Mariane llamó a la oficina de Alfredo para comunicarle que habia dejado en la empresa la carta de renuncia de su hermano Joel.
-Alfredo ¿cómo estás? te llamó para comentar que Joel a renunciado a la empresa. No fui a buscarte a tu oficina porque no deseaba comprometerte en la situación de Joel, espero me comprendas-.
Alfredo no se molestó pero si comentó que era mejor conversar de nuevo en el mismo café donde se encontraron la ultima vez.
-Mariane me gastaría conversar contigo y volvernos a encontrar. Te espero en el mismo café. ¿Te parece en la tarde?.
Mariane estuvo de acuerdo con Alfredo para encontrarse y conversar.
Después de colgar el telefono, éste fue interrumpido por la presencia del Luis Alberto, él nunca era de ir a su oficina, siempre que deseaba hablar lo hacia llamar con su secretaria por este motivo Alfredo se sorprendió con su presencia.
-Alfredo- dijo Luis Alberto -la policía a vuelto a llamar para pedir más información sobre Joel-.
-No, parece que los agentes en la jefatura han cerrado el caso- Alfredo quería ver cual era la reacción del gerente.
-Entonces, si han cerrado el caso es porque Joel apareció y esta en su domicilio-. comentó Luis Alberto y agregó -Joel debe presentarse al trabajo, él es mi asistente en el proyecto "Costa Azul"-.
-Joel no ha venido a la empresa, esta mañana envió su carta de renuncia- contestó Alfredo muy serio.
Luis Alberto no dijo palabra alguna, no se mostró sorprendido, al contrario habia algo de alivio en la expresión de su rostro, él sabia lo que habia ocurrido con su asistente y no era fácil volver a encontrar a Joel en la misma oficina.
-Alfredo, a ti te encargo buscarme otro asistente, el proyecto no se puede detener por un empleado que falta- recalcó esto ultimo Luis Alberto y salió de la oficina.
En todo momento Alfredo se dio cuenta que es lo que buscaba el gerente, aunque se hacia el desentendido, sabia muy bien que habia pasado con Joel si no hubiera sido por la policía y su intervención en la empresa, tal vez Joel seguiría secuestrado. El gerente no quería escándalos que involucren a su empresa, eso estaba muy claro.
Las preguntas que se hacia Alfredo eran ¿por qué Joel fue secuestrado? ¿qué estaba pagando? mientras el hermano de Mariane no hable y explique que sucedió, no se podía llegar a una conclusión. Las carpetas de trabajo mostraban un panorama no muy bueno para Joel. Habia depósitos de dinero en una cuenta desconocida y el archivo sellado en su computadora ¿Qué contenía? estás preguntas aun no tenían respuesta.
Mariane llegó a su casa, subió a la habitación de su hermano para comentarle que habia dejado su carta de renuncia en la empresa como él deseaba. Tocó la puerta nadie contestó, dio vuelta a la perrilla y la puerta se abrió, encontró a Joel sentado en el piso con las manos tapándose los oídos y decia en voz baja -No, no, no-.
Mariane se asustó al ver así a su hermano en ese estado, corrío hacia él y habló entre lagrimas -Joel que pasa, que tienes, porque estas así contesta por favor-. Se arrodilló junto a él y trato de abrazarlo, Joel la miró con frialdad, es como si estuviera congelado en el tiempo.
-Si no hablas o dices algo no puedo ayudarte, a veces es bueno decir lo que nos pasa para descarga nuestras emociones y nuestra mente- exclamó Mariane con tristeza.
-Nada puedes hacer por mi- respondió al fin Joel -esto es más grave de lo que parece, no quiero hablar, no deseo volver a la empresa, ni ver a nadie-.
Mariane comprendio que Joel no iba a decir nada de lo que le ocurrió, no deseaba pedir su ayuda. Ella se puso de pie y salió en silencio de la habitación, cerró la puerta y mientras bajaba las escaleras pensó que el secuestro habia enfermado de los nervios a su hermano, él sentía miedo y no quería salir de su cuarto.
-Señorita Mariane la señora Concepción está en la sala, quiere conversar con usted- dijo Asunta al pie de la escalera.
Mariane no tenia ganas de recibir a nadie pero a Concepción la venia esquivando con pretextos desde hace varios días, era mejor conversar con ella y saber que es lo que deseaba. Seguro era con respecto a Beti-Flor que no venia a visitarla desde que regresó del viaje.
-Mi querida Concepción espero me disculpe por no haber podido atenderla todos estos días pero es que me encontraba muy ocupada- se disculpó Mariane.
-No debes disculparte Mariane, soy yo la que viene a quitarte el tiempo, gracias por recibirme- contestó la madre de Beti-Flor.
-Diga usted Concepción que es lo que quiere contarme- agregó Mariane.
Muy alegre Concepción dijo -Estoy más que feliz Beti-Flor está cada vez más tranquila con respecto a lo que sucedió en su viaje. La observo más contenta, ya no se encierra en su cuarto y está volviendo a salir con sus amigas a las reuniones de siempre. Tenias razón debía darle tiempo y no molestarla con preguntas-.
-Es muy bueno que Beti-Flor vuelva a sonreír, no es fácil para nadie vivir una experiencia así- comentó Mariane.
-Mi querida amiga- exclamó Concepción -hablando de otro punto Beti-Flor me comentó que vio hace unos días atrás a Joel bajando de un auto blanco. Traía un semblante sombrío y una ropa que estaba muy sucia, ella estaba en la ventana de su habitación que da a la calle, al verlo así se preocupó mucho. No quiero ser una vecina indiscreta pero Joel ¿se encuentra bien? tú sabes que no lo hago por meterme en asuntos privados. Conozco a tu hermano, desde que era un pequeño muy educado y gracioso.
Mariane sonrió mientras pensaba que responder a la vecina que no era una mala persona pero a veces cruzaba la linea de la indiscreción:
-Gracias por su preocupación pero Joel se encuentra bien. El día que Beti-Flor vio a mi hermano, venia de sufrir un percance con el carro de un amigo, su ropa se estropeo. Eso es todo lo que ha sucedido, no es nada peligroso-.
Concepción no creyó en la palabras de Mariane, ella no estaba diciendo la verdad porque noto su nerviosismo al hablar. Era mejor despedirse para no ser más inoportuna.
-Me despido, ya es hora que me vaya- respondió Concepción.
Mariane respiró aliviada no quería más preguntas ni mas palabras de disculpas, ella no iba a decir nada que sea confidencial y de familia.
Cuando su vecina se marchó, Mariane sintió un gran alivio, tenia que alistarse para salir, la hora de encontrarse con Alfredo se acercaba y ella quería ser puntual. Deseaba cerrar todo el asunto de Joel ya no quería estar más preocupada por su hermano, él estaba en casa y no quería su ayuda. Ella iba a respetaba sus deseos.
Alfredo en todo momento fue amable con ella y eso lo valoraba pero era necesario darle fin a todo el asunto y disfrutar de los pocos días que le quedaban de sus vacaciones.
CONTINUARÁ
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