Alfredo de la Guerra estudiaba con cuidado las carpetas en las que trabajaba Joel, parecía todo correcto pero si uno comparaba fechas y entrega de cheques, no correspondía como debía ser. El hermano de Mariane estaba trabajando directamente bajo las órdenes de Luis Alberto en el proyecto "Costa Azul". El proyecto en mención era la construcción de un conjunto de edificios de departamentos de lujo y de primer nivel. La familia Águila Roca era propietaria de los terrenos y había planificado estos edificios en un lugar muy exclusivo de la ciudad.
Joel manejaba la parte logística y contable del proyecto, trabajaba muy cerca de Luis Alberto Águila Roca, es más, la confianza entre ellos era evidente. Las carpetas de Joel no estaban claras, había un desbalance contable que no se podía pasar por alto, Alfredo no manejaba esas cuentas ni tenía que ver con el proyecto, todo aquello era muy sospechoso. Pensó hablar directamente con Luis Alberto para comunicarle lo que había descubierto sobre las carpetas contables de Joel, tal vez él ignoraba la situación. El primer paso antes de hablar o decir algo, seria revisar la computadora de su escritorio de trabajo, ahí debía estar la información completa sobre el proyecto "Costa Azul". Salió de su oficina y fue a la oficina de los empleados, estos al verlo se alarmaron, ¿Qué hacia el jefe en el escritorio de Joel?, Rodolfo se acercó a saludarlo y Alfredo le pidió que encienda la computadora, luego agregó -quiero que entres a los archivos del proyecto "Costa Azul" -. Rodolfo hizo lo propio y revisó varios archivos pero habían algunos a los que no se podía ingresar, estaban sellados y con clave. Esto despertó la desconfianza de Alfredo, ¿Porqué tenía sellados esos archivos?, habia algún secreto que deseaba esconder, en la empresa no se podía ocultar información, salvo que sea una orden directa de Luis Alberto.
Alfredo agradeció a Rodolfo su colaboración, no deseaba levantar sospechas en los demás empleados sobre el trabajo de Joel, era mejor guardar las apariencias por unos días. El siguiente paso sería hablar con Luis Alberto en su oficina, él debía estar informado del tema, además de tener en cuenta la posibilidad de que la policía visite la empresa interrogando a los empleados para investigar el paradero de Joel. Subió al quinto piso donde se encontraba la oficina de Luis Alberto, éste hablaba por teléfono, la secretaria le pidió que espere, pasaron alrededor de veinte minutos cuando recibió el permiso de entrar. La oficina era amplia elegante y con muebles finos, Luis Alberto pertenecía a una familia muy importante y de mucho dinero, eran dueños de una gran empresa constructora, de una empresa procesadora de alimentos, de una empresa de productos químicos además de una cadena de farmacias a nivel nacional, todas estas empresa muy competitivas y conocidas en el mercado.
Luis Alberto miró unos segundos a Alfredo, le pidió que tome asiento y preguntó -¿a que se debe tu presencia?, estoy bastante ocupado- agregó.
Alfredo notó la frialdad de Luis Alberto, era fácil adivinar que no quería hablar con él, entonces se apresuró en responder:
- Buenos días- saludó -vengo a informar que tengo en mi oficina las carpetas de trabajo de Joel que me gustaría comentar contigo, hay cosas que no están claras, además el paradero de este empleado es desconocido, nadie sabe que paso con él-.
La expresión en el rostro de Luis Alberto cambió, el tema parecía incomodarlo, rápidamente ordenó:
-Alfredo, en el acto deseo que traigas dichas carpetas a mi oficina, del paradero de Joel no sé nada. Yo no puedo estar detrás de lo que hacen los empleados con sus vidas privadas- fue toda su respuesta.
-Te informo Luis Alberto que la hermana de Joel se presentó ayer en la empresa para preguntar por su hermano, supone que sabemos algo, porque su billetera se encontró en el piso del ascensor y los empleados de seguridad, aseguran que lo vieron salir de la oficina el último viernes acompañado de un hombre que no se sabe quien era, desde ese día nadie conoce su paradero. Un día más que transcurra, la hermana dará parte a la policía para que investigue el caso. Supongo que nadie quiere ver que la empresa esté relacionada con una investigación policial- terminó de hablar Alfredo.
-Llegado el momento, yo personalmente hablaré con la policía si es necesario- contestó Luis Alberto:
-En la empresa no se va a permitir ningún escándalo, no te preocupes. Trae en este momento las carpetas de trabajo de Joel. Alfredo no tengo que decirte que de este tema no debes hablar con nadie de la empresa-. Con estás palabras se cerraba la conversación, no había lugar a comentario alguno. Alfredo de la Guerra comprendió que debía retirarse, más tarde con su asistente envió las carpetas mencionadas.
Más tranquilo en su oficina se preguntaba porqué Luis Alberto no habló o mostró preocupación por uno de sus empleados, ellos trabajaban en el mismo proyecto, debían tener alguna amistad y confianza. Ahora qué explicación le iba a dar a Mariane sobre su hermano, hablar de las carpetas de trabajo y sus sospechas era imposible, eso solo agravaría el caso y no tenía la seguridad de hasta donde estaba involucrado Joel.
En su casa, Mariane esperaba la llamada de Alfredo para informarle si alguien de la oficina sabia el paradero de su hermano, la espera la inquietaba. Ella no dejaba de pensar que algo malo pudo haberle sucedido, de repente estaba inconsciente en algún lugar o le ocurrió un accidente más grave que se negaba imaginar. Lloraba por la falta de noticias, sus pensamientos volaban rápidamente y no quería saber la reacción de sus padres cuando se enteren lo que pasaba con su amado hijo.
A las cinco de la tarde llamaron a la puerta, cuando Mariane fue atender, se dio con la sorpresa que no imaginó, era Beti-Flor con un ramo de flores en las manos.
-Mi querida amiga- comentó - te traigo este ramo de flores, no quiero que pienses que soy una persona interesada pero detrás de estas flores hay una petición. Ayúdame a convencer a mi madre para que me permita viajar y conocer a mi madre biológica. Mariane, tú conoces mi historia, sé que mi madre ha venido a conversar contigo hace dos días-.
La visita de Beti-Flor sacó a Mariane de sus pensamientos, no quería que la joven sepa que sucedía algo grave con su hermano Joel:
-Beti-Flor voy a contestar lo mismo que le dije a tu madre, yo no puedo intervenir en asuntos familiares ajenos a mi persona, existe una amistad y confianza entre nuestras familias pero aun así no pudo decir que deben o no deben hacer ustedes-.
-Mariane todo lo que dices es cierto, pero te ruego, habla con mi madre, ella te va escuchar, a mí ni me habla desde hace dos días que tuvimos una fuerte discusión, se niega a comprender que necesito hacer ese viaje, hay preguntas que deben tener respuestas- respondió Beti-Flor y en su rostro había una expresión de súplica.
Mariane todavía tenía en sus manos el ramo de flores, regalo de su amiga -vamos a la cocina para buscar un jarrón, estas flores necesitan agua si no se van a marchitar- contestó mientras pensaba que podía decir a Beti-Flor que esperaba su ayuda y consejo.
CONTINUARÁ
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