Se habían cumplido las cuarentaiocho horas desde que Mariane había hecho su denuncia y el Capitán Guzmán con uno de sus agentes fue a visitar la empresa donde trabajaba Joel. Quería conocer de cerca en el lugar donde se realizaron los hechos. Para comenzar su investigación, era necesario interrogar a todos los que estuvieron cerca a Joel el día de su desaparición.
El Capitán Guzman se presentó y pidió hablar con el jefe de Joel. Alfredo de la Guerra se presentó con el Capitán y lo hizo pasar a su oficina, después de las presentaciones del caso comenzó el interrogatorio. Alfredo contestó con tranquilidad todas la preguntas que le hacían, cómo, donde estuvo cuando fue último instante que habló con Joel y cual era específicamente el trabajo que hacía su empleado. Alfredo explicó con detalles el trabajo que realizaba Joel, explicó también que por el momento trabajaba muy de cerca con Luis Alberto, Gerente y uno de los dueños de la empresa, en un proyecto llamado "Costa Azul" explicó de que se trataba el proyecto. Alfredo en todo momento contestó tranquilo todas las preguntas que le hiciera el Capitán Guzman, éste no tenía sospechas de su persona porque contestaba tranquilo sin dudar o perder la calma. Terminado el interrogatorio con Alfredo, el Capitán preguntó quienes más estuvieron el último viernes fatídico antes que desaparezca Joel. Alfredo le pidió al capitán que el interrogatorio a los demás empleados lo hiciera en su oficina para guardar al discreción y que no se convierta en un escándalo en la oficina. El capitán Guzmán accedió al pedido, no tenía inconvenientes. Alfredo llamó uno a uno a los amigos más cercanos de Joel para ser interrogados. Cada uno explicó y contestó las preguntas que le hacían, hasta ese momento nadie parecía sospechoso de lo ocurrido a su compañero. Terminado el interrogatorio, el Capitán pidió Alfredo llevarlo a los ascensores donde se encontró la billetera del susodicho, éste no tuvo inconveniente y lo llevó al lugar. El capitán entró al ascensor vio cada esquina de la caja de metal y junto con Alfredo bajo al primer piso, contó los pasos hasta la puerta de salida, observó que era de vidrio y se podía ver la calle, cualquier acto violento podía ser visto por los empleados de seguridad, volvió a regresar hasta el ascensor, donde comentó. -Si se encontró la billetera del empleado en el piso del ascensor tuvo que haber un forcejeo violento entre Joel y otra persona, en este caso puede ser el hombre que lo acompañaba- esa era la deducción del Capitán y agregó -está es una premisa que debemos investigar-.
Luego pidió Alfredo llamar para interrogar a Luis Alberto, éste comentó que era mejor ir a su oficina para mantener la discreción -Capitán Guzmán en la oficina del gerente va estar más cómodo para hacer las preguntas del caso-. aseguro Alfredo. El Capitán y su agente estuvieron de acuerdo y siguieron Alfredo hasta el piso donde quedaba la oficina de Luis Alberto, después de las presentaciones del caso comenzó el interrogatorio, Alfredo se retiró a la sala de espera para dejar al Capitán y a Luis Alberto para que conversen en privado.
El Capitán había gravado todos los interrogatorios y Luis Alberto no podía ser la excepción, una a una se hicieron las preguntas y el gerente contestaba con un tono de excesiva confianza y altivez. Al Capitán Guzmán le parecía algo sospechosa su actitud cuando preguntó si sabía con quién había salido su empleado y el negó conocer a Joel tanto como para saber que hacía con su vida privada. Se supone que Joel era su empleado de confianza y confidente en temas contables y de logística del proyecto "Costa Azul" que desarrollaban juntos, como podía decir que no conocía bien a su empleado. Guzmán no creía en todas las respuestas, habia algo en él que lo hacía desconfiar. El caso comenzaba a complicarse y tal vez el hombre que tenía al frente sabia más de lo que decía.
Antes de retirarse el Capitán pidió hablar con los guardias de seguridad, los tres hombres contestaron lo mismo, que no sospecharon nada extraño porque entre Joel y el otro hombre había gestos amistosos y de confianza. Al salir a la calle subieron a un carro negro de modelo antiguo, no tomaron la placa, todo parecía muy familiar. En ese punto, al subir al carro toda pista de Joel se perdía, ¿Dónde habían ido a esas horas?, ¿Qué había pasado con él?, ¿Un carro antiguo negro?, ¿Cuántos carros habían en la ciudad con esas características?. Las preguntas quedaban en el aire.
Antes de despedirse el Capitán le dijo Alfredo -es posible que regrese, este caso es demasiado sospechoso-. Alfredo no contestó, a él también le parecía sospechoso, sobretodo después de estudiar con cuidado las carpetas en las que trabajaba Joel.
De regreso a la Jefatura, el Capitán Guzmán, hombre experimentado y ducho en la investigación ordenó a dos de sus agentes buscar carros negros de modelo antiguo, por alguna pista se debía comenzar. La billetera era otro cabo suelto, aquí debía darle la razón a la hermana de Joel cuando dijo -nadie se va de fiesta sin dinero, documentos y tarjetas de crédito-. Por el momento la policía no podía señalar un culpable, partiendo de esta premisa "Si no hay cuerpo, no hay crimen".
Cuando el jefe de policía se retiró de la empresa, Alfredo llamó desde su oficina a Mariane comentó con ella la visita del Capitán y su agente, la investigación había comenzado, le pidió además visitarla en su casa después de salir de la empresa para hablar sobre los detalles de lo que había conversado con el Capitán Guzmán. No se podía dejar de pensar de que cabía la posibilidad de que Joel aparezca de un momento a otro, esta idea también la barajaba la policía.
La hermana de Joel se sentía devastada, habían transcurrido muchos días, tenía la esperanza de encontrarlo en algún lugar, no quería pensar en una tragedia pero los días pasaban y Joel no aparecía.
Concepción fue a visitar a Mariane, ella no sabía nada de la tragedia que estaba viviendo su vecina.
-Mi estimada Mariane se que no es el momento para visitas pero no tengo con quien hablar en este momento. Tú sabes que Beti-Flor ha regresado al día siguiente de su partida, la verdad no pensé que eso iba a suceder, ella se encuentra muy triste con la experiencia vivida en el encuentro con Magda- Concepción comenzó a relatar los detalles del viaje, fue así como Mariane se enteró de lo que había pasado Beti-Flor. Al final de la conversación Concepción preguntó ¿qué puedo hacer para que se anime y vuelva hacer la joven alegre y feliz que era?-.
Mariane contestó -Concepción, debes darle tiempo para que procese lo ocurrido, es cierto que ella se fue con la idea de encontrar a su madre y no fue así, dale tiempo, Beti-Flor necesita asimilar y superar lo vivido en Cajamarca. No la presiones, ella va volver a sonreír de eso estoy segura. Es joven y tiene un mundo de posibilidades-.
El calor del verano en el mes de febrero se sentía cada vez más fuerte, en la sala conversaban Mariane con su vecina, este era el lugar más fresco de la casa. Concepción antes de despedirse preguntó:
-¿Mariane cuando viene Alegría? se le extraña en el grupo de amigas, todas preguntan por ella-.
-Mi madre regresa a finales de febrero, ella esta feliz en la casa de campo, dice que ahí no se siente demasiado el calor de la ciudad-. En el fondo Mariane rogaba que sus padres demoren todo lo que podían demorar, con ellos en casa y Joel desaparecido la vida se volvería una tragedia
Concepción se despidió de su vecina y con una actitud menos nerviosa regresó a su hogar, hizo la promesa de no presionar a su hija y dejarla que se tome su tiempo.
En cambio otra era la realidad de Joel, él estaba viviendo la peor de las tragedias, no sabía cómo iba a terminar. En pocas palabras temía por su vida, nadie sabía donde estaba, la gente que lo secuestro lo tenía escondido en un lugar lejos de la ciudad. Él había creído que iba a estar libre en pocos días pero se equivocó, no tenía idea a quien se enfrentaba. Se acordó de sus padres y hermana, que vergüenza sentirían al saber la verdad de su paradero y el porque estaba ahí.
Sonaron las cadenas de la puerta unos pasos se acercaron y lo mismo de todos los días, un arma apuntaba en su cabeza y disparaban, Joel presentía que un disparo podía ser el definitivo para desaparecerlo de la tierra.
Más tarde un hombre con el rostro cubierto sacó la venda de los ojos de Joel para que lea la nota escrita, en ella decía:
"No pienses que estás a salvo, puedes desaparecer en cualquier momento y nadie te va a encontrar. Después de leer esto, seguía el rito de la toalla mojada en los pies, su sufrimiento parecía infinito, luego le volvían a vendar los ojos. Joel se sentía acabado, humillado, lloraba pidiendo clemencia.
Lejos de toda esta tragedia que vivía su hermano, Mariane conversaba con Alfredo en su casa, él trataba de consolarla y en su relato con respecto a la visita de la policía, omitió decir lo que estaba haciendo su hermano desde hace algunos meses. No deseaba avergonzarla, Luis Alberto sabía lo que hacía Joel y tomó la justicia en sus manos, no podía señalarlo ante la policía como culpable no habian pruebas.
Por primera vez Alfredo se encontraba ante un caso de esa naturaleza en la oficina, no deseaba hacer sufrir a Mariane, su corazón comenzaba amarla y se estaba convirtiendo en una persona muy importante para él.
No era el momento de hablar de sus sentimientos, se conformaba con estar cerca y ayudarla a superar su tristeza. Mariane decidió confiar en Alfredo y juntos buscar a su hermano Joel, ¿ Dónde comenzaría su búsqueda?, no estaba claro.
CONTINUARÁ