La conversación entre Fanny y su madre no había concluido, Felicia tenía muchas preguntas para su hija:
-¿Cómo reaccionó Umberto cuando hablaste de terminar el compromiso?-
-Madre, eso ya no tiene importancia, él no estuvo de acuerdo al principio y luego aceptó mi decisión que más puedo decir, darle vueltas a la conversación no tiene sentido- respondió Fanny a su madre con un tono conciliador.
-Tiene importancia- contestó su madre -si sus padres llaman por teléfono para averiguar que sucedió contigo que les voy a decir, por ese motivo te pido que pienses bien y te retractes para regresar con Umberto y tu compromiso-.
Fanny se puso nerviosa con la insistencia de su madre y agregó: -te pido por favor, no insistas más con el tema, el compromiso se terminó y no creo que Umberto tenga muchos deseos de escuchar mi voz de nuevo para hablar de nosotros-.
-Felicia- exclamó -¡cómo te atreves hablarme de esa forma! has roto el compromiso y te llenas de razones, sigo pensando en los padres de Umberto que explicación voy a darles-.
Fanny se dio cuenta que su madre no estaba comprendiendo lo que decía, ella pensaba en la boda y en los padres del novio, fue un gran error no hablar antes. Para terminar la conversación Fanny se puso de pie para ir a su habitación hasta la hora que llegue su padre y se siente la familia a cenar:
-Madre- comentó -me voy ha retirar hasta la hora de la cena- salió de la sala sin esperar que su madre le de la venia y subió a su habitación.
Felicia se quedó sola y sin palabras, trataba de serenarse, la noticia del rompimiento con Umberto la había sacado de sus casillas, en un instante de lucidez dijo a solas -el mundo ha cambiado tanto y no me di cuenta- ¿soy yo la que está equivocada o no?- se interrogó en voz alta y pensó: -esta situación tiene más actores, Fanny no tomaría tan alegremente una decisión de esa naturaleza. Estaba casi segura de que persona se trataba.
En su habitación la hija mayor de Felicia se encontraba perturbada por la conversación con su madre, se dirigió al closet, sacó su vestido de compromiso, era hermoso y romántico, tenía que reconocer que en ese momento de la celebración disfrutó de la reunión y de la compañía de Umberto pero con el paso de las semanas todo perdió su color, tenía demasiadas dudas y ante ella todo pasó muy rápido, tanto que no pudo opinar o tomar la palabra sobre su boda y su vida junto a Umberto. Rogaba que la actitud de su padre sea más comprensiva y no la haga sentir culpable, bastante tenía con la reacción de su madre.
Fanny no se equivocó a la hora de la cena su padre le dijo que al terminar en el comedor quería conversar con ella. Liza aun no sabía nada de lo que sucedía con su hermana por eso su actitud era la de siempre, terminada la cena subió a conversar con Merry que seguía cumpliendo su castigo mientras Fanny hablaba con su padre en el estudio y Felicia atendía el teléfono, la llamaba la madre de Umberto y ella trataba de dar una explicación que fuera creíble sin culpar a nadie del por qué se terminó el compromiso.
El padre con tono sereno en la voz preguntó a su hija que había pasado y por qué rompió el compromiso: -trato de entender pero quiero que me expliques tus razones- comentó.
Fanny volvió a explicar lo mismo que le había hablado a su madre que no deseaba casarse todavía y que su intención nunca fue herir a nadie ni decepcionar a sus padres -tenía muchas dudas padre y no sabía que hacer, entonces pensé que decir la verdad era el camino-.
Oscar Martel dijo: -nunca imagine que te sentías tan mal, todo parecía ir todo muy bien entre los dos, supongo que Umberto no estuvo de acuerdo-.
-Si al principio y eso es lo que me hace sufrir, Umberto es una persona muy razonable y al final aceptó- confesó Fanny a su padre.
-Vamos a dejar las cosas como están, no se hable más, ustedes son jóvenes y el mundo no se acaba por que se rompió el compromiso, pero Fanny que esto te enseñe, si no estás de acuerdo, habla, no te dejes llevar por lo que diga yo o diga tu madre-. recomendó el doctor Martel a su hija.
-Gracias padre por comprenderme, sé que tienes razón y que puedo confiar en ti, habla con mi madre para que se calme, ella sigue pensando en la boda- contestó Fanny.
Oscar Martel sonrió, sabía que Felicia era una tormenta que tendría que aplacar y no sería fácil. No había terminado de pensar en aquello cuando su esposa entró al estudio: -Oscar- dijo con tono serio:
-Hablaste con Fanny para que entre en razón y vuelva con Umberto?-
-Si te calmas Felicia y me dejas hablar voy a explicarte lo que he conversado con tu hija, te adelanto que no va ha volver con su novio, el compromiso se acabó definitivamente- habló el doctor.
La madre se tocó la frente y casi se desmaya, apenas podía hablar: -no puedes decir que no va a volver con Umberto, te pido que me ayudes a convencerla, su proceder es equivocado. suplicó Felicia llorando.
-En este momento no te reconozco querida, estas actuando de una manera que me desconcierta, si no te tranquilizas, no vamos hablar-. respondió molesto el doctor y esta vez iba en serio.
-Oscar, no comprendes que toda la boda ya estaba planificada y era un sueño que se hacía realidad, mi hija mayor se casaba, eso me llenaba de felicidad- terminó de decir su esposa y se sentó en el pequeño sillón del estudio.
-Felicia, lo que voy a decir es muy claro y no lo voy a repetir, ni tú ni yo debemos interferir en la vida de nuestras hijas imponiéndoles nuestra voluntad, deja de pensar si se casan o no, ellas en su momento van a decidir como quieren vivir. No intervengas más en la decisión de Fanny, eso debe quedar bien claro, si me preguntas que quiero para mis hijas te contestó como un padre egoísta "No deseo que nuestras hijas se vayan de casa, quiero que se queden para siempre a nuestro lado y en el hogar" pero sé que esto no puedo ser, ella deben vivir su vida y lo importante es que sean felices. Te pongo un ejemplo, yo no estoy de acuerdo con Liza y su romance pero no intervengo que ella sea la que decida que hacer y yo voy a respetar su decisión. Te ruego que zanjemos esta conversación y volvamos al clima de paz en nuestro hogar- concluyó el doctor y observó que su esposa iba a decir algo y entonces agregó: -si es sobre el tema de Fanny eso esta cerrado- se puso de pie y dio fin a la conversación.
Felicia se quedó sola en el estudio y muy tarde subió a su alcoba, su esposo dormía y ella seguía inquieta y molesta por el compromiso de su hija y la boda que ya no sería. ¿Había alguien más qué estaba detrás de las ideas de Fanny? pensó en Liza pero su hija mayor, le dijo que ella no tenía nada que ver en sus ideas. La cabeza le daba vueltas era hora de dormir y relajarse para poder despejar la mente y pensar que hacer al día siguiente.
Al día siguiente, la vida en la casa de la familia Martel parecía que había recobrado su clima de serenidad y amor. Las hijas mayores desayunaron y partían al trabajo, Fanny apenas habló con su madre, el doctor se despedía de su esposa y salía con prisa a visitar un paciente y Merry ya contaba los días en que se cumplía su castigo y sería libre otra vez.
Felicia tomó el telefono y llamó a su hermana Gema para pedirle que venga en la tarde que deseaba conversar con ella: -mi querida hermana, por favor ven a visitarme en la tarde deseo hablar contigo de un tema urgente que no puede esperar ni hablar por teléfono- terminó de decir Felicia y Gema aceptó, estaría en casa de su hermana a las cuatro.
Hasta ahí todo iba bien, la mañana transcurrió sin novedades y casi al final de la tarde llegó Gema a visitar a su hermana que la requería con urgencia.
La hermana de Felicia entró muy feliz en casa y al verla la saludó con un abrazo, le enseñó su cartera nueva que recién habia comprado. Gema era amante de la carteras, tenía una gran colección de ellas.
-¿Felicia dime qué te parece mi cartera nueva? la vi en una vidriera y me enamoré de ella al instante, recién la acabo de comprar-. dijo sonriente.
Felicia contestó con voz grave: -si esta bonita, es un gran bolso, yo sé que a ti te encanta coleccionar carteras-.
Las dos hermanas se acomodaron en la sala y Gema preguntó: -¿qué es lo que querías conversar conmigo? había mucha urgencia en tu tono de voz-.
Sentada frente a su hermana, Felicia preguntó sin rodeos: -¿qué ideas has metido en la cabeza de Fanny qué ha roto su compromiso con Umberto?-.
Gema estaba atónita con las palabras de su hermana, ella ignoraba que Fanny hubiera terminado su compromiso: -espera un momento- respondió -a que te refieres con que yo he tenido que ver con el fin del compromiso de Fanny-.
-No te hagas la que no entiendes- Felicia acusó a su hermana de ser la causante de todo -tú siempre has sido una persona que no está de acuerdo con el matrimonio- levantó la voz -¡toda la vida para ti fue importante el trabajo, solo el trabajo! Tu empresa siempre estuvo primero y sé que pretendientes nunca te faltaron pero para ti el trabajo era lo primero y ahora esas ideas se las pasas a mis hijas, no eres una buena influencia para ellas- dijo al final molesta.
Gema había escuchado suficiente se puso de pie y contestó airada: -has perdido la cabeza con todo lo que dices, estás equivocada, yo jamás he hablado con mis sobrinas sobre el tema-.
Merry al escuchar las voces en alto salió de su habitación, no comprendia que pasaba, su madre y su tía estaban discutiendo no podía ser, ellas eran muy unidas.
Por otro lado Liza que entraba a casa en ese momento también escuchó algo de la discusión, caminó hasta la sala y preguntó: -¿madre que sucede?.
-No intervengas Liza, sube a tu habitación, esto es entre tu tía Gema y yo- contestó su madre.
-Madre, escuche sus voces en alto desde la calle, como no voy a intervenir están discutiendo-. respondió Liza.
-Liza obedece a tu madre y ve a tu habitación- agregó la tía Gema.
La joven subió a disgusto al segundo piso y vio a Merry asustada, ella le preguntó: -¿Liza qué pasa con la tía y nuestra madre?-.
-No sé Merry, solo sé que están molestas las dos y es seria la discusión, la tía Gema es acusada de algo por nuestra madre- Liza abrazó a su hermana más pequeña y las dos seguian oyendo los reproches de su madre a su hermana Gema, al parecer la acusaba de algo pero no sabían de que se trataba. Liza se daba cuenta que su madre era injusta y deseaba llorar, ella quería mucho a la tía Gema.
CONTINUARÁ