El doctor Martel aun no estaba convencido de la actitud de su hermano, además Felipe se veía enfermo, se dirigió a su madre y dijo:
-Madre voy a trae mi maletín para examinar a Felipe-.
Su hermano contestó: -no Oscar, no estoy enfermo estuve muy mal y al borde de la muerte, pero me llevaron al hospital de un pueblo cercano y ahí estuve cerca de un mes hasta recuperarme-.
Oscar Martel no estaba seguro de ello y hasta no examinarlo no iba a quedar tranquilo. Salió a la calle, fue a su carro donde siempre llevaba su maletín de doctor.
Entró de nuevo a la casa y en la sala comenzó a examinar a su hermano después de varias preguntas y del examen físico, llamó a su asistente la enfermera Luz y le pidió que venga a la casa de su madre con el equipo para extraer sangre, deseaba hacer varios análisis de sangre para estar seguros de que no sufría alguna enfermedad contagiosa. Para Oscar era imposible dejar de pensar como doctor ver el estado en que se encontraba su hermano. Le hizo varias preguntas con respecto a su salud y de cómo se sentía, también preguntó por qué recién había regresado a la casa después de tantos años de ausencia.
Nany interrumpido a su hijo y comentó muy sería: -Oscar, por favor, no atormentes a tu hermano con tantas preguntas, no te das cuenta que está cansado y ha tenido un largo viaje-.
-Madre no te preocupes comprendo a Oscar y está bien que me haga preguntas- respondió Felipe.
Oscar miró a su hermano y le pidió a su madre que traiga un vaso con agua, era un pretexto para que ella los deje solos un instante. Cuando Nany fue a traer el agua, el doctor Martel se acercó a su hermano y dijo: -Felipe como vengas a complicar la vida de nuestra madre o hacerle reclamos, yo mismo con mis propias manos voy a encargarme de ti, quedas advertido, ¿estamos?. No confió en ti, desapareces durante tantos años y ahora vienes adolorido y triste-.
Felipe movió la cabeza en señal de aceptación y agregó: -Oscar comprendo que desconfíes de mí, pero voy a contar como ha sido mi vida en todos estos años que estuve lejos, quiero que nuestra madre también escuche lo que voy a decir y porque me fui-.
Antes que Felipe comience a contar su historia tocaron el timbre de la puerta principal era la enfermera que había llamado el doctor Martel, éste la hizo pasar y le pidió extraer sangre a su hermano. La enfermera Luz de su maletín sacó varios pequeños tubos para extraer muestras de sangre, mientras Oscar Martel marcaba con un aspa en la hoja de solicitud, todos los exámenes que deseaba que el laboratorio realice. Terminado este proceso la enfermera se despidio de todos los presentes y se retiró, no sin antes escuchar al doctor Martel que le decía: -Luz lleve usted las pruebas de sangre al laboratorio y diga que tengan los resultados lo más pronto posible- recalcó el doctor.
Oscar Martel despidió a la enfermera, cerró la puerta de calle y se quedó en le recibidor pensando unos segundos, no confiaba completamente en su hermano pero quería escucharlo para saber que pasó con él. Regresó a la sala tomó asiento y le pidió a Felipe que hable y cuente todo lo que vivió en sus años de ausencia.
-¡Felipe!- exclamó el doctor -puedes comenzar a contar tu historia, queremos escucharte y saber que sucedió contigo-.
El hermano que era tres años mayor que Oscar, era también para Nany como el hijo pródigo que había regresado al hogar para quedarse junto a su madre. Felipe se acomodó en el sillón donde estaba sentado y comenzó a contar su historia: -Antes que nada deseo pedir perdón a nuestra madre por los sufrimientos que le causo mi ausencia. Yo me fui del hogar lleno de resentimiento y dolor, sentí que nadie me tomaba en cuenta, perdona madre por decir esto, pero así me sentía en ese momento- Oscar Martel movió la cabezo con fastidio, Felipe continuó -no me interrumpas hermano para que yo pueda terminar mi relato y ustedes después pueden decir lo que deseen. Cuando me fui de casa sin dejar huella era un hombre inconsciente, quería alejarme de todo y de todos, después de un tiempo me daría cuenta lo equivocado que estaba. Mi primer pensamiento fue perderme en la selva y a esa región me dirigí, tenía la seguridad que nadie me encontraría. En los años que viví en diferentes pequeñas aldeas pase hambre y pobreza, no quería vivir en ninguna ciudad donde podían encontrarme, estaba lleno de frustración y no pensaban en nada más que en mi mismo. Trabajé en todos los oficios que podía hacer pero mi alma estaba vacía. Hasta que conocí un lugar que esta situado cerca del Manú en la selva de Madre de Dios, ahí se encuentra ubicado el campamento de Eco Turismo, que es visitado regularmente por muchos turistas que vienen a conocer la belleza de la selva peruana y hacer turismo ecológico que es la tendencia del futuro. Pero aquí debo hacer hincapié que no solo vienen turistas, si no también llegan hasta el campamento grupos de científicos y estudiantes que desean estudiar de cerca el sistema ecológico que sostiene el lugar para sobrevivir al avance del hombre que perturba muchas veces con su presencia el desarrollo ecológico de animales y plantas. Es un lugar donde las mentes y la ciencia se unen para investigar los diferentes eco-sistemas. Son trabajos que realizan para explicar como se desarrolla la flora y fauna en la selva. Yo trabajo en ese campamento y gracias a ello he encontrado paz en mi espíritu, he aprendido mucho en base a la observación y estudio del lugar, comprendí que me gusta hacer ese trabajo. En las noches después de la jornada del día todos nos reunimos alrededor de una fogata para conversar sobre diferentes temas y de las anécdotas que se viven a diario, reímos, cantamos y pasamos momentos alegres antes de ir a dormir. El campamento tiene bungalós donde se hospedan los visitantes, pero a veces se llena tanto de gente que se tienen que usar carpas para dormir a la luz de la luna, es hermoso pasar la noche al aire libre. Es en la selva donde sufrí varias enfermedades tropicales por descuido y no tomar precauciones para evitar el contagio. Pero la última enfermedad que sufrí fue de paludismo, casi muero porque se complicó con otros males. Es en esos días que comienzo a pensar en mi familia y sobre todo en mi madre, si iba a morir quería estar cerca de ella y pedirle perdón, la suerte y la bendición del cielo hizo que me sane pero he quedado débil, aun así no deseaba demorar más tiempo y vine para ver a nuestra madre, estar unos días junto a ella- terminó de hablar Felipe.
-Todo eso esta muy bien, pero no puedes irte hasta que te repongas y saber si hay alguna enfermedad escondida en tu cuerpo- respondió Oscar a su hermano.
Nany estaba en silencio, pero un minuto después comentó: -hijo lamento por todo lo que pasaste y como te sentías, debiste venir a conversar conmigo para enterarme de como te encontrabas, tantas situaciones equivocadas entre los dos, se hubieran aclarado. Por esos días que te fuiste yo estaba viviendo una terrible tragedia, había perdido dos hijos y no podía recuperarme, deseaba también morir y estar junto a ellos-.
-Si madre, ahora comprendo tu dolor y mi actitud equivocada cuando me aleje- respondió Felipe.
Las horas de la tarde corrían en el reloj y comenzaba a oscurecer, Nany le pidió a su hijo: -Oscar quédate a cenar para que acompañes a tu hermano-.
-Esta bien madre- dijo el doctor -acepto tu invitación pero debo llamar a Felicia para que no se preocupe porque voy a llegar tarde.
Nany se sentía feliz, estaba acompañado de sus dos hijos, iban a cenar los tres juntos, en el comedor fue Felipe el que acaparó la conversación contando anécdotas de su vida en la selva y pueblos aledaños. En un instante de silencio aclaró Felipe: -madre no vengo a quedarme a vivir en la ciudad porque debo regresar donde esta mi trabajo pero te prometo que cada dos meses vendré a visitarte para quedarme unos días contigo y recuperar en algo el tiempo perdido-.
-Esta bien hijo, como tu digas- contestó su madre.
-Como vuelvo a repetir- interrumpió Oscar -primero debes recuperar la salud para volver a viajar- señaló el doctor.
-Lo que tu digas, hermano, voy hacer caso a tus indicaciones- aseguro Felipe.
El doctor Martel se despidió de su madre y de su hermano cerca de la media noche, debía ir a su hogar, al día siguiente tenía trabajo en el hospital. En el camino de regreso se acordaba de su hermano y de la vida que había escogido, hizo sufrir a Nany pero ella seguro lo había perdonado y ahora solo pensaba que su hijo estaba de nuevo en el hogar.
Llegó a su casa y su esposa Felicia lo esperaba, él le contó algunos detalles del regreso de su hermano, su esposa contestó: -es increíble lo que me dices Oscar, Felipe de regreso en la ciudad y su vida es una serie de experiencias asombrosas. Nany es seguro que está feliz de ver a su hijo después de la ausencia de tantos años, ella creía que se encontraba muerto. Parece una aventura la historia de su vida-.
-Si Felicia, mi madre lo ha perdonado y es increíble su vida en la selva, todo lo que ha conocido y todo lo que ha aprendido en ese campamento, pero no se puede ir hasta que esté del todo recuperado, su salud está frágil-. finalizó el doctor.
-Lo que siento es que no se quede a vivir al lado de Nany- contestó Felicia, no tuvo respuesta su esposo se había quedado dormido en segundos con la cabeza sobre la almohada. Ella siempre envidió un poco la facilidad que tenía para dormirse en segundos.
Al día siguiente a la hora del desayuno en el comedor el padre anuncio a sus hijas que el próximo domingo en el almuerzo familiar iban a conocer al tío Felipe, el hermano perdido que ahora habia regresado para quedarse unas semanas junto a la familia.
-Padre- comentó Liza -por fin vamos a conocer a tu hermano y seguro Nany está feliz con su regreso-.
-Mi madre está más que feliz con el hijo que creía perdido para siempre. Él tiene interesantes anécdotas que contar sobre su vida, pido a todas ustedes no hacer comentarios fuera de lugar o recriminar su actitud, me han comprendido- advirtió el doctor.
Si padre, dijeron todas, nosotras no diremos nada, solo queremos conocerlo y escucharlo. El doctor se alegró por la buena disposición de sus hijas. El tío Felipe estaba en la cuidad y sus sobrinas querían conocerlo, además Oscar Martel deseaba de corazón confiar en su hermano.
CONTINUARÁ


No hay comentarios:
Publicar un comentario