
El tiempo pasaba y a finales de ese año en que Bao había cumplido quince años Liang no se sentía muy bien, ella no comentaba nada con su hija o su esposo.
Fue sola a la consulta del médico, un examen y unos remedios fueron suficiente para sentirse mejor.
Nada era diferente en la vida de la familia Tan Choi pero Bao como una joven que esta creciendo salía algunas veces con sus amigas al cine o de paseo, era parte de hacerse adulta.
De pronto en un soplo del tiempo que corre, Bao de nuevo estaba celebrando pero esta vez la graduación escolar.
El día tan esperado había llegado y ella junto a sus veinticinco compañeros de estudios se graduaba en una ceremonia final en el colegio. Los padres de los alumnos acompañaban a sus hijos en ese día tan importante.
Las palabras de la directora, las palabras del primer alumno de la clase dieron por finalizado el años escolar.
En la noche sería el baile de graduación y el final de una etapa que ya no se repetiría más. Todos los compañeros se despedían al terminar la noche de fiesta, cada uno tomaba una dirección y muchos no se volverían a ver en un largo tiempo.
La felicidad que supone el término de una etapa fue diferente en la casa de la familia de Bao, ese verano Liang enfermó repentinamente, estaba vez era más serio y tuvo que ser internada en una clínica. Guo no escatimó el dinero para que su esposa tenga la mejor atención y los mejores médicos, si era necesario llevarla al extranjero lo haría. Liang debía curarse y estar bien de salud al lado de su familia.
CONTINUARÁ
Guo, el padre, pensaba diferente su hija era por el momento su única heredera y era necesario ir preparándola para que en su momento ella, se haga cargo de la dirección de los negocios.
Él no la iba a presionar, pero le gustaría que Bao lo ayude y que poco a poco se haga cargo de la dirección de la tienda. Aun nada de esto era urgente, esa idea le daba vueltas en la cabeza, veía que su hija tenia las condiciones, solo había que enseñarle.
Mientras tanto la vida de Bao continuaba feliz bajo la protección de sus padres.
El tiempo pasaba y a finales de ese año en que Bao había cumplido quince años Liang no se sentía muy bien, ella no comentaba nada con su hija o su esposo.
Fue sola a la consulta del médico, un examen y unos remedios fueron suficiente para sentirse mejor.
Nada era diferente en la vida de la familia Tan Choi pero Bao como una joven que esta creciendo salía algunas veces con sus amigas al cine o de paseo, era parte de hacerse adulta.
De pronto en un soplo del tiempo que corre, Bao de nuevo estaba celebrando pero esta vez la graduación escolar.
El día tan esperado había llegado y ella junto a sus veinticinco compañeros de estudios se graduaba en una ceremonia final en el colegio. Los padres de los alumnos acompañaban a sus hijos en ese día tan importante.
Las palabras de la directora, las palabras del primer alumno de la clase dieron por finalizado el años escolar.
En la noche sería el baile de graduación y el final de una etapa que ya no se repetiría más. Todos los compañeros se despedían al terminar la noche de fiesta, cada uno tomaba una dirección y muchos no se volverían a ver en un largo tiempo.
La felicidad que supone el término de una etapa fue diferente en la casa de la familia de Bao, ese verano Liang enfermó repentinamente, estaba vez era más serio y tuvo que ser internada en una clínica. Guo no escatimó el dinero para que su esposa tenga la mejor atención y los mejores médicos, si era necesario llevarla al extranjero lo haría. Liang debía curarse y estar bien de salud al lado de su familia.
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