lunes, 8 de junio de 2020

ALIDA Y GERVACIO

Como todas las mañanas, Gervacio se despedía de Alida y del pequeño Sebastian, se sentía feliz con su nueva vida familiar en la ciudad de Zarumilla.
En un terreno de cultivo no muy lejos del pueblo, Gervacio preparaba su nuevo campo de investigación. 
Con su ayudante Máximo planificaba el desarrollo del trabajo.
Algunas mañanas, Mauricio pasaba por el lugar camino a su fundo para saludarlo. Esa mañana en especial era para hacerle una invitación.
-Gervacio buenos días- dijo al ver a su amigo -vengo a invitarte a un almuerzo en mi casa el día domingo, Alida también está invitada, los espero al medio día-
-Mauricio es alguna celebración especial o solo una reunión informal-. preguntó Gervacio.
-Es una reunión familiar para celebrar con los amigos- comentaba Mauricio mientras se despedía
-Bien estaremos puntuales el día domingo con Alida y Sebastian, gracias por la invitación- contestó.
En la noche cuando cenaba junto Alida, comentó sobre la invitación a la casa de Mauricio, ella estuvo de acuerdo y preguntó si la familia celebraba alguna fecha especial.
-No, no es una  celebración especial, solo una reunión de amigos para presentarnos a su familia-
La mañana de domingo amaneció con un sol brillante y el cielo claro, la familia se preparaba para asistir al almuerzo. Alida terminaba de vestir a Sebastian con un gracioso conjunto de marinero, ella lucía un vestido de un suave color amarillo de corte muy asentador. Gervacio tenía puesto un pantalón de vestir con camisa que hacía juego. Como presente para el almuerzo, la pareja llevaba dos botellas de vino. 
Al salir de la casa avisaron al guardián que ya regresaban y partieron con dirección a la casa de Mauricio. 
La casa de la familia Noble Arredondo quedaba frente a la plaza principal, tenía una fachada elegante y altos muros que la circundaban. Cuando llegaron tocaron la puerta, la primera en recibirlos fue Mariví  la hermana menor, luego se presentó doña Amanda, madre de Mauricio, era una señora muy fina. Agustín el otro hermano se presentó solo, él ya conocía a Gervacio. Al final de todas las presentaciones, vino Mauricio con su esposa Nidia que tenía cuatro meses de embarazo y dos niños Magdalena y Manuelito.
Mauricio presentó a toda su familia con Gervacio y Alida. La familia y los invitados pasaron a la terraza que a esa hora del día era el lugar más fresco de la casa. La mesa había sido decorada con un mantel de flores y sillas que hacían juego, jarrones de perfumadas lilas completaban la decoración y frente a un jardín bien cuidado los invitados tomaron asiento.
El almuerzo transcurrió en un ambiente alegre  de amena conversación. La comida era exquisita con platos típicos de la región y botellas de vino  para brindar por la nueva amistad. Nidia congenio rápidamente con Alida y conversaba con ella sobre su carrera de enfermera, pero lamentaba no poder trabajar en el hospital porque vivía muy lejos del centro médico, además de tener que cuidar a sus pequeños hijos. Alida noto en sus palabras cierto tono de frustración por no poder ejercer como enfermera. Mariví en cambio estaba feliz de  ser profesora y así se lo hacía saber a Alida. 
Doña Amanda preguntó -¿cómo habían llegado al pueblo ella y su esposo?- Alida contestaba todas las preguntas para satisfacer la curiosidad de sus nuevas amigas. Sebastian esa tarde fue un bebé modelo, se portó muy bien y sonreía a todos  cuando le hacían un cumplido. 
Gervacio, Mauricio y Agustín conversaban sobre los nuevos planes para invertir en el pueblo y de cómo había cambiado la ciudad.                    
El almuerzo fue una reunión tan agradable que los invitados se despedían casi cuando empezaba a oscurecer. En el camino Alida comentaba lo agradable que fue conocer a la familia Noble Arredondo.
A la semana siguiente de la reunión, Alida se enteró por la visita de Nidia que en pocos días abriría una feria con motivo de celebrar la fundación del pueblo. 
-La feria va a ser muy grande y diversa, sería bueno que vayas con Gervacio para que puedas conocerla-  comentaba Nidia para animarla,
Alida sintió curiosidad y quería ir a la feria. Cuando conversaba con Gervacio sobre la visita de Nidia, en la noche antes de ir a dormir, la novedad era la feria, quedaron en que juntos irían a visitarla. 
La feria había abierto sus puertas con gran expectativa del pueblo, Alida no podía más con su impaciencia, esa mañana decidió que iría a visitarla. Preparó a Sebastian le puso un gracioso enterizo con dibujos de pequeños asitos, ella se vistió con un vestido suelto y fresco de verano. Acomodo al bebé en su cochecito y salió con dirección a la feria que quedaba a solo cinco cuadras de la casa. 
Al llegar al lugar, la feria ya tenía bastante publico, había gente que caminaba por todos lados y en  cada puesto donde se vendían variedad de productos, desde objetos para el hogar, telas de variados colores y calidades, perfumes y todo lo que la imaginación podía desear.
Alida se detuvo en un puesto donde vendían hermosas telas, preguntó por algunas,  de pronto se acercó a ella lo suficiente, un hombre para decirle muy serio: -compramos bebés- Alida no hizo caso y quiso seguir su camino, el hombre le cerró el paso y repitió lo mismo, ella se dio cuenta que no estaba bromeando, retrocedió dio un giro y comenzó a caminar para buscar la salida.
Alida caminaba de prisa, sentía pasos detrás de ella, no quiso voltear, su gran temor era que quisiera  llevarse a Sebastian
El camino de regreso a la casa parecía estar a kilómetros de distancia, el corazón le latía con fuerza y la respiración era agitada, solo se sintió segura cuando atravesó el gran portón de entrada a la oficina, de ahí caminó hacía  la casa, abrió la puerta y encontró a Gervacio que acababa de llegar cinco minutos antes, Alida lo vio y se abrazó a él llorando.
-Qué pasa Alida? ¿qué te ha sucedido?- preguntó Gervacio varias veces preocupado, entonces ella le contó lo sucedido en la feria.
-Gervacio, ese hombre no estaba bromeando, sentí tanto miedo que se lleve a Sebastian-. 
-Calma Alida no ha pasado nada grave, pero quedamos en que iríamos junto a la feria ¿por qué no me esperaste?- Gervacio abrazaba a su esposa para calmarla. 
El resto de la semana Alida no quería salir de la casa, para distraerse un poco y olvidar el terrible incidente cuidaba del jardín, de las rosas, las violetas y no se separaba un segundo de Sebastian. Gervacio se daba cuenta que Alida estaba preocupada y se ponía nerviosa.
Cuando comentó este incidente con Mauricio, él muy amable los invitó a la casa de playa que tenía la familia: -con un paseo a la playa Alida se sentirá mejor y va a olvidar lo sucedido- decía Mauricio a su amigo.
Una mañana después de varios días del incidente de la feria, Alida escuchaba las noticias de una emisora local que decía: -la policía desbarata banda que se dedicaba al tráfico humano. En su poder se encontraron dos niños de meses y dos niños de dos años cada uno, los pequeños han sido llevados al hospital por presentar signos de deshidratacion y un alto grado de desnutrición-.                               
 
Alida quedó paralizada al escuchar la noticia, ese hombre no estaba bromeando, ella lo presentía.   
A la hora del almuerzo conversaba con Gervacio sobre la noticia. que había escuchado. 
-Ahora ya no debes preocuparte al salir a pasear, esa banda van estar muchos años en prisión-. contestó 
Gervacio y esperaba que su esposa se sienta más segura, pero ella todavía no podía superar su desagradable experiencia. 
-¡Alida! casi me olvido, Mauricio nos ha invitado a su casa de playa la próxima semana, tenemos que prepararnos-. 
Alida aceptó, un día de paseo, la compañía de sus amigas le vendría muy bien, cambiar de ambiente siempre era bueno. 
La invitación a la playa ya estaba en el calendario, Alida y Gervacio partían con Sebastian a la casa de playa de la familia Noble Arredondo. Llegaron temprano al lugar, Alida bajo del carro, estaba asombrada con la belleza abrumadora del paisaje. La playa de arena blanca estaba formada por el delta del río Tumbes. El mar turquesa, el cielo azul y un sol brillante en el cielo, ella dio unos pasos al mar, pequeñas olas venían a su encuentro, el agua era tibia y el horizonte parecía infinito. Si existía el paraíso, seguro esté paisaje debía tener.


CONTINUARÁ             
   























  





























1 comentario:

  1. Todas las situaciones y personajes de esta historia, pertenecen solo y exclusivamente a la historia en tiempo pasado y ficticio. Aquí no se hace referencia a situaciones o personas en tiempo real y presentes. Es importante tener comprensión de lectura. Hecha esta aclaración puedo continuar. Gracias por su atención.

    ResponderEliminar