En la sala la tía Gema y su hermana Felicia, continuaban con la discusión sobre el compromiso de Fanny y Umberto. Por unos segundos las dos guardaron silencio, parecía increíble que ambas hermanas tan unidas estuvieran ahora enfrentadas por un tema que no tenía nada que ver ninguna de las dos, eso correspondía solo a Umberto y Fanny.
Gema por fin habló a su hermana:
-no puedo creer que subestimes a tus hijas de esa manera, ellas tienen suficiente carácter y personalidad para tomar sus propias decisiones y caminar con seguridad por la vida. Que poco las conoces, son tres jóvenes maravillosas. No voy a escuchar más necedades, si me has llamado para decirme todo esto, me voy y no vuelvo a pisar tu casa- finalizó Gema, tomó su cartera dio media vuelta y se fue sin despedirse. Felicia no tuvo tiempo de articular palabras, su hermana la dejó sola en la sala. Pensó que se había excedido al hablar con Gema y que tal vez estaba equivocada pero ya no habia marcha atrás, dijo lo que tenía que decir y no pensaba pedir disculpas.
En el segundo piso de la casa, Liza y Merry no dejaban de llorar, la tía Gema no pensaba regresar a visitarlas y ellas la querían, como a una segunda madre.
Merry consternada agregó: -Liza seguro que ahora ni tú ni Fanny van a seguir trabajando en la empresa de la tía, ella no va a querrer tener más problemas con nuestra madre-.
-No estoy segura de ello Merry- respondió Liza -la tía no actuaría de esa forma. Imagino que la ruptura del compromiso de Fanny tiene que ver con la discusión, algo de eso escuché cuando entraba en la casa. Yo puedo asegurar que la tia Gema jamás nos ha hablado de ese tema, ella siempre está preocupada administrando su empres, un día cuando estaba en su oficina me dijo en confidencia que pensaba en un futuro heredarnos su empresa. Te imaginas tamaña responsabilidad, al heredarnos su farmacéutica-.
-¡Liza!- contestó sorprendida Merry -me estás diciendo que somos las herederas de la tía Gema, no puedo creer es demasiado de su parte-.
-Si Merry, ella cuando me dijo aquello estaba muy seria y no bromeaba, por favor mantén en secreto esto que te acabo de confiar- advirtió Liza a su hermana.
Fanny no sabía nada de la discusión de su madre con la tía. Al llegar a casa vio que estaba sola en la salita de entrada, la saludo, iba a seguir su camino pero la madre la detuvo: -Fanny no sé si mañana van a poder ir a trabajar a la compañía de Gema, he tenido una fuerte discucion con ella y su reacción puede ser negativa con ustedes-.
-¿Madre, sobre qué han discutido con la tía?- Fanny la observó y se dio cuenta que era por ella -por favor no me digas que ha sido porque he roto mi compromiso, si es por eso, te aseguro desde ahora que estás equivocada, la tía es la persona más buena y considerada de este mundo y tú imaginas que ella es culpable de algo-. Fanny terminó de hablar al borde de las lágrimas, se retiró de la presencia de su madre, no podía mirarla sentía tristeza y vergüenza de ser la culpable o el pretexto de una discusión entre hermanas.
Liza, Fanny y Merry en el dormitorio de ésta última, conversaban, Merry ponía a Fanny al tanto de lo sucedido y la tristeza que sentían: -mañana tal vez no puedan ir a trabajar- comentó Merry.
Fanny habló con seguridad: -Merry... Liza y yo vamos a ir de todas maneras a la farmacéutica y que sea la tía Gema en persona la que nos diga que no quiere nuestra presencia en su compañía, no puedo creer que mi madre culpe a su hermana sobre un tema que solo nos pertenece a Umberto y a mí, fue nuestra decisión-.
-Estoy de acuerdo contigo Fanny- dijo Liza con vehemencia -iremos y que sea ella en persona que no diga que no trabajamos más a su lado-.
Las hermanas se habían propuesto apoyar a la tía Gema y no pensaban faltar el respeto a su madre pero querían hacerle ver que estaba equivocada:
-Fanny, Merry- dijo Liza -cuando llegue nuestro padre permitan que sea yo la que hable con él, voy a buscar el momento oportuno, es mejor así ¿están de acuerdo conmigo?- preguntó Liza a sus hermanas, ellas estuvieron de acuerdo. Fanny, no deseaba hablar nada sobre su compromiso, ni de la discusión entre su madre y la tía Gema.
En la noche después de la cena, cuando todo era paz y silencio en el hogar, el doctor Martel estaba en su estudio, Felicia en la cocina daba las últimas instrucciones a Alejandrina sobre el almuerzo del día siguiente, tenía un fuerte dolor se cabeza que la hacía sentirse mal, en la cena casi no había conversado y sus hijas no hicieron comentarios del altercado entre su madre y la tía Gema. Al terminar de cenar la familia en el comedor, Liza se percató que su padre se encontraba en el estudio y no dudó en entrar para conversar con él y contarle lo sucedido en la casa. Oscar Martel escuchó a Liza y se conmovió con el problema, ¿como podía su esposa actuar de esa forma con su hermana?, ellas siempre fueron bien unidas y solo tenían palabras de halago entre las dos.
-Liza, ya me parecía que había sucedido algo porque tu madre estaba demasiado callada y ustedes evitaban conversar con ella-. comentó el padre.
-Si... fue un episodio muy terrible y bochornoso, no sé que hizo la tía Gema para que mi madre la trate mal y le diga palabras fuertes, creo que la culpa sobre el fin del compromiso de Fanny. No deseo que pienses que vengo a exagerar con mis palabras pero sería bueno que hables con ella-. agregó Liza al final.
El doctor Martel imaginaba las palabras de su esposa para con su hermana, conocía bien a Felicia y sabía que podía ser desagradable al molestarse, pero con Gema no podía ser ligera de palabras, ella siempre fue bienvenida al hogar de los Martel y el doctor la apreciaba demasiado. La puerta de su estudio estaba abierta y cuando vio pasar a su esposa la llamó, era mejor conversar en un terreno neutral y evitar la discusión en el dormitorio que era un lugar para descansar y dejar los problemas afuera. Sus hijas dormían cada una en sus alcobas.
-¿Felicia tienes algo qué comentarme sobre tu hermana?- preguntó en doctor con un tono amable para evitar poner a su esposa molesta.
-Ahora que lo mencionas Oscar, si, hemos tenido una fuerte discusión- respondió algo alterada y comenzó a contarle cada paso y cada palabra que hubo en la conversación con Gema -la verdad Oscar estoy muy disgustada con ella- dijo al final.
-Me sorprende que hayas tenido palabras duras para Gema que siempre fue tan buena y considerada contigo, que nos salvó en una ocasión de perder nuestra casa al hacernos un préstamo para liquidar la hipoteca que nos estaba asfixiando y luego pudimos devolver ese préstamo sin pagarle intereses, ¿te acuerdas?-preguntó el esposo -además de querer a nuestras hijas como si fueran sus hijas- terminó de decir.
-Si recuerdo que Gema siempre ha sido muy amable con nosotros- respondió su esposa esta vez sin alterarse
-Entonces porque esa actitud de desconfianza y maltrato hacía ella. Deseo pedirte que olvides de una vez por todas el compromiso de Fanny, nuestra hija tomó su decisión por cuenta propia y ni tú, ni yo la podemos obligar a cambiar. Querida Felicia vas a llamar a tu hermana, te vas a disculpar y harás las paces con ella, el domingo para el almuerzo la familia debe estar completa y eso incluye a Gema. Recapacita y reconoce tu error- fue lo último que dijo su esposo, luego se puso de pie beso a su esposa en la frente y se retiró para ir a dormir. Felicia iba a decir algo más y el doctor se detuvo volteó y habló -sin escusas querida, sin excusas- repitió con firmeza estás palabras y sin prisa subió las escaleras para ir a su habitación.
En el estudio se quedó a solas Felicia, reflexionaba sobre lo que su esposo habia comentado comenzaba a comprender que se había excedido en sus palabras y había herido a su hermana sin tener culpa alguna. Reaccionó con rabia y no pensó que Gema nada tenía que ver en el asunto.
Habló en voz alta: -mañana voy a llamarla, ahora no es conveniente, debo disculparme con ella-.
Al día siguiente cuando todos se habían ido al trabajo después de tomar el desayuno, Merry se encontraba en su habitación estudiando, Felicia tomó el teléfono para llamar a Gema, primero nadie contestaba la llamada en su casa, -seguro ya está en la farmacéutica- pensó. Llamó a la empresa y la asistente le dijo que estaba en una reunión y no podía hablar, luego cuando volvió a llamar media hora más tarde, la asistente le dijo que había salido. Eso era raro, Gema no abandona con facilidad su empresa. Entonces se dio cuenta que su hermana la estaba evitando, no deseaba hablar con ella, en pocas palabras le decía no quiero saber de ti.
¿Qué iba hacer ahora? lo mejor sería presentarse en la oficina y hablar personalmente con Gema, hasta un punto le daba la razón, ella fue muy desconsiderada y habló sin pensar.
No quería dejar pasar las horas sin resolver este conflicto, se alistó para ir a la oficina de su hermana, dejó bien claro a Merry que saldría un momento y Alejandrina le ordenó que se encargue de la casa. Salió bien arreglada como era su costumbre, llegó a la oficina de su hermana antes del medio día y se dio con la sorpresa que Gema no se encontraba y estaría fuera todo el día. No habia que ser adivinos para darse cuenta que su hermana no quería saber de ella y menos hablar. Felicia sintió tristeza, su hermana no se encontraba en la oficina pero ella no se iba a rendir, más tarde iría a su casa para conversar y volver a ser las hermanas unidas de siempre.
CONTINUARÁ


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