En su habitación el doctor Martel reflexionaba sobre sus recuerdos, después de conversar con sus hijas y su madre se retiró a descansar, había sido un día agotador y diferente, no negaba que lo había pasado bien en la casa del congresista Panduro, la reunión fue un éxito y su declaración de presentarse como candidato en las siguientes elección fue sorprendente y una primicia, sus intenciones eran claras, llegar a la presidencia del país era un tema fuerte.
En el camino de regreso a su hogar había recordado los momentos difíciles y tristes que vivió su familia, el sufrimiento casi lleva a la tumba a sus padres. Murieron sus dos hijos mayores y el tercero se había perdido en la penumbra, este dolor desgarró el corazón de la familia. El doctor Martel sin saber que responder se preguntaba ¿por qué había tomado la decisión de dejar la casa familiar su hermano Felipe? ¿qué lo llevó alejarse de esa manera y causar angustia y desesperación en sus padres? la madre casi pierde la vida al desear morir junto a sus hijos. ¿Dónde estaba este hermano? ¿Seguía vivo o habia muerto en algún lugar? desde su partida, si así se le puede llamar han pasado varios. El doctor fue testigo de todo el dolor de sus padres siendo apenas un niño.
Felicia notó a su esposo angustiado y triste, con tono de preocupación en la voz comentó:
-Querido ¿qué es lo que sucede, te veo angustiado?,¿ algo te preocupa?-.
-Son recuerdos de familia que me atormentan y me siguen querida Felicia, recuerdos que nunca se van a borrar aunque pase el tiempo, mis hermanos siempre están presentes, no puedo evitarlo. Además mi madre cuando habla de sus hijos sufre y su dolor es real, ella me dice: -al menos sé donde están tus hermanos mayores, voy al campo santo para dejarles flores y rezar por ellos pero de Felipe no sé nada entonces me preguntó ¿qué fue lo que hice mal? ¿en qué me equivoqué con este hijo?-. Como es de imaginar yo me quedo en silencio, no sé cómo consolarla, no encuentro las palabras para reconfortarla, lo único que puedo contestar: -madre, él tomó su decisión, fue su responsabilidad, nadie lo botó de la casa-. Yo tampoco comprendo su actitud, han pasado tantos años desde que dejo el hogar que tal vez ya ni esté vivo. No te tortures pensando que fue lo que pasó, no tenemos las respuestas-. finalizó el doctor.
-Felicia contestó: -descansa Oscar, es mejor que duermas, nada podemos hacer para cambiar el pasado, mañana es un día de trabajo y debes estar preparado para atender a tus pacientes-.
Como única respuesta, el doctor Martel apagó la luz de su lampara sobre la mesita de noche e intentó dormir.
En la mañana muy temprano, Alejandrina en la cocina preparaba el desayuno para la familia, todos se levantaban para comenzar un nuevo día y una nueva semana. Nany se encontraba lista y esperaba a su hijo la lleve a casa, Fanny y Liza también estaban listas para partir a la universidad, Felicia no decía nada, pero ella seguía viendo los preparativos de la boda de su hija mayor a pesar que su esposo le había advertido que se debía esperar hasta que acabe su carrera.
En la mesa del comedor una animada conversación acompañaba a la familia, todos comentaban que pensaban hacer en su día. Antes de que la familia se ponga de pie para partir Felicia se ofreció llevar a Nany a su casa: -no te preocupes Oscar yo me encargo de dejar a tu madre en su casa, Nany está segura conmigo-.
Oscar Martel agradeció a su esposa y respondió -madre no te preocupes Felicia te llevará a tu casa, yo tengo que terminar de prepararme y para salir atender a mis pacientes en el hospital-.
-Gracias Felicia por dejarme en casa, no sé como estará la señora que me atiende, nunca me ausento del hogar- contestó Nany.
Minutos antes de partir al hospital sonó el teléfono, era Ramiro Fuentes que deseaba hablar con el doctor, éste al contestar escuchó: - mi estimado amigo solo llamo unos segundos para preguntarte si puedo viajar al extranjero, vamos a celebrar en familia el cumpleaños de mi hija Elsy, ¿tengo prohibido hacer ese viaje por mi salud?
El doctor contestó: -no Ramiro, puedes viajar sin problema, solo no olvides llevar tus medicinas y tomarlas a la hora indicada. Disfruta el viaje, es muy bueno salir de la rutina del trabajo
-Gracias Oscar, mañana nos vamos con Teodora y mis hijos-. fue su respuesta y cortó.
¡Qué bueno que algunos puedan viajar! pensó el doctor, sería ideal que él y su esposa también se vayan de viaje y así olvidar por unos días el trabajo y los problemas cotidianos que se presentan. Oscar Martel se despidió de su familia y salió como siempre para atender a sus pacientes.
Los días pasaban y por fin llegó el día del regreso de Merry, en casa todos la habían extrañado, hacía falta su presencia y su voz, sus padres fueron a recogerla al aeropuerto, el doctor quería ver a esta hija que extrañó demasiado, era la primera vez que Merry se ausentaba del hogar.
Cuando se encontraron con ella, los abrazos y besos no podían esperar, en el carro de regreso Merry no dejaba de hablar y comentar todo lo que había conocido, lo que más le había impresionado: -papá mamá tengo que regresar de nuevo a estas ciudades para conocerlas mejor, esta vez debe ser con más tiempo. Todo el viaje fue hermoso con mis amigas estabamos encantadas.
Liza y Fanny recibieron a su hermana felices, por fin estaba en casa, los comentarios y las preguntas no cesaban, Merry abrió su mochila y sacó los regalos que habia traído para Fanny y Liza unos bonitos llaveros y pequeños monederos con paisajes típicos, a su padre una elegante chalina de lana de alpaca para el invierno húmedo de la ciudad y para su padre una elegante cartera de cuero labrado.
-Gracias, Merry por los regalos están tan bellos y útiles- agregó Fanny.
Su madre le dio un beso en la frente para agradecer la cartera tan fina y el padre comentó: -sabía que Merry tenia buen gusto pero no sabía que además era muy delicada para escoger regalos-.
La normalidad volvía a la vida de la familia Martel, cada miembro familiar se dedicaba a sus ocupaciones y estudios, pronto seria fin de año y las fiestas de navidad estaban muy cerca.
Una noche cerca de las ocho, sonó el timbre, Liza se encontraba cerca y fue abrir, en unos minutos se serviría la cena. Grande fue la sorpresa cuando vio parado frente a ella al congresista Panduro.
-Buenas noches, congresista- saludó.
-Buenas noches Liza- era la segunda vez que se encontraba con la joven.
-Vengo a buscar al doctor, no voy a tardar demasiado solo serán unos minutos, no quiero importunar-.
Liza lo hizo pasar a la sala principal conversaron unos segundos y luego se retiró para llamar a su padre.
El doctor Martel un poco fastidiado se acercó a la sala, pensaba que el congresista estaba tomándose demasiada confianza al interrumpir su descanso a esas horas de la noche.
-Pasó a la sala y dijo: -buenas noches-.
Américo se puso de pie y agregó rápidamente: -Oscar no deseo interrumpir tu vida familiar pero desde el almuerzo en mi casa no hemos tenido oportunidad de volver hablar y tú sabes que quedó pendiente una respuesta de trabajo entre nosotros. Ahora estoy formando el equipo de personas que me va apoyar en el trabajo para preparar mi candidatura, conoces muy bien que eso lleva tiempo, yo espero que me tu respuesta sea positiva, realmente eres una persona valiosa y me gustaría contar con tu apoyo-.
Oscar Martel lo escuchaba atentamente, con la mano señaló un sillón para que tome asiento y él se ubicó al frente. Dejó hablar al congresista sin interrumpirlo y luego que éste terminó el doctor contestó:
-Mi estimado Américo, primero quiero darte las gracias por haber pensado en mí para ser parte de tu equipo de trabajo, temo que esta vez debo declinar tu propuesta, yo no estoy preparado para entrar al mundo de la política, es más, tengo razones muy poderosas para abstenerme. Soy doctor y no puedo abandonar a mis pacientes. Mi carrera me exige todo el tiempo que puedo dar, es imposible que acepte ser parte de tu equipo. Gracias de nuevo por pensar en mi persona-.
Américo unos segundos titubeó y al instante agregó: - ¿Estas seguro de no cambiar de opinión?, siempre puedes venir a mi oficina-.
-Estoy seguro de mi respuesta y no voy a cambiar de idea- contestó con seguridad el doctor.
El congresista se dio cuenta que Oscar fue claro al negarse a formar parte de su equipo de campaña, lamentó esta decisión pero no insistió, sabía que no iba a cambiar de idea.
Después de despedir al congresistas, el doctor Martel parado en medio de la sala, se acordó de la promesa que se hizo siendo solo un niño, el recuerdo de sus hermanos estaba presente y el dolor de perderlos también.
CONTINUARÁ
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