martes, 9 de septiembre de 2025

TRES HISTORIAS... ¡TRABAJO, SOLO TRABAJO!

Felicia regresó a su casa pasado el media día, se encontró con su esposo y le contó lo sucedido con su hermana  Gema: -no sé que puedo hacer Oscar, no encontré a mi hermana en su oficina, estoy segura que ella no quiere hablar conmigo, me siento desolada-. comentó Felicia con tristeza.
-Me preguntas mi querida Felicia, yo estaría muy enojado contigo si estuviera en la posición de Gema, tú fuiste muy injusta y demasiado ruda con ella, no quiero empeorar las cosas por eso te digo, ve a su casa en la noche y trata de hablar con Gema para disculparte-. respondió el doctor a su esposa, la vio realmente preocupada y no quería hacerla sentir peor de lo que ya se sentía.
-Si, eso haré, voy a visitar a Gema en la noche para hablar, debemos volver hacer las hermanas unidas de siempre- contestó con más ánimo y seguridad la esposa del doctor Martel.
Alrededor de las ocho de la noche, Felicia fue a visitar a su hermana, en su casa ya sabían donde había ido, por ese lado no tenía problema. Llegó hasta la puerta de  la casa y tocó el timbre, nadie contestaba, dijo en voz alta: -que raro que no haya nadie en casa o Gema no quiere abrir la puerta- no se desanimó y volvió a insistir, no podían entrar en un juego de la niña malcriada, las dos eran bastante creciditas para hacer eso. Pasaron unos minutos y Gema salió por una de las ventanas para ver quién tocaba y se dio cuenta que era Felicia, desde arriba preguntó: -¿si vienes a molestar con tus palabras de indignación, te aseguro desde ahora que no estoy para esos pleitos?.
-Gema por favor abre la puerta que yo quiero conversar contigo y no pelear-. agregó Felicia.
La puerta se abrió en automático, Felicia entró hasta la sala, su hermana salió a recibirla, estaba con una bata de baño recién salía de la ducha, por su expresión podia adivinar que seguía molesta con ella y que no sería fácil que la perdone.
Felicia fue la primera que habló: -hoy en la mañana fui a buscarte a la empresa y no estabas, comprendo que no quieras hablar conmigo después de mi lamentable actuación, fui injusta y di por hecho de que tú habías intervenido para que Fanny termine su compromiso con Umberto. Me siento avergonzada y quiero pedirte perdón para volver hacer las hermanas de siempre. Ahora sé que tú nada tuviste que ver en el tema-.
Gema le señaló uno de los muebles, no deseaba discutir y contestó: -realmente Felicia estoy sorprendida por tus palabras, si me preguntas no estaba dispuesta a escucharte porque en esa oportunidad no solo fuiste injusta si no que diste por cierto, algo en lo que yo jamás intervendría, Fanny es una joven inteligente y sabe muy bien lo que hace y los pasos que da. Yo lamento tanto como tú que ella haya terminado su compromiso con Umberto que siempre me pareció un joven excelente, es más ignoraba lo que había sucedido entre ellos pero tu hija sabrá porque tomó esa decisión. Tus palabras me hirieron y me hicieron sentir que no éramos familia, ahora en cambio veo que has recapacitado y lo celebro. Felicia deja que tus hijas vivan su vida, no intervengas ni sueñes tus sueños a través de ellas  - finalizó Gema.
La dos hermanas se fundieron en un abrazo fraternal, siempre habían sido muy unidas y su niñez la vivieron felices. Gema quizó aclarar algo más a su hermana y habló con seriedad:
-Es verdad que nunca me faltaron pretendientes como dices y no me casé porque tal vez no encontré el hombre que entendiera mi forma de ser. Mi trabajo es lo más importante, soy responsable de mi empresa y me gusta trabajar, me siento feliz ocupada en ello. Felicia no tienes derecho hablar libremente sobre mi vida personal, si no conoces la verdad de mis sentimientos y de mi forma de ser- sentenció Gema sin molestarse.
-Perdóname Gema, prometo que no volverá a pasar, quiero que seamos las hermanas de siempre y olvidar este lamentable incidente ocasionado por mi insensatez, te prometo que nunca voy a dudar de ti ni hablar, ni dar por hecho situaciones equivocadas, perdona si te ofendí- contestó Felicia. 
Gema y Felicia lloraron juntas, la primera perdonó a su hermana, la vida tenia que continuar y era importante volver a recomponer  la familia. Las hermanas se quedaron conversando hasta tarde, recordaban su infancia y los juegos que inventaban para entretenerse, lamentaban que sus padres ya no estén en este mundo, los recordaban con amor y también con alegría. Felicia se quedó a dormir en el cuarto de huéspedes en la casa de Gema. Llamó a su esposo para decirle que no se preocupe que iba a dormir en casa de su hermana. 
Al día siguiente  desayunaban en el comedor y Gema comentó: -Felicia ha sido bueno que te quedes a dormir en mi casa debemos hacerlo por lo menos una vez al mes. Estar juntas, conversar y olvidarnos del mundo, además de recordar las cosas que vivimos y las experiencias que tuvimos, ¿Qué te parece mi propuesta?-. 
-Si, mi querida hermana, estoy de acuerdo, es bueno reunirnos como tú dices una vez al mes para estar juntas y conversar de todo sin ser interrumpidas. Me ha gustado hablar contigo sobre mis hijas y las ideas equivocadas que tenía, prometo no ser tan insistente con temas que les competen a ellas resolver y dejar que vivan su vida. Gracias por hacerme ver lo errada que estaba, Oscar me advirtió que no debía actuar de esa manera con nuestras hijas y sé ahora que tenía razón- comentó Felicia.  
Las dos hermanas prepararon el desayuno y conversaban en el comedor, luego Gema se fue arreglar para ir a trabajar como todos los días. Felicia se despidio de ella y agregó: -te espero como siempre este domingo en el almuerzo familiar- abrazó a su hermana y se marchó a casa.
Cuando llegó a su hogar, comprobó que sus hijas y su esposo habían partido a trabajar, Merry en su habitación cumplía su castigo. Miró el calendario y vio que solo faltaban cuatro días para que su hija menor termine su aislamiento ya era tiempo de que ella esté junto a la familia, solo esperaba que aprenda la lección y que no vuelva a repetir lo mismo, eso sería lamentable. 
El doctor Martel llamó a su esposa para saber como estaba y si ya había hecho las paces con su hermana, se alegró cuando Felicia le dijo que si y que todo había vuelto a la normalidad -que buena noticia Felicia, es así como debe ser- comentó el doctor, luego los esposos se despidieron. 
A los pocos minutos de colgar el teléfono en su consultorio Oscar Martel recibió una llamada urgente, se trataba de Teodora esposa de su paciente Ramiro Fuentes, ella entre sollozos le decía que su esposo estaba grave en la clínica: 
-Oscar por favor tienes que venir para que veas a Ramiro, esta en la unidad de cuidados intensivos, creo que tuvo un infarto- terminó de aclarar.
El doctor Martel apenas podía entender lo que decía Teodora, su voz no era clara pero contestó que iba lo más pronto posible, cuando colgó el teléfono pensó en su amigo. Ramiro seguro volvió a las andadas y el trabajo lo absorbido completamente. Este paciente no entiende que su salud y su familia están primero. 
Cuando llegó a la clínica el doctor Martel, preguntó por su su amigo Ramiro y por el doctor que lo atendía. Saludo en el pasillo a Teodora, ella le comentó como había sido el incidente sobre su salud: -Oscar desde hace más de una semana Ramiro comenzó a ir de nuevo al banco y se quedaba todo el día, él me decía que era solo para ver papeles pero sé por su asistente que hubo un grave problema de finanzas y el banco corría peligro, tú sabes que en estos momentos la situación económica no es estable, Ramiro comenzó a trabajar en exceso y como consecuencia hoy en la mañana se sintió mal y cayó desmayado al piso, no sabía que hacer, llame a la ambulancia de emergencia y aquí nos tienes-. finalizó Teodora preocupada por su esposo y su salud.
Oscar Martel conversó con el médico a cargo se informó como iba el paciente y que tan peligroso era su estado, luego se acercó a Teodora para explicarle con calma que había pasado con Ramiro.
-Teodora tu esposo ha sufrido un infarto, en este instante lo han dormido para estabilizar su corazón, va estar así por dos días, lo que ha sufrido es grave y se ha salvado por segundos, mi colega me ha informado que un instante más y estaría muerto, tú reaccionaste rápido y lo trajiste a la clínica, Ramiro te debe la vida-. señaló el doctor Martel.
Con los nervios a flor de piel y lágrimas en los ojos Teodora comentó: -gracias Oscar por informarme, no sabes lo difícil que es Ramiro cuando se trata de hacer caso y cuidar su salud, él solo piensa en el trabajo y el trabajo, ahora espero que con esto que ha pasado tome conciencia de cuidar su vida-.
-Si Teodora- contestó el doctor -sé como es Ramiro y lo complicado que puede ser a veces, debe descansar y olvidarse de lo demás. Ahora tengo irme para atender a mis pacientes, por el momento no tengo nada que hacer aquí, tu esposo está bien cuidado. Sugiero que tu hagas lo mismo ve a casa descansa un poco y luego regresas. He indicado al doctor que lo esta atendiendo que me avise de inmediato si hay algún cambio en su estado- dijo al final.  
Oscar Martel se despidio de Teodora y en el camino pensaba, la vida es un instante y en segundos puede irse si no cuidamos de ella, eso siempre les decía a sus paciente. 


CONTINUARÁ   
       
     
           
                 

 

jueves, 4 de septiembre de 2025

TRES HISTORIAS... ¡TRABAJO, SOLO TRABAJO!

En la sala la tía Gema y su hermana Felicia, continuaban con la discusión sobre el compromiso de Fanny y Umberto. Por unos segundos las dos guardaron silencio, parecía increíble que ambas hermanas tan unidas estuvieran ahora enfrentadas por un tema que no tenía nada que ver ninguna de las dos, eso correspondía solo a Umberto y Fanny.
Gema por fin habló a su hermana: 
-no puedo creer que subestimes a tus hijas de esa manera, ellas tienen suficiente carácter y personalidad para tomar sus propias decisiones  y caminar con seguridad por la vida. Que poco las conoces, son tres jóvenes maravillosas. No voy a escuchar más  necedades, si me has llamado para decirme todo esto, me voy y no vuelvo a pisar tu casa- finalizó Gema, tomó su cartera dio media vuelta y se fue sin despedirse. Felicia no tuvo tiempo de articular palabras, su hermana la dejó sola en la sala. Pensó que se había excedido al hablar con Gema y que tal vez estaba equivocada pero ya no habia marcha atrás, dijo lo que tenía que decir y no pensaba pedir disculpas. 
En el segundo piso de la casa, Liza y Merry no dejaban de llorar, la tía Gema no pensaba regresar a visitarlas y ellas la querían, como a una segunda madre. 
Merry consternada agregó: -Liza seguro que ahora ni tú ni Fanny van a seguir trabajando en la empresa de la tía, ella no va a querrer tener más problemas con nuestra madre-.
-No estoy segura de ello Merry- respondió Liza -la tía no actuaría de esa forma. Imagino que la ruptura del compromiso de Fanny tiene que ver con la discusión, algo de eso escuché cuando entraba en la casa. Yo puedo asegurar que la tia Gema jamás nos ha hablado de ese tema, ella siempre está preocupada administrando su empres,  un día cuando estaba en su oficina me dijo en confidencia  que pensaba en un futuro heredarnos su empresa. Te imaginas tamaña responsabilidad, al heredarnos su farmacéutica-.  
-¡Liza!- contestó sorprendida Merry -me estás diciendo que somos las herederas de la tía Gema, no puedo creer es demasiado de su parte-.
-Si Merry, ella cuando me dijo aquello estaba muy seria y no bromeaba, por favor mantén en secreto esto que te acabo de confiar- advirtió Liza a su hermana.
Fanny no sabía nada de la discusión de su madre con la tía. Al llegar a casa vio que estaba sola en la salita de entrada, la saludo, iba a seguir su camino pero la madre la detuvo: -Fanny no sé si mañana van a poder ir a trabajar a la compañía de Gema, he tenido una fuerte discucion con ella y su reacción puede ser negativa con ustedes-.
-¿Madre, sobre qué han discutido con la tía?- Fanny la observó y se dio cuenta que era por ella -por favor no me digas que ha sido porque he roto mi compromiso, si es por eso, te aseguro desde ahora  que estás equivocada, la tía es la persona más buena y considerada de este mundo y tú imaginas que ella es culpable de algo-. Fanny terminó de hablar al borde de las lágrimas, se retiró de la presencia de su madre, no podía mirarla sentía tristeza y vergüenza de ser la culpable o el pretexto de una discusión entre hermanas.
Liza, Fanny y Merry en el dormitorio de ésta última, conversaban, Merry ponía a Fanny al tanto de lo sucedido y la tristeza que sentían: -mañana tal vez no puedan ir a trabajar- comentó Merry.
Fanny habló con seguridad: -Merry... Liza y yo vamos a ir de todas maneras a la farmacéutica y que sea la tía Gema en persona la que nos diga que no quiere nuestra presencia en su compañía, no puedo creer que mi madre culpe a su hermana sobre un tema que solo nos pertenece a Umberto y a mí, fue nuestra decisión-. 
-Estoy de acuerdo contigo Fanny- dijo Liza con vehemencia -iremos y que sea ella en persona que no diga que no trabajamos más a su lado-.
Las hermanas se habían propuesto apoyar a la tía Gema y no pensaban faltar el respeto a su madre pero querían hacerle ver que estaba equivocada: 
-Fanny, Merry- dijo Liza -cuando llegue nuestro padre permitan que sea yo la que hable con él, voy a buscar el momento oportuno, es mejor así ¿están de acuerdo conmigo?- preguntó Liza a sus hermanas, ellas estuvieron de acuerdo. Fanny, no deseaba hablar nada sobre su compromiso, ni de la discusión entre su madre y la tía Gema.
En la noche después de la cena, cuando todo era paz y silencio en el hogar, el doctor Martel estaba en su estudio, Felicia en la cocina daba las últimas instrucciones a Alejandrina sobre el almuerzo del día siguiente, tenía un fuerte dolor se cabeza que la hacía sentirse mal, en la cena casi no había conversado y sus hijas no hicieron comentarios del altercado entre su madre y la tía Gema. Al terminar de cenar la familia en el comedor, Liza se percató que su padre se encontraba en el estudio y no dudó en entrar para conversar con él y contarle lo sucedido en la casa. Oscar Martel escuchó a Liza y se conmovió con el problema, ¿como podía su esposa actuar de esa forma con su hermana?, ellas siempre fueron bien unidas y solo tenían palabras de halago entre las dos. 
-Liza, ya me parecía que había sucedido algo porque tu madre estaba demasiado callada y ustedes evitaban conversar con ella-. comentó el padre.
-Si... fue un episodio muy terrible y bochornoso, no sé que hizo la tía Gema para que mi madre la trate mal y le diga palabras fuertes, creo que la culpa sobre el fin del compromiso de Fanny. No deseo que pienses que vengo a exagerar con mis palabras pero sería bueno que hables con ella-. agregó Liza al final. 
El doctor Martel imaginaba las palabras de su esposa para con su hermana, conocía bien a Felicia y sabía que podía ser  desagradable al molestarse, pero con Gema no podía ser ligera de palabras, ella siempre fue bienvenida al hogar de los Martel y el doctor la apreciaba demasiado. La puerta de su estudio estaba abierta y cuando vio pasar a su esposa la llamó, era mejor conversar en un terreno neutral y evitar la discusión en el dormitorio que era un lugar para descansar y dejar los problemas afuera. Sus hijas dormían cada una en sus alcobas. 
-¿Felicia tienes algo qué comentarme sobre tu hermana?- preguntó en doctor con un tono amable para evitar poner a su esposa molesta.
-Ahora que lo mencionas Oscar, si, hemos tenido una fuerte discusión- respondió algo alterada y comenzó a contarle cada paso y cada palabra que hubo en la conversación con Gema  -la verdad Oscar estoy muy disgustada con ella- dijo al final. 
-Me sorprende que hayas tenido palabras duras para Gema que siempre fue tan buena y considerada contigo, que nos salvó en una ocasión de perder nuestra casa al hacernos un préstamo para liquidar la hipoteca que nos estaba asfixiando y luego pudimos devolver ese préstamo sin pagarle intereses, ¿te acuerdas?-preguntó el esposo -además de querer a nuestras hijas como si fueran sus hijas- terminó de decir.
-Si recuerdo que Gema siempre ha sido muy amable con nosotros- respondió su esposa esta vez sin alterarse
-Entonces porque esa actitud de desconfianza y maltrato hacía ella. Deseo pedirte que olvides de una vez por todas el compromiso de Fanny, nuestra hija tomó su decisión por cuenta propia y ni tú, ni yo la podemos obligar a cambiar. Querida Felicia vas a llamar a tu hermana, te vas a disculpar y harás las paces con ella, el domingo para el almuerzo la familia debe estar completa y eso incluye a Gema. Recapacita y reconoce tu error- fue lo último que dijo su esposo, luego se puso de pie beso a su esposa en la frente y se retiró para ir a dormir. Felicia iba a decir algo más y el doctor se detuvo volteó y habló -sin escusas querida, sin excusas- repitió con firmeza estás palabras y sin prisa subió las escaleras para ir a su habitación.
En el estudio se quedó a solas Felicia, reflexionaba sobre lo que su esposo habia comentado comenzaba a comprender que se había excedido en sus palabras y había herido a su hermana sin tener culpa alguna. Reaccionó con rabia y no pensó que Gema nada tenía que ver en el asunto. 
Habló en voz alta: -mañana voy a llamarla, ahora no es conveniente, debo disculparme con ella-. 
Al día siguiente cuando todos se habían ido al trabajo después de tomar el desayuno, Merry se encontraba en su habitación estudiando, Felicia tomó el teléfono para llamar a Gema, primero nadie contestaba la llamada en su casa, -seguro ya está en la farmacéutica- pensó. Llamó a la empresa y la asistente le dijo que estaba en una reunión y no podía hablar, luego cuando volvió a llamar media hora más tarde, la asistente le dijo que había salido. Eso era raro, Gema no abandona con facilidad su empresa. Entonces se dio cuenta que su hermana la estaba evitando, no deseaba hablar con ella, en pocas palabras le decía no quiero saber de ti. 
¿Qué iba hacer ahora? lo mejor sería presentarse en la oficina y hablar personalmente con Gema, hasta un punto le daba la razón, ella fue muy desconsiderada y habló sin pensar.
No quería dejar pasar las horas sin resolver este conflicto, se alistó para ir a la oficina de su hermana, dejó bien claro a Merry que saldría un  momento y Alejandrina le ordenó que se encargue de la casa. Salió bien arreglada como era su costumbre, llegó a la oficina de su hermana antes del medio día y se dio con la sorpresa que Gema no se encontraba y estaría fuera todo el día. No habia que ser adivinos para darse cuenta que su hermana no quería saber de ella y menos hablar. Felicia sintió tristeza, su hermana no se encontraba en la oficina pero ella no se iba a rendir, más tarde iría a su casa para conversar y volver a ser las hermanas unidas de siempre.


CONTINUARÁ